07.05.2013 Views

Borges, Jorge Luis - Obras Completas - Literatura Argentina UNRN

Borges, Jorge Luis - Obras Completas - Literatura Argentina UNRN

Borges, Jorge Luis - Obras Completas - Literatura Argentina UNRN

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

HISTORIA DE LA ETERNIDAD 369<br />

tantinop.la y de que Jesucristo no es menos. El bisonte del prado<br />

de la gaviota, el halcón de la ribera y el caballo que corre por<br />

arrecifes no son tres animales anómalos, sino una sola nave maltrecha.<br />

De esas penosas ecuaciones sintácticas la primera es de<br />

segundo grado, puesto que la pradera de la gaviota ya es un nombre<br />

del mar. .. Desatados esos nudos parciales, dejo al lector la<br />

clarificación total de las líneas, un poco décevante por cierto. La<br />

Saga de Njal las pone en la boca plutónica de Steinvora, madre<br />

de Ref el Escaldo, que narra acto continuo en lúcida prosa cómo<br />

el tremendo Thor lo quiso pelear a Jesús, y éste no se animó.<br />

Niedner, el germanista, venera lo "humano-contradictorio" de esas<br />

figuras y las propone al interés "de nuestra moderna poesía, ansiosa<br />

de valores de realidad".<br />

Otro ejemplo, unos versos de Egil Skalagrímsson:<br />

Los teñidores de los dientes del lobo<br />

Prodigaron la carne del cisne rojo.<br />

El halcón del rocío de la espada<br />

Se alimentó con héroes en la llanura.<br />

Serpientes de la luna de los piratas<br />

Cumplieron la voluntad de los Hierros.<br />

Versos como el tercero y el quinto, deparan una satisfacción casi<br />

orgánica. Lo que procuran trasmitir es indiferente, lo que sugieren<br />

nulo. No invitan a soñar, no provocan imágenes o pasiones;<br />

no son un punto de partida, son términos. El agrado —el suficiente<br />

y mínimo agrado— está en su variedad, en el heterogéneo<br />

contacto de sus palabras. 1 Es posible que así lo comprendieran<br />

los inventores y que su carácter de símbolos fuera un<br />

mero soborno a la inteligencia. Los Hierros son los dioses: la<br />

luna de los piratas, el escudo; su serpiente, la lanza; rocío de la<br />

espada, la sangre; su halcón, el cuervo; cisne rojo, todo pájaro<br />

ensangrentado; carne del cisne rojo, los muertos; los teñidores de<br />

1 Busco el equivalente clásico de ese agrado, el equivalente que el más<br />

insobornable de mis lectores no querrá invalidar. Doy con el insigne soneto<br />

de Quevedo al duque de Osuna, horrendo en galeras y naves e infantería<br />

armada. Es fácil comprobar que en tal soneto la espléndida eficacia del dístico<br />

Su Tumba son de Flandes las Campañas<br />

Y su Epitafio la sangrienta Luna<br />

es anterior a toda interpretación y no depende de ella. Digo lo mismo de<br />

la subsiguiente expresión: el llanto militar, cuyo "sentido" no es discutible,<br />

pero sí baladí: el llanto de los militares. En cuanto a la sangrienta Luna,<br />

mejor es ignorar que se trata del símbolo de los turcos, eclipsado por no<br />

sé qué piraterÍHs de don Pedro Téllez Girón.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!