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LA ESENCIA DEL CRISTIANISMO Ludwig Feuerbach Prólogo a la ...

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extraordinarios, cuando el alma está excitada; por eso hay tambiénmi<strong>la</strong>gros de <strong>la</strong> ira. Con sólo sangre fría no se produce ningúnmi<strong>la</strong>gro. Pero precisamente en el afecto manifiéstase el alma. Elhombre tampoco reza siempre con el mismo calor e intensidad.Semejantes oraciones carecen por eso mismo de éxito. Pero sólo<strong>la</strong> oración afectiva manifiesta <strong>la</strong> esencia de <strong>la</strong> oración. Se rezacuando se considera que <strong>la</strong> oración de por sí es un poder santo,una fuerza divina. Lo mismo puede decirse también con respecto almi<strong>la</strong>gro. Los mi<strong>la</strong>gros se producen -no importa si son pocos omuchos- donde <strong>la</strong> base es una intuición maravillosa. Pero elmi<strong>la</strong>gro no es ninguna convicción teórica del mundo o de <strong>la</strong>naturaleza; el mi<strong>la</strong>gro satisface a <strong>la</strong>s necesidades prácticas, peroen contradicción con <strong>la</strong>s leyes, que se imponen a <strong>la</strong> razón; en elmi<strong>la</strong>gro el hombre somete <strong>la</strong> naturaleza a sus finalidades como siel<strong>la</strong> fuera una existencia nu<strong>la</strong>; el mi<strong>la</strong>gro es el grado más alto delegoísmo espiritual o religioso: en el mi<strong>la</strong>gro todas <strong>la</strong>s cosas estánal servicio del hombre que sufre. De ahí se comprende que <strong>la</strong>concepción esencial de <strong>la</strong> religión, desde el punto de vista prácticoy subjetivo, es <strong>la</strong> convicción de que Dios -porque <strong>la</strong> esencia delpoder sobrenatural es idéntica con <strong>la</strong> esencia de Dios- es un serpráctico o subjetivo, pero un ser que sustituye <strong>la</strong> deficiencia y <strong>la</strong>necesidad de <strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ción teórica. Luego, no es ningún objetodel pensamiento o del conocer, como tampoco lo es el mi<strong>la</strong>gro, elcual debe su origen sólo a <strong>la</strong> ausencia del pensamiento. Si yoaceptara el punto de vista del pensamiento, de <strong>la</strong> investigación, de<strong>la</strong> teoría, donde considero todas <strong>la</strong>s cosas en sí mismas y enre<strong>la</strong>ción a el<strong>la</strong>s mismas, desaparece en <strong>la</strong> nada aquel ser que hacemi<strong>la</strong>gros, y en <strong>la</strong> nada el mi<strong>la</strong>gro, se comprende el mi<strong>la</strong>groreligioso, que es absolutamente diferente del mi<strong>la</strong>gro natura<strong>la</strong>unque siempre se confunden ambas cosas para ofuscar <strong>la</strong>inteligencia a fin de que introduzca, bajo <strong>la</strong> apariencia de una cosanatural, el mi<strong>la</strong>gro religioso en el imperio de <strong>la</strong> razón.Pero precisamente, porque <strong>la</strong> religión no sabe nada de estepunto de vista, de <strong>la</strong> esencia de <strong>la</strong> teoría, por eso, <strong>la</strong> verdadera ygeneral esencia de <strong>la</strong> naturaleza y de <strong>la</strong> humanidad, que para el<strong>la</strong>es oculta y que sólo el ojo teórico ve, se transforma en una esenciadistinta, mi<strong>la</strong>grosa y sobrenatural, transformándose el concepto de<strong>la</strong> especie en el concepto de Dios, que a su vez es una esenciaindividual, pero que se distingue de los individuos humanos por elhecho de que posee cualidades en una medida que es propia a <strong>la</strong>especie. Por eso, necesariamente, en <strong>la</strong> religión el hombreexterioriza su esencia fuera de sí, contemp<strong>la</strong>ndo su propia esencia85como si fuera otra; y lo es necesariamente porque <strong>la</strong> esencia de <strong>la</strong>teoría está fuera de él, porque toda su esencia consciente setransforma en subjetividad práctica. Dios es su otro yo, su otramitad perdida; en Dios él se completa; en Dios sólo es un hombreperfecto. Dios es para él una necesidad; algo le falta sin que sepaqué es lo que le falta: Dios es aquello que le falta. Dios es para élindispensable; Dios pertenece a su esencia. El mundo es una hadapara <strong>la</strong> religión, el mundo que no es otra cosa sino <strong>la</strong> suma de <strong>la</strong>realidad, manifiesta en su gloria sólo <strong>la</strong> teoría; <strong>la</strong>s alegrías teóricasson <strong>la</strong>s alegrías más bel<strong>la</strong>s y más espirituales de <strong>la</strong> vida; pero <strong>la</strong>religión no sabe nada de <strong>la</strong> alegría del pensador, nada de <strong>la</strong>salegrías del investigador, nada de <strong>la</strong>s alegrías del artista. Le falta <strong>la</strong>concepción del universo, <strong>la</strong> concepción de lo que es realmenteinfinito, <strong>la</strong> conciencia de <strong>la</strong> especie. Sólo en Dios completa sudeficiencia de <strong>la</strong> vida, <strong>la</strong> falta de un contenido esencial que <strong>la</strong> vidareal ofrece, en forma abundante, a <strong>la</strong> concepción natural. Dios espara el<strong>la</strong> el sustituto del mundo perdido. Dios es para el<strong>la</strong> <strong>la</strong> puraconcepción, <strong>la</strong> vida de <strong>la</strong> teoría. La concepción práctica es sucia,porque está manchada por el egoísmo. En efecto, yo sólo tengore<strong>la</strong>ción con una cosa, que considero desde el punto de vistapráctico, por razones egoístas. Esta concepción en sí no satisface,porque el objeto no es un objeto adecuado para mí. Por elcontrario, <strong>la</strong> concepción teórica es una concepción alegre, que sesatisface, que es feliz, porque en el<strong>la</strong> el objeto es un objeto de<strong>la</strong>mor y de <strong>la</strong> oración; el objeto irradia en <strong>la</strong> luz de <strong>la</strong> libreinteligencia admirablemente, como un diamante, transparentecomo un cristal de roca; <strong>la</strong> concepción de <strong>la</strong> teoría es unaconcepción estética: en cambio, <strong>la</strong> concepción práctica es noestética. Por eso <strong>la</strong> religión completa en Dios <strong>la</strong> falta de unaconcepción estética. Para el<strong>la</strong> el mundo es una nada en sí mismo,y <strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ción y <strong>la</strong> admiración del mundo significa ido<strong>la</strong>tría;porque el mundo es para el<strong>la</strong> sólo una cosa artificial. Por eso Dioses para el<strong>la</strong> una concepción pura, no manchada, es decir unaconcepción teórica o estética. Dios es el objeto con el cual elhombre religioso tiene una re<strong>la</strong>ción objetiva; en Dios existe para élel objeto que tiene interés por sí mismo. Dios es el fin de sí mismo.Por eso Dios tiene para <strong>la</strong> religión el significado que el objeto tieneen general para <strong>la</strong> teoría. La esencia general de <strong>la</strong> teoría es para <strong>la</strong>religión una esencia especial.CAPÍTULO XXI

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