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Al respecto, Magdalena García señala que<br />
En el ámbito de la incorporación y transversalidad de la perspectiva de género en el proceso presupuestal,<br />
la gestión por resultados presenta avances lentos e insignificantes. Por ejemplo, el Proigualdad<br />
2013-2018 alude a un gradualismo limitado a tres programas por año para incorporar al anexo de<br />
Erogaciones para la igualdad entre mujeres y hombres. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política<br />
de Desarrollo Social (Coneval) contabilizó 176 programas federales presupuestales en 2013, sólo en<br />
materia de desarrollo social. Actualmente el anexo de Erogaciones para la igualdad entre mujeres y<br />
hombres del Presupuesto de Egresos de la Federación considera 30 programas federales. Y al ritmo<br />
que señala el Proigualdad, en 48 años se incorporará la perspectiva de género en el presupuesto, sólo<br />
considerando los programas sociales.<br />
Por otro lado, en un estudio comparativo entre 2013 y 2015 –realizado por quien escribe este<br />
texto– se advierte un porcentaje ínfimo del gasto transversal y para acciones afirmativas en 14 entidades<br />
y en la federación. El mayor porcentaje respecto del total del gasto en las entidades se da en<br />
el Distrito Federal, que apenas rebasa 1% y no registra tendencia creciente. Desde 2013 sólo<br />
Chiapas (0.36% en 2014), Chihuahua (0.96% en 2015) y Guerrero (0.35% en 2014) muestran tendencias<br />
crecientes en sus presupuestos para la igualdad, aún desde niveles muy bajos. El resto de las<br />
entida des registra valores de entre 0.2 y 0.02 por ciento. 26<br />
Otro aspecto a resaltar es que se requiere gasto público de género en todos los sectores y no sólo<br />
centrarse en algunos (como educación y salud, que se vinculan a los derechos sexuales, los derechos<br />
reproductivos y la violencia en sus diversas expresiones), que tradicionalmente acumulan la mayor<br />
inversión. 27<br />
Aunque hay un entramado normativo, institucional y programático dirigido a promover y<br />
garantizar los derechos de las mujeres en México, por ejemplo la creación de los ya mencionados<br />
Centros de Justicia para <strong>Mujeres</strong> en diversas entidades del país, el panorama es complejo y está<br />
lejos de lograr la igualdad, así como de asegurar una vida libre de violencia. La política aún no<br />
logra permear en la vida y condiciones de todas las mujeres en el país, más aún cuando “enfrentan<br />
situaciones de mayor vulnerabilidad: mujeres rurales, indígenas, privadas de su libertad, afrodescendientes,<br />
mayores, migrantes y aquellas que viven con alguna discapacidad o en extrema pobreza”. 28<br />
Existe una diversidad de problemáticas y retos por superar para alcanzar la igualdad, y todavía más<br />
cuando se identifica que 23 546 mujeres y 187 378 hombres fueron asesinados en el país de 2000<br />
a 2013, que hasta julio de 2014, 22 322 personas fueron no localizadas (7 196 mujeres y 15 126<br />
hombres) y que entre 2001 y 2014 se documentaron 34 casos de defensoras de derechos humanos<br />
asesinadas (cinco en la Ciudad de México). 29<br />
26<br />
Magdalena García Hernández, op. cit., p. 59.<br />
27<br />
María Eugenia Romero, “Beijing, 20 años después en materia económica”, en Dfensor, año xiii, núm. 2, op. cit., pp. 43 y 44.<br />
28<br />
Instituto Nacional de las <strong>Mujeres</strong>, <strong>Informe</strong> de México sobre la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, op.<br />
cit., pp. 15 y 16.<br />
29<br />
Magdalena García Hernández, op. cit., p. 59.<br />
Capítulo 1 Panorama general de los derechos humanos de las mujeres en la Ciudad de México 19