4LeF3MkL4
4LeF3MkL4
4LeF3MkL4
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
sinpermiso<br />
BORJA BARRAGUÉ· · · · · 08/03/2015<br />
La RB en la época de Piketty (y Meade)<br />
Dice Piketty que en las novelas de los siglos XVIII y XIX, las de<br />
Jane Austen y Balzac, el dinero estaba por todas partes. No sólo<br />
“como fuerza abstracta”, sino sobre todo porque “esos [niveles<br />
de ingresos] permitían fijar en la mente del lector estatus<br />
sociales muy determinados, niveles de vida por todos conocidos”<br />
(Piketty, 2014: 122). En los artículos de prensa sobre economía<br />
de hoy, los de Paul Krugman y Wolfang Münchau, la<br />
desigualdad está por todas partes. No sólo como “fuerza<br />
abstracta”, sino también y sobre todo porque las magnitudes del<br />
índice de Gini son hoy una forma sencilla y rápida de transmitir<br />
al lector desigualdades de oportunidades económicas muy<br />
determinadas, niveles de conflicto social por todos conocidos. La<br />
diferencia entre las desigualdades de las que hablaba Balzac y<br />
de las que venía hablando hasta hace apenas un año Krugman<br />
era, según había establecido el enfoque económico estándar,<br />
que mientras que las primeras estaban causadas sobre todo por<br />
diferencias en la propiedad del capital, las desigualdades<br />
contemporáneas se deben a diferencias en las capacidades de<br />
los individuos para obtener rentas en los mercados laborales. Es<br />
decir, que mientras que la élite económica del siglo XIX estaba<br />
compuesta en su mayoría por rentistas, el 1% más rico de la<br />
economía del conocimiento de finales del siglo XX había<br />
trabajado duro para alcanzarse esa posición.<br />
La idea que subyace a El Capital en el siglo XXI es que desde<br />
comienzos de la década de los 70 no sólo se ha producido un<br />
cambio en la distribución de los frutos (crecimiento) que genera el<br />
capitalismo, sino que se ha producido un cambio en el propio<br />
sistema y estamos volviendo a un capitalismo de rentistas. Que<br />
en los últimos 30 o 40 años se ha venido produciendo una<br />
creciente concentración de los beneficios en el extremo superior<br />
de la distribución es un hecho ampliamente documentado. Pero a<br />
diferencia de lo que pensábamos hasta ahora, nos dice Piketty, y<br />
ésta es la gran aportación de su Capital, la razón de esa<br />
concentración no está en las rentas salariales sino en las rentas<br />
del capital. Éstas no serían tan malas noticias si lo ocurrido entre<br />
1970 y 2010 fuera algo más o menos excepcional. Pero las<br />
malas noticias de Piketty son realmente muy malas, porque lo<br />
que muestran sus series históricas es que: (1) lo ocurrido en los<br />
últimos años es la norma y que lo excepcional es el “capitalismo<br />
inclusivo” o de bienestar del periodo 1945-1970 (básicamente<br />
por la destrucción de capital físico provocada por las dos guerras<br />
160