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22. Estudios y rechiras arredol d´a lengua aragonesa y a suya ...

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III TROBADA (UESCA-ALQUEZRA, 2001)<br />

que nos relata alborozada y minuciosamente episodios de su luna de miel acaecidos<br />

en las grutas secretas del Monasterio de Piedra.<br />

Alhama do Aragón, día 7 de diciembre de 1934<br />

Pensábamos despedirnos de Milmarcos este día por la mañana pero después<br />

cambiamos de opinión ante el temor a la comida que nos pudiesen dar en la muy<br />

lóbrega y mala posada de Campillo.<br />

De modo que a las 12 volvimos a Milmarcos a comer interrumpiendo el trabajo<br />

durante 2 horas. Sabiendo en Campillo que hoy nos marchábamos o bien<br />

porque había buena estufa, reunióse en el Ayuntamiento un grupo de personas<br />

deseosas de prestarnos ayuda, de distraerse, y de calentarse. Correspondimos a<br />

su amable proceder dándoles un rato de charla, sobre la necesidad de construir<br />

escuelas. Aquí aproveché yo la ocasión para poner el ejemplo de muchos pueblos<br />

de mi Asturias, que construían a sus expensas, y por prestación personal, sus<br />

escuelas. Tal era el afán de saber.<br />

Por fin abandonamos Campillo, último pueblo de esta larga serie que hemos<br />

estudiado, y tomamos la dirección de Alhama. Aquí nos disponemos a pasar la<br />

noche con el fin de asearnos un poco, ya que hay hoteles con baños. En nuestra<br />

entrevista con el dueño del hotel en que estamos ha ocurrido un caso digno de<br />

memoriar. Y es que como le preguntásemos cuánto valía cena, cama y desayuno<br />

y nos dijese que 13 pesetas, tuvimos que apelar al tan socorrido cuanto indigno y<br />

vergonzoso truco de fingirnos viajantes. "Pues mire usted -le objetamos-, un compañero<br />

viajante nos aseguró que para los de nuestra clase tenía precios especiales".<br />

El señor Cíuajardo -que así se llamaba el poseedor de la finca- nos dice: "¡Ah!<br />

¿Pero son ustedes viajantes?". A pesar de que no teníamos mucha pinta de tales<br />

con briches y gafas y libros, salimos enseguida al paso de sus dudas diciendo: "Sí,<br />

señor, trabajamos material escolar". Medio convencido debió quedar el hombre,<br />

pues solo nos hizo una media rebaja en el precio con relación a los informes que<br />

nos había dado el viajante, comensal nuestro en Milmarcos. Acerca de esta<br />

suplantación de profesión por razones de unas vulgares pesetas cabría hacer<br />

unas consideraciones. Pero nuestra dignidad se halla tan ofendida que vale más<br />

no mtmeallo.<br />

Madrid, día 8 de diciembre de 1934<br />

Partimos temprano de Alhama rumbo a Madrid, con el propósito de hacer<br />

algo de turismo y visitar Medinaceli, Sigüenza e Hita. Fracasamos estrepitosamente<br />

en Medinaceli, en donde después de echarle a los pechos al Kord una<br />

mantecita cruel, arribamos a un horrendo villorio sin antiguallas notables.<br />

Después de compadecer al registrador, al juez y al notario, pues Medinaceli es<br />

cabeza de partido, nos dirigimos a Sigüenza en donde nos emocionamos tan<br />

sincera y profundamente ante el tan seductor sepulcro de El Doncel, que nos<br />

olvidamos de lo desmesuradamente caras que el cabildo vende las entradas<br />

que exige para admirarle. Después en el camino de Hita vamos abriendo desmesuradamente<br />

los ojos en busca de alguna serrana de las que cantara el Arcipreste,<br />

pero aunque la carretera está bastante poblada, pues hoy es festividad<br />

religiosa, no llegamos a entusiasmarnos. Lorenzo ha encontrado a dos maestras<br />

conocidas <strong>suya</strong>s. ¿En qué rincón del planeta dejará de tener Lorenzo conocimientos?<br />

Y la discreta hermosura de ellas combinada con una llovizna que<br />

ha empezado a caer hace que nos distraigamos y pasemos de largo a Hita. Después<br />

de Guadalajara, la proximidad de los Madriles combinada con las copas<br />

ingeridas en aquella ciudad, ya que los bizcochos borrachos que tomamos no<br />

nos parecieron suficientemente ídem, hace que adquiramos euforia y entonemos<br />

la canción escolar que ha sido nuestro himno atlántico en esta excursión,<br />

y a la que otorgamos el honor de figurar en estas memorias transcribiéndola<br />

fonéticamente:<br />

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