4LeF3MkL4
4LeF3MkL4
4LeF3MkL4
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
sinpermiso<br />
palabras de sus propios defensores, el trabajo garantizado es<br />
algo a muy largo plazo, si tomamos en serio que existen ocho<br />
millones de personas sin trabajo o con trabajo a tiempo parcial<br />
porque no tienen la alternativa del trabajo a tiempo completo.<br />
Vayamos ahora al segundo punto indicado. Hemos escrito en<br />
alguna otra ocasión que la política económica, tal como indica<br />
el orden de las palabras, es primero política y después<br />
económica. No hay nada más falso que las cantinelas más<br />
repetidas por casi todos los gobernantes europeos: "son las<br />
medidas que el país necesita", "son necesarios estos sacrificios<br />
para salir pronto de la crisis", "la situación económica impone<br />
estas desagradables medidas", "todos debemos sacrificarnos<br />
para salir adelante", etc., etc. Ninguna medida de política<br />
económica mínimamente importante es neutral en el sentido<br />
preciso de que perjudica o beneficia a toda la población. Toda<br />
medida de política económica perjudica a unos sectores<br />
sociales y beneficia a otros.<br />
Ejemplos, meros ejemplos: bajar los impuestos a los más ricos,<br />
congelar o bajar las pensiones, facilitar y abaratar los despidos<br />
laborales, gravar con aranceles productos extranjeros, bajar el<br />
sueldo de los trabajadores del sector público, destinar menos<br />
recursos a la educación pública, introducir el copago sanitario,<br />
idear unos presupuestos públicos de austeridad en plena<br />
recesión… No es difícil descubrir quien gana y quien pierde en<br />
cada uno de estos casos. Primero se decide a qué sectores<br />
sociales va a favorecerse y después se instrumentan los<br />
medios económicos que hará posible lo primero. En palabras<br />
de Joseph Stiglitz: "El gobierno tiene la potestad de trasladar el<br />
dinero de la parte superior a la inferior y a la intermedia y<br />
viceversa".<br />
La RB no es solamente una medida contra la pobreza, es una<br />
propuesta que pretende ser parte integrante de una política<br />
económica diferente. Una política económica que quiere dotar<br />
de la existencia material imprescindible a la población para<br />
hacer posible la libertad efectiva de todos los miembros de la<br />
sociedad. Característica "subversiva" que ha captado<br />
perfectamente la derecha toda y por ello la ha considerado tan<br />
peligrosa cuando se ha discutido por dos veces en el<br />
parlamento central del Reino de España. Y esta característica<br />
de la RB, la de consistir en un buen medio para incrementar la<br />
libertad de la ciudadanía no rica, las rentas mínimas o las<br />
rentas garantizadas solamente la contemplan, y parcialmente,<br />
para una fracción pequeñísima de la población. Pongamos<br />
aunque solamente sea un aspecto como ejemplo para hacer<br />
más evidente lo que queremos decir.<br />
El poder de negociación de la clase trabajadora se<br />
incrementaría. O dicho de otra manera, la principal<br />
herramienta de que dispone el capital para disciplinar a la<br />
clase obrera, como decía entre otros grandes economistas<br />
Michael Kalecki, es la existencia de una población excedente.<br />
Esta población excedente es en la actualidad de proporciones<br />
inmensas. Con una RB esta "principal herramienta", este<br />
poder disciplinador, quedaría enormemente debilitada. Algo<br />
que CCOO y UGT no han visto o no han querido ver. Por<br />
144