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112 Ana María Larrea Maldonado<br />
existía una identidad «ecuatoriana», puesto que el país no existía como tal; las<br />
provincias actualmente existentes en su momento también fueron un invento<br />
del proceso colonial que echó abajo las delimitaciones territoriales preexistentes.<br />
Por otra parte, pensando en los intercambios económico-productivos, la tradición<br />
regional desde una perspectiva de manejo de pisos ecológicos (horizontalidad)<br />
es mucho más vieja que la actual división territorial del Ecuador. Mucho<br />
antes de la llegada de los incas a nuestro territorio ya se daban relaciones e intercambios<br />
entre costa, sierra y amazonía. Con la invasión incaica las relaciones<br />
horizontales entre territorios se profundizaron, generándose verdaderas regiones<br />
de gran escala.<br />
Quienes coinciden en la necesidad de crear un nivel intermedio de gobierno,<br />
pero se oponen a la creación de las regiones, argumentan que el nivel intermedio<br />
de gobierno debía ser asumido por las provincias. Sin embargo, la escala territorial<br />
de las provincias no permite enfrentar el problema de los desequilibrios territoriales<br />
y emprender un programa de desarrollo económico local efectivo. Si el<br />
objetivo es disminuir los desequilibrios territoriales, la actual división provincial<br />
no permite alcanzar este objetivo, dado que existen provincias extremadamente<br />
pobres y otras con altísima concentración de la riqueza. Mantener la anterior<br />
división territorial del país conllevaba el perpetuar los altísimos niveles de<br />
desigualdad en los territorios.<br />
Es importante anotar que otras experiencias en el mundo, y particularmente<br />
en la Unión Europea, han tendido hacia la integración de los territorios y la búsqueda<br />
de unidades territoriales mayores, con su respectivo fortalecimiento, en<br />
contra de la fragmentación. La mayor parte de países europeos redujeron notablemente<br />
el número de municipios y se fortaleció el nivel intermedio 36 ; mientras<br />
que en América Latina la tendencia es la opuesta: hacia la división y la fragmentación.<br />
En el Ecuador en los últimos 25 años se han creado tantos municipios<br />
como a lo largo de la historia nacional. Actualmente el 45% de los municipios tienen<br />
menos de 25 años de vida, y el 78% no cumplen con los mínimos requisitos<br />
de población que exige la ley (50.000 habitantes) (Carrión, 2006: 48).<br />
Ya en el año 1999 algunas de las propuestas de descentralización presentadas<br />
al país ubicaban la falta de un nivel de gobierno intermedio como un problema<br />
para lograr una adecuada articulación entre los gobiernos locales y el gobierno<br />
nacional. En la propuesta de la Asociación de Municipalidades del Ecuador del<br />
año 1999 se plantea la creación de autonomías regionales con la participación<br />
de una o más provincias; Fernando Carrión planteaba la creación de siete niveles<br />
departamentales, Franklin López la creación de regiones federales; y Ricardo<br />
Noboa la creación de dos regiones autónomas (Barrera, Ramírez y Rodríguez,<br />
1999: 61, 71).<br />
Los niveles intermedios de gobierno juegan un rol articulador territorial<br />
fundamental. De ahí el papel central que cumple la planificación a esta escala y<br />
su vinculación interregional con los procesos nacionales.<br />
Pese a que la creación de un nivel intermedio de gobierno es sin duda un<br />
avance importante en términos de articulación territorial, y que abre posibilidades<br />
para impulsar procesos de desarrollo económico local, la nueva Constitución<br />
no logró una adecuada diferenciación funcional entre niveles de gobierno,<br />
36 Inglaterra pasó de 2.000 a 500 municipios; Alemania de 24.000 a 3.500; Austria de 4.000 a 2.300;<br />
Suecia de 2.500 a 270 (Carrión, 2006: 48).