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32. El pasaje (hë periochë). Véase el verbo periechei, así empleado en 1 Pedro 2:6. Esta palabra se emplea bien de la sección, como en el Codex A antes<br />
del comienzo de Marcos, o del contenido de un pasaje. Aquí él estaba leyendo un pasaje particular (Is. 53:7ss.). La cita es de la LXX, que tiene algunas variaciones<br />
del hebreo.<br />
33. No se le hizo (ërthë). Primer aoristo de indicativo, voz pasiva, de airö, quitar fuera. No está claro cuál es aquí el significado, ni en el hebreo ni en la LXX.<br />
Knowling sugiere que la idea es que la justicia fue detenida, eliminada, en su muerte, como ciertamente lo fue con la muerte de Cristo.<br />
34. ¿De quién? (peri tinos;). Con respecto a quién, tocante a quién, una indagación pertinente, desde luego, y uno de los problemas que tienen muchos<br />
críticos en la actualidad.<br />
35. Comenzando desde esta escritura (arxamenos apo tës graphës tautës). Como texto. Felipe no necesitaba un mejor comienzo que este pasaje mesiánico<br />
de Isaías. Le anunció el evangelio de Jesús (euëggelisato autöi ton Iësoun). Felipe no abrigaba dudas acerca del significado mesiánico del pasaje, y sabía<br />
que Jesús era el Mesías. Hay académicos que no encuentran en absoluto a Jesús en el Antiguo Testamento, pero el mismo Jesús lo hizo (Lc. 24:27), lo mismo<br />
que Felipe aquí. El estudio científico del Antiguo Testamento (investigación histórica) pierde su objetivo si deja de encontrar a Cristo como Centro de toda la historia.<br />
El conocimiento del profeta individual no siempre es claro, pero después de los acontecimientos arroja una luz retrospectiva que lo ilumina todo (1 P. 1:11ss.;<br />
2 P. 1:19–21).<br />
36. ¿Qué impide que yo sea bautizado? (Ti köluei me baptisthënai;). Evidentemente, Felipe había dicho algo acerca del bautismo siguiendo a la fe y a la<br />
conversión. El versículo 37 no forma una parte genuina de Hechos, siendo una adición occidental. Unas liturgias bautismales posteriores lo incorporan.<br />
39. Del agua (ek tou hudatos). No del borde del agua, sino fuera del agua, como en Marcos 1:10. Arrebató (hërpasen). Repentina y milagrosamente, porque<br />
harpazö, como el latín rapio, significa cargar afuera. Cf. 2 Corintios 12:2; 1 Tesalonicenses 4:17. Siguió … su camino (eporeueto). Imperfecto activo.<br />
40. Anunciaba el evangelio (euëggelizeto). Imperfecto, voz media, describiendo la gira evangelística de Felipe «hasta que llegó a Cesarea» (heös tou elthein<br />
auton, infinitivo articular genitivo con la preposición heös y el acusativo de referencia general), donde se estableció como su cuartel general desde entonces<br />
(Hch. 21:28) y fue conocido como el Evangelista.<br />
CAPÍTULO 9<br />
1. Aún (eti). Como si hubiera pasado algún tiempo entre la muerte de Esteban, como queda naturalmente implicado por la progresión de la persecución que<br />
se describe en 8:3. El celo de Saulo, el perseguidor, aumentaba con el éxito. Respirando … amenazas y muerte (enpneön apeilës kai phonou). Participio presente<br />
activo de un viejo y común verbo. No «resoplando» (afuera), sino «respirando adentro» (inhalando) como en Esquilo y Platón, o «respirando más y más» (de<br />
Homero en adelante). El genitivo partitivo de apeilës y de phonou significa que las amenazas y la muerte habían llegado a ser el mismo aliento que Saúl inhalaba,<br />
como un caballo de guerra que respira el olor de la batalla. Respiraba sobre los discípulos que quedaban la muerte que ya había inhalado en la aniquilación de<br />
los otros. Exhalaba lo que inhalaba. Jacob había dicho que «Benjamín es lobo arrebatador» (Gn. 49:27). Este magno hijo de Benjamín estaba cumpliendo esta<br />
profecía (Furneaux). El olor de la sangre en la muerte de Esteban fue placentero para el joven Saulo (8:1) y ahora se gozaba en la destrucción de los santos,<br />
tanto hombres como mujeres. En 26:11 Lucas cita a Pablo diciendo que estaba «enfurecido sobremanera contra ellos».<br />
2. Pidió (ëitësato). Primer aoristo de indicativo, voz media, el medio indirecto, pidió para sí (como favor para sí). Felten señala que «Saulo, el fariseo, hace<br />
la petición a un saduceo» (el sumo sacerdote), bien a Caifás si fue antes del 35 d.C., pero si fue en el 36, a Jonatán, hijo de Caifás, o si en el 37 a Teófilo, otro<br />
hijo de Caifás. Cartas (epistolas). Julio César y Augusto habían concedido jurisdicción al sumo sacerdote y al Sanedrín sobre los judíos en ciudades extranjeras,<br />
pero esta autoridad eclesiástica central no era siempre reconocida en cada comunidad local fuera de Judea. Pablo dice que recibió autoridad de parte de los sacerdotes<br />
para ir a Damasco (Hch. 26:10), así como de parte de «los ancianos» (22:5), esto es, el Sanedrín. De Damasco (eis Damaskon). Como si no quedaran<br />
discípulos importantes (excepto los apóstoles en Jerusalén) en Judea. En esta época Damasco puede haber estado bajo el dominio de Aretas de Arabia (tributario<br />
de Roma), como desde luego lo estaba un par de años después cuando Saulo escapó en un cesto (2 Co. 11:32). Esta antigua ciudad es la más duradera en la<br />
historia del mundo (Knowling). Está a unos 240 kilómetros (150 millas) al noreste de Jerusalén, y regada por el río Abana, del Antilíbano. Aquí había gran número<br />
de judíos (10.000 de ellos fueron muertos posteriormente por Nerón) y aquí se habían refugiado algunos de los discípulos ante la persecución de [p 299] Saulo<br />
en Judea, y seguían adorando en las sinagogas. El lenguaje de Pablo en Hechos 26:11 parece significar que Damasco es meramente una de las otras «ciudades<br />
extranjeras» a las que llevó la persecución. Se hallaba (ean heurëi). Condición de tercera clase con aoristo subjuntivo retenido después del tiempo secundario<br />
(pidió). Este Camino (tës hodou). Un término común en el N.T. para describir el cristianismo como el Camino de vida, de un modo absoluto, como también en<br />
19:9, 23; 22:4; 24:14, 22, o el camino de salvación (16:17), o el camino del Señor (18:25). Es una definición judaica de vida como en Isaías 40:3, «el camino a<br />
Jehová» y en Salmos 1:6, «el camino de los justos», «la senda de los malos». Jesús se autodenominó «el camino» (Jn. 14:6), el único Camino al Padre. La llamada<br />
Epístola de Bernabé presenta los Dos Caminos. Los indios norteamericanos llaman al cristianismo el Camino de Jesús. Los trajese presos (hopös dedemenous<br />
agagëi). Cláusula final con hopös (menos frecuente que hina) y aoristo de subjuntivo (efectivo) (agagëi, aoristo reduplicado de agö, un verbo común) y participio<br />
perfecto pasivo (dedemenous) de deö, en un estado de absoluta impotencia como sus otras víctimas, tanto hombres como mujeres. Este hecho de perseguir<br />
a mujeres es mencionado en tres ocasiones (8:3; 9:2; 22:4) como una mancha especial en la crueldad de Pablo (la tercera vez es mencionado por el mismo Pablo)<br />
y una de las características en el hecho de ser el primero de los pecadores (1 Ti. 1:15).<br />
3. Yendo por el camino (en töi poreuesthai). El giro común de Lucas para una cláusula temporal (en el camino), en con el infinitivo articular locativo en voz<br />
media. Al llegar cerca (eggizein). Presente activo de infinitivo, estaba acercándose. Le rodeó un resplandor (auton periëstrapsen). Primer aoristo de indicativo, voz<br />
activa, de periastraptö, un verbo compuesto tardío común en la LXX y en escritores bizantinos, sólo aquí y en 22:6 en el N.T. «Le rodeó de repente una luz del<br />
cielo». Fue como un rayo. Pablo emplea el mismo verbo en 22:5, pero en 26:13 emplea perilampsan (brillo alrededor). Hay numerosas variaciones en la narración<br />
histórica de la conversión de Saulo en 9:3–18 y en el registro dado por Lucas de los dos discursos de Pablo, uno en los peldaños de la Torre Antonia, frente a la<br />
amenazante multitud (22:6–16), el otro ante Festo y Agripa (26:12–20). Se han querido capitalizar estas variaciones para desacreditar a Lucas como escritor,<br />
como si hubiera debido hacer que los dos discursos de Pablo se conformaran en todo punto con su propia narración. Esta objeción no tiene peso excepto para los<br />
que mantienen que Lucas compuso los discursos de Pablo por libre, como algunos escritores griegos solían hacer. Pero si Lucas tenía notas de los discursos de<br />
Pablo, o ayuda del mismo Pablo, es natural que preservara la forma de los dos discursos sin intentar armonizarlos en todos los detalles ni con su propia narración<br />
en el capítulo 9. Es evidente que Lucas daba una gran importancia a la historia de la conversión de Saulo como punto de inflexión no sólo de la carrera de aquel<br />
hombre, sino como señalando una época en la cristiandad apostólica. Los tres relatos concuerdan en sus grandes líneas y en todos los elementos esenciales y<br />
dan testimonio de la veracidad del relato de la conversión de Saulo. Es imposible estimar en demasía el valor que tiene este acontecimiento para el estudioso del<br />
cristianismo desde todos los ángulos, porque tenemos en las Epístolas de Pablo su propio énfasis sobre la aparición real de Jesús a él como el hecho que cambió<br />
su vida entera (1 Co. 15:8; Gá. 1:16ss.). Las variaciones que aparecen en los tres relatos no vician la historia cuando se entiende rectamente, como veremos.