y cuando <strong>la</strong> diferencia no es nada en sí misma, no hay tampocodiferencia en el principio. Supongo <strong>la</strong> diferencia como una esencia,como una verdad, <strong>la</strong> deduzco de una esencia original, y viceversa:ambas cosas son lo mismo. La expresión razonable es: <strong>la</strong>diferencia es tan necesaria para <strong>la</strong> inteligencia, como <strong>la</strong> unidad.Ahora bien; dado que <strong>la</strong> diferencia es una determinaciónesencial de <strong>la</strong> razón, no se puede deducir <strong>la</strong> diferencia, sinpresuponer<strong>la</strong>; no puedo explicar<strong>la</strong> sino por sí misma, porque esuna cosa original, que se comprende por sí so<strong>la</strong>, que se afirma porsí so<strong>la</strong>. ¿De qué modo se origina el mundo o sea lo que esdiferente de Dios? Por <strong>la</strong> diferencia de Dios que hay en Dios de símismo. Dios se concibe, es el objeto de sí mismo, se diferencia desí mismo, luego nace esta diferencia, o sea el mundo sólo de unadiferencia de otra c<strong>la</strong>se; así <strong>la</strong> diferencia exterior de una diferenciainterior, <strong>la</strong> diferencia existente de una diferencia activa o sea de unacto de diferencia; por lo tanto fundamento yo <strong>la</strong> diferencia sólo porsí misma, quiere decir que es un concepto original, un límite de mipensamiento, una ley, una necesidad, una verdad. La últimadiferencia que yo puedo pensar es <strong>la</strong> diferencia de un ser de símismo y en sí mismo. La diferencia de un ser con respecto a otroser se comprende y existe ya por su existencia, es una verdadsensitiva: pues son dos seres. Pero para el pensamiento yofundamento <strong>la</strong> diferencia, al colocar<strong>la</strong> en un sólo ser, o sea cuandolo ligo a <strong>la</strong> ley de <strong>la</strong> identidad. Aquí se encuentra <strong>la</strong> última verdadde <strong>la</strong> diferencia. El principio de Dios que crea este mundo, si se loreduce a sus últimas causas, no es otra cosa sino el acto depensamiento objetivado de acuerdo a sus elementos más simples.Si yo alejo <strong>la</strong> diferencia de Dios, entonces <strong>la</strong> idea de Dios no me daninguna materia para pensar; deja de ser objeto de ideas; pues <strong>la</strong>diferencia es un principio esencial del pensamiento. Por eso, sipongo una diferencia en Dios, ¿qué otra cosa fundamento yobjetivo yo que <strong>la</strong> verdad y <strong>la</strong> necesidad de este 'principio delpensamiento?CAPÍTULO XEl misterio del misticismo o de <strong>la</strong> naturaleza en DiosUNA MATERIA INTERESANTE para criticar <strong>la</strong>s fantasíascosmogónicas y teogónicas <strong>la</strong> da <strong>la</strong> doctrina de <strong>la</strong> naturaleza40eterna en Dios, que ha sido renovada por Schelling, quien <strong>la</strong> sacóde Jakob Böhme.Dios es un espíritu eterno, una auto conciencia llena de luz,una personalidad moral; en cambio, <strong>la</strong> naturaleza es, por lo menosen parte, confusa, oscura, desierta, inmoral, o por lo menos nomoral. Pero es una contradicción que <strong>la</strong> impureza provenga de <strong>la</strong>pureza y <strong>la</strong> oscuridad de <strong>la</strong> luz.¿Cómo podemos, entonces, derivar de Dios esos factoresque hab<strong>la</strong>n en contra de un origen divino? Sólo colocando esaimpureza, esa oscuridad en Dios mismo, diferenciando en Dios unprincipio de <strong>la</strong> luz y de <strong>la</strong> oscuridad. En otras pa<strong>la</strong>bras: sólopodemos explicar el origen de <strong>la</strong> oscuridad renunciando a <strong>la</strong> ideade un origen y suponiendo que <strong>la</strong> oscuridad haya existido desde unprincipio.Pero lo oscuro en <strong>la</strong> naturaleza, es lo irracional, lo material,es <strong>la</strong> naturaleza propiamente dicha en oposición a <strong>la</strong> inteligencia.Por tanto, el sentido sencillo de esta doctrina es: <strong>la</strong> naturaleza, <strong>la</strong>materia, no puede ser explicada ni derivada de <strong>la</strong> inteligencia; es,más bien <strong>la</strong> causa de <strong>la</strong> inteligencia, <strong>la</strong> causa de <strong>la</strong> personalidadsin tener el<strong>la</strong> misma una causa. El espíritu sin naturaleza es sóloun ser ideal; <strong>la</strong> conciencia sólo se desarrol<strong>la</strong> desde <strong>la</strong> naturaleza.Pero esta doctrina materialista es envuelta en una oscuridadmística y, sin embargo, cómoda, por el hecho de que no seexpresa en pa<strong>la</strong>bras generales, c<strong>la</strong>ras y sencil<strong>la</strong>s, de <strong>la</strong>inteligencia, sino mediante <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra "Dios" que es sagrada paralos sentimientos. Si <strong>la</strong> luz en Dios surge de <strong>la</strong> oscuridad de Dios,entonces sólo surge porque en el concepto de <strong>la</strong> luz estáexpresado que ésta debe eliminar lo oscuro y por lo tanto suponelo oscuro sin hacer<strong>la</strong>. De manera que si tú sometes a Dios a unaley general, lo que es nada más que necesario, a no ser quequieras convertir a Dios en un objeto de <strong>la</strong>s más obtusasincoherencias, y si <strong>la</strong> autoconciencia tanto en Dios como engeneral tiene como condición previa un principio natural, ¿por qué,entonces, no prescindes de Dios? Lo que es de por si ley de <strong>la</strong>conciencia, lo es para cualquier ser personal, ya sea hombre, yasea ángel, ya sea demonio, Dios o cualquier otro ser que teimagines. ¿A qué se reducen entonces los dos principios en Dios silos consideramos a <strong>la</strong> luz de <strong>la</strong> inteligencia? Uno de ellos se refierea <strong>la</strong> naturaleza, por lo menos a <strong>la</strong> naturaleza tal como existe en turepresentación, sin tomar en cuenta su realidad; y el otro se refiere
al espíritu, a <strong>la</strong> conciencia, a <strong>la</strong> personalidad. Con respecto a unade sus partes, con respecto a su reverso, l<strong>la</strong>mas a tu Dios no Dios;y sólo lo l<strong>la</strong>mas Dios con respecto a su cara, con respecto a suanverso, donde él se presenta como espíritu y como conciencia;luego, es su ser característico aquello por lo cual es Dios, espíritu,inteligencia, conciencia. Pero, ¿por qué conviertes, entonces, loque es el sujeto propiamente dicho en Dios como Dios, vale decir,como espíritu, en un simple predicado, como si Dios fuera Diosincluso sin espíritu y sin conciencia? ¿Por qué otra razón sinoporque tú piensas como un esc<strong>la</strong>vo de <strong>la</strong> facultad imaginativareligiosa mística y porque sólo te sientes bien y cómodo a <strong>la</strong> luzcrepuscu<strong>la</strong>r y fa<strong>la</strong>z del misticismo? El místico es unadeuteroscopia. El misticismo especu<strong>la</strong> sobre <strong>la</strong> esencia de <strong>la</strong>naturaleza o del hombre; pero en y con <strong>la</strong> imaginación de que élreflexiona sobre otro ser personal distinto de ambos (es decir, de <strong>la</strong>naturaleza y del hombre). El místico tiene los mismos objetos queel pensador sencillo y consciente; pero el objeto verdadero es parael místico no el objeto como tal, sino como una cosa imaginada, ypor eso es <strong>la</strong> cosa imaginada para él, el objeto verdadero.De este modo, es aquí, en <strong>la</strong> doctrina mística de los dosprincipios en Dios, el objeto verdadero <strong>la</strong> patología, y el objetoimaginado <strong>la</strong> teología; es decir, <strong>la</strong> patología se convierte enteología. Ahora bien; no se podría objetar nada en contra de eso si<strong>la</strong> verdadera patología fuera reconocida y l<strong>la</strong>mada, a conciencia,teología; pues nuestra tarea consiste en demostrar que <strong>la</strong> teologíano es otra cosa que patología, antropología y psicología esotérica yque en consecuencia <strong>la</strong> verdadera antropología, <strong>la</strong> verdaderapsicología, tienen mucho más derecho al nombre de teología que<strong>la</strong> misma teología, porque ésta no es otra cosa que una psicologíay antropología imaginadas. Pero el contenido de esta doctrina sinintuición -y por eso mismo es precisamente mística y fantásticapretendeser no patología sino teología, es decir, teología en elsentido antiguo, común de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra: pues se pretende que aquíse nos revele <strong>la</strong> vida de otro ser distante de nosotros, mientras queen realidad sólo se nos reve<strong>la</strong> nuestro propio ser; pero que almismo tiempo se nos oculta nuevamente porque es presentadocomo <strong>la</strong> esencia de otro ser.Se dice que <strong>la</strong> inteligencia se presenta en Dios, no ennosotros, los individuos humanos -pues esto sería una verdaddemasiado trivial- sólo después de <strong>la</strong> pasión de <strong>la</strong> naturaleza, y sedice que no nosotros, sino Dios, evoluciona de <strong>la</strong> oscuridad de41sentimientos e instintos confusos hacia <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ridad de <strong>la</strong>inteligencia, y finalmente se asegura que no en nuestro modo decomprender, sino en Dios mismo <strong>la</strong> oscuridad de <strong>la</strong> noche precedea <strong>la</strong> conciencia ha<strong>la</strong>gadora de <strong>la</strong> luz: en una pa<strong>la</strong>bra, se pretendeque aquí no se represente <strong>la</strong> historia de <strong>la</strong> enfermedad humana,sino <strong>la</strong> historia de <strong>la</strong> evolución es decir, de <strong>la</strong> enfermedad de Dios,pues <strong>la</strong>s evoluciones son enfermedades.Por eso, si el proceso de distinción en Dios que crea estemundo, nos hace ver <strong>la</strong> luz de <strong>la</strong> fuerza distintiva como una esenciadivina, entonces nos presenta, en cambio, <strong>la</strong> noche, o sea <strong>la</strong>naturaleza en Dios como fuerzas divinas o potencias. Así sucedeen los "Pensées confuses", de Leibniz. Pero los "Penséesconfuses" de Leibniz, <strong>la</strong>s representaciones e Ideas confusas yoscuras de imágenes exactas, representan <strong>la</strong> carne, <strong>la</strong> materia;una inteligencia pura segregada de <strong>la</strong> materia sólo tiene ideasluminosas y libres, c<strong>la</strong>ras, es decir, sin imágenes carnales, sinimágenes materiales que excitan <strong>la</strong> fantasía y sublevan <strong>la</strong> sangre.Por eso, <strong>la</strong> noche en Dios no dice otra cosa sino que Dios no esso<strong>la</strong>mente un ser espiritual, sino también material, carnal, corporal:pero como el hombre es hombre y no se le l<strong>la</strong>ma según su carne,según su espíritu, así también Dios.La doctrina mística enuncia esto sólo en imágenes oscuras,místicas indeterminadas y ambiguas. En lugar de <strong>la</strong> expresiónfuerte, pero precisamente por eso precisa y picante, "carne", poneallí <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras abstractas y ambiguas "naturaleza y principio".Dado que nada existe ante Dios o fuera de Dios, debe tener éltambién <strong>la</strong> causa de su existencia en sí mismo. Esto lo dicen todoslos filósofos: pero ellos hab<strong>la</strong>n de esta causa como de un meroconcepto, sin atribuirle realidad y efectividad alguna. Esta causa desu existencia que tiene Dios en sí, no es Dios consideradoabsolutamente, en cuanto existe; pues es so<strong>la</strong>mente <strong>la</strong> causa desu existencia.Esta causa es <strong>la</strong> naturaleza en Dios, un ser por ciertoinseparable de él, pero sin embargo diferente de éste.Análogamente esa re<strong>la</strong>ción puede ser explicada por <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ciónentre <strong>la</strong> gravedad y <strong>la</strong> luz de <strong>la</strong> naturaleza.Esta causa es <strong>la</strong> no inteligencia en Dios. "Lo que es elprincipio de una inteligencia (en el<strong>la</strong> misma), no puede ser a su vezinteligente. Porque de esta no inteligencia ha nacido, en el sentido
- Page 1 and 2: LA ESENCIA DEL CRISTIANISMOLudwig F
- Page 3 and 4: Pero aunque la "infinita libertad y
- Page 5 and 6: pero objetivada, por lo menos en cu
- Page 7 and 8: afirmas la infinitud de la facultad
- Page 9 and 10: como si el hombre religioso se dier
- Page 11 and 12: preguntar si Dios en sí está dota
- Page 13 and 14: no son quimeras, porque la existenc
- Page 15 and 16: y tanto más es rebajado lo humano
- Page 17 and 18: propia actividad. Pero precisamente
- Page 19: que, en verdad, es infinita y divin
- Page 22 and 23: distinguir la esencia y la existenc
- Page 24 and 25: moral, no de la naturaleza, sino ex
- Page 26 and 27: El dogma nos da dos objetos: Dios y
- Page 28 and 29: enefactor invisible; verle cara a c
- Page 30 and 31: servicio divino es el Dios verdader
- Page 32 and 33: La religión, por lo menos la crist
- Page 34 and 35: a las determinaciones genéricas y
- Page 36 and 37: Dios, el ser personificación de la
- Page 38 and 39: CAPÍTULO IXEl misterio del princip
- Page 42 and 43: propio, la inteligencia." "Sin esta
- Page 44 and 45: ateas". Le encanta el brillo de las
- Page 46 and 47: cuando está consigo y con su ser.
- Page 48 and 49: hombre irreligioso, porque sólo cr
- Page 50 and 51: en general están fuera de mi repre
- Page 52 and 53: hubieron visto a Dios, comieron y b
- Page 54 and 55: destructor; en una palabra, Jehová
- Page 56 and 57: que perturban, es reconcentración
- Page 58 and 59: y las cumple; y la fe se refiere a
- Page 60 and 61: sólo vive para sus sentimientos, a
- Page 62 and 63: modo que la resurrección, benefici
- Page 64 and 65: te da la vida eterna, y no te cuest
- Page 66 and 67: y del Hijo. Ya la manera como el Es
- Page 68 and 69: como contenido de todas las perfecc
- Page 70 and 71: astaría para lograr el fin de la e
- Page 72 and 73: Pero se objeta que el cristianismo
- Page 74 and 75: sólo como un ser parcial, que nece
- Page 76 and 77: vida mejor, Dios no es ni justo ni
- Page 78 and 79: vida celestial. La otra vida no es
- Page 80 and 81: vida de alegría, así como aquí c
- Page 82 and 83: omitir estas cosas sin mutilar forz
- Page 84 and 85: La creación, en el sentido del mec
- Page 86 and 87: La contradicción en la existencia
- Page 88 and 89: la existencia de Dios pasa por enci
- Page 90 and 91:
objeto: Dios, el otro ser. El hombr
- Page 92 and 93:
palabra determinada. Otra palabra,
- Page 94 and 95:
original, porque ellos mismos queda
- Page 96 and 97:
participa directamente mi propio se
- Page 98 and 99:
descansa en el parentesco natural:
- Page 100 and 101:
por lo tanto, se simboliza también
- Page 102 and 103:
Luego, las tres personas son solame
- Page 104 and 105:
La religión separa la esencia del
- Page 106 and 107:
significa: el pan es sólo según e
- Page 108 and 109:
especialmente de su causa una cuest
- Page 110 and 111:
solamente a la moral, no a la dogm
- Page 112 and 113:
católicos hoy todavía para demost
- Page 114 and 115:
Pero al mismo tiempo, mientras yo h
- Page 116 and 117:
eligión- o como hacia una persona,
- Page 118 and 119:
vale ella por sí misma como un pod