Informe-Anual-2016-vol4-Mujeres

dación 23, inciso a del Comité cedaw, en 2012, al eliminarse la excepción del cumplimiento de
la cuota de género en candidaturas de mayoría relativa y al presentarse elecciones democráticas
internas conforme a los estatutos de cada partido, lo cual estaba establecido en el párrafo 2 del
artículo 219 del Cofipe. Así, esta ley establece como “derecho de los ciudadanos y obligación de
los partidos políticos la igualdad de oportunidades y la paridad entre hombres y mujeres para tener
acceso a cargos de elección popular” (artículo 7º), paridad que no sólo debe ser promovida sino
garantizada, por lo que se faculta al Instituto Nacional Electoral (ine) y a los organismos públicos
electorales locales para rechazar registros de candidaturas que no cumplan con ella, así como su
procedimiento (artículos 232 a 235).
En la misma fecha fue publicada la Ley General de Partidos Políticos, en la cual queda asentada
nuevamente su obligación de “garantizar la paridad en candidaturas a legisladores federales y locales”
(artículo 24, inciso r), así como de “promover la participación política en igualdad de oportunidades
y equidad entre mujeres y hombres” (artículo 36, párrafo 1, inciso e). Además se establece
su deber de destinar 3% del financiamiento público ordinario “para la capacitación, promoción
y el desarrollo del liderazgo político de las mujeres” (artículo 51, párrafo 1, inciso a, fracción v),
que deberá de ser reportado junto con el utilizado para “conseguir la participación ciudadana en la
vida democrática y la difusión de la cultura política” (artículo 72, párrafo 2, inciso a), además de
establecer algunos rubros en los que se podrán aplicar estos recursos, entre ellos, investigaciones,
publicaciones, mesas de trabajo, talleres y otros eventos, como en propaganda y difusión de las
acciones que se implemente en la materia (artículo 73). A pesar del avance que significó aumentar
el porcentaje de 2% para el desarrollo del liderazgo de las mujeres establecido en el Cofipe a 3% en
la actual ley, frente a lo que algunos especialistas señalan “aún se desconoce la información sobre
el ejercicio de estos recursos”. 432
A nivel interno de los partidos, esta ley queda corta al establecer en su artículo 3º sólo que se
buscará “la participación efectiva de ambos géneros en la integración de sus órganos”, más no que
se garantizará. En cuanto a la postulación de candidaturas, este mismo artículo señala que cada partido
político “determinará y hará públicos los criterios para garantizar la paridad de género en las
candidaturas a legisladores federales y locales”, aunque no se admitirá que a “alguno de los géneros
le sean asignados exclusivamente aquellos distritos en los que el partido haya obtenido los porcentajes
de votación más bajos en el proceso electoral anterior” (párrafo 4 y 5); es decir, la ley vigente
deja como prerrogativa que cada partido político estipule los criterios y métodos en sus propios
estatutos, lo cual según algunos investigadores es “un débil indicador de rendición de cuentas, de
cara a la militancia y el electorado en materia de transparencia y democracia interna”. 433
A pesar de las reformas y los avances alcanzados, quedan aún aspectos pendientes sobre los
que se debe continuar trabajando para contar con un marco regulatorio que garantice los derechos
político-electorales de las mujeres, entre ellos están:
432
Daptnhe Cuevas y Benjamín Acosta, “A 20 años de Beijing, las mujeres en el poder y la adopción de decisiones”, en Dfensor,
año xiii, núm. 2, op. cit., p. 48.
433
Blanca Oliva Peña Molina, “La paridad de género: eje de la Reforma Político-Electoral en México”, en Revista Mexicana de
Estudios Electorales, núm. 14, México, somee, 2014, p. 54.
172 Informe anual 2016 Volumen iv. La Ciudad de México de cara a la Novena Comparecencia ante el Comité cedaw