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LA ESENCIA DEL CRISTIANISMO Ludwig Feuerbach Prólogo a la ...

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Pero <strong>la</strong> determinación fundamental, por <strong>la</strong> cual el hombreconvierte su propio ser en un ser ajeno e inconcebible, es elconcepto, <strong>la</strong> representación de <strong>la</strong> independencia, de <strong>la</strong>individualidad, o -lo que sólo es una expresión abstracta- de <strong>la</strong>personalidad. El concepto de <strong>la</strong> existencia se realiza en el conceptode <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción: pero el concepto de <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción, por ser elconcepto del acto de <strong>la</strong> autogeneración de Dios, se realiza en elconcepto de <strong>la</strong> personalidad. Dios es un ser personal; es ésta <strong>la</strong>sentencia, que de un golpe transforma como en un encanto lorepresentado en efectividad, lo subjetivo en objetivo. Todos lospredicados, todas <strong>la</strong>s determinaciones de <strong>la</strong> esencia divina son, enel fondo, humanos: pero <strong>la</strong>s determinaciones de un ser personaldistinto e independiente del hombre, aparentan ser tambiéndirectamente determinaciones distintas y reales, pero de tal modoque, sin embargo, ponen siempre todavía por base <strong>la</strong> unidadesencial. De este modo se forma para <strong>la</strong> reflexión el concepto delos l<strong>la</strong>mados antropomorfismos. Los antropomorfismos sonsemejanza entre Dios y el hombre. Las determinaciones del serdivino y humano no son <strong>la</strong>s mismas; pero se parecen <strong>la</strong>s unas a <strong>la</strong>sotras.Por eso es también <strong>la</strong> personalidad el antídoto contra elpanteísmo; es decir, debido a <strong>la</strong> representación de personalidad, <strong>la</strong>reflexión religiosa afirma <strong>la</strong> diferencia entre el ser divino y humano.La expresión grosera pero siempre característica del panteísmo es:el hombre es una emanación o una parte del ser divino, es dedescendencia divina. En cambio, <strong>la</strong> expresión religiosa dice: elhombre es una imagen de Dios o también; un ser emparentado conDios; según <strong>la</strong> religión el hombre no procede de <strong>la</strong> naturaleza, sinoque es de género divino, de descendencia divina. Pero elparentesco es una expresión no determinada. Hay grados deparentesco, parentesco lejano y cercano. ¿A qué c<strong>la</strong>se deparentesco se alude aquí? Pero en <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción del hombre con Diosen el sentido de <strong>la</strong> religión sólo existe una re<strong>la</strong>ción de parentesco:<strong>la</strong> más próxima, más íntima, más santa que puede imaginarse; <strong>la</strong>re<strong>la</strong>ción del Hijo al Padre. Por tanto Dios y el hombre se distinguende <strong>la</strong> siguiente manera: Dios es el Padre del hombre, el hombre esel Hijo, el Hijo de Dios. Aquí se ha puesto <strong>la</strong> independencia de Diosy <strong>la</strong> dependencia del hombre como un objeto de los sentimientos yesto en forma inmediata, mientras que en el panteísmo cada unade <strong>la</strong>s partes aparece tan independiente como <strong>la</strong> anterior, porqueeste entero es considerado como un conjunto compuesto de sus97partes. Sin embargo, esta diferencia es una apariencia so<strong>la</strong>mente.El Padre no es Padre sin Hijo; los dos forman un ser común. En e<strong>la</strong>mor, el hombre renuncia a su independencia, rebajándose aformar una parte –una humil<strong>la</strong>ción que sólo se recompensa por elhecho de que el otro individuo también se rebaja a formar unaparte, que ambas se someten a un poder superior- al poder delespíritu familiar que es el amor. Por eso hay aquí <strong>la</strong> misma re<strong>la</strong>ciónentre Dios y el hombre que en el panteísmo; sólo que aquí es unare<strong>la</strong>ción impersonal y general; en el panteísmo se expresalógicamente, pero por eso en forma determinada y directa, lo queen <strong>la</strong> religión es ve<strong>la</strong>do por <strong>la</strong> fantasía. La unidad o más bien <strong>la</strong> nodiferencia de Dios y el hombre, se cubre pues aquí por el hecho deque se considera a ambos como personas o individuos y a Dios a<strong>la</strong> vez (aparte de su paternidad), como un ser independiente; perocuya independencia sólo es una apariencia; porque el que, como elDios religioso, es padre de corazón, tiene su vida y su esencia ensu hijo.La mutua y tierna re<strong>la</strong>ción de dependencia de Dios comoPadre y del hombre como Hijo, no puede anu<strong>la</strong>rse por <strong>la</strong> distinciónde que sólo Cristo sea el hijo natural, pero que los hombres seanhijos adoptivos de Dios, que por lo tanto Dios tenga una re<strong>la</strong>ción dedependencia esencial sólo con respecto a Cristo por ser éste suhijo unigénito, pero de ninguna manera a los hombres. Porque estadiferencia es so<strong>la</strong>mente una diferencia teológica, es decir, ilusoria.Dios adopta so<strong>la</strong>mente a los hombres y no a los animales. Lacausa de <strong>la</strong> adopción está en <strong>la</strong> naturaleza humana. El hombreadoptado por <strong>la</strong> gracia divina es sólo el hombre consciente de sunaturaleza y dignidad divinas. A más de esto el Hijo Unigénitomismo no es otra cosa que el concepto de <strong>la</strong> humanidad, que elhombre preposesionado de sí mismo, el hombre que se oculta desí mismo y ante el mundo en Dios: el hombre celestial. El Lagos esel hombre secreto, taciturno, en cambio, es el Lagos manifiesto oexpresado. El Logos es so<strong>la</strong>mente el avant-propos del hombre. Loque vale del Logos vale también de <strong>la</strong> esencia del hombre. Peroentre Dios y el Hijo Unigénito no hay ninguna diferencia esencial,quien conoce al Hijo conoce al Padre, luego tampoco existediferencia entre Dios y el hombre.Es el mismo caso como con <strong>la</strong> semejanza de Dios. Laimagen no es aquí un ser muerto, sino viviente. El hombre es <strong>la</strong>imagen de Dios no quiere decir otra cosa sino que el hombre es unser semejante a Dios. La semejanza entre seres vivientes

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