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13. Si (ei). Construcción común tras thaumazö (maravillarse) en lugar de hoti (que, porque). Presente de imperativo, aquí, con më, significando «dejad de<br />

asombraros». Obsérvese më thaumasëis (no comencéis a asombraros) en Juan 3:6 (un caso individual). Véase esta misma condición y lenguaje en Juan 15:18.<br />

14. Sabemos (hëmeis oidamen). Expresión enfática de hëmeis (nosotros) en contraste con el mundo irregenerado, la consciencia cristiana compartida por<br />

el escritor y los lectores. Hemos pasado (metabebëkamen). Perfecto de indicativo en voz activa de metabaino, viejo compuesto, pasar por encima de un lugar a<br />

otro (Jn. 7:3), migrar, de la muerte a la vida. Ya hemos hecho esto, aquí sobre la tierra. En que (hoti). Prueba de esta transición, no causa de la misma. Amamos<br />

a los hermanos (agapömen tous adelphous). Sólo esta frase (plural) aquí solamente, pero véase 2:9 para el singular. El que no ama (ho më agapön). «El no<br />

amante», una descripción general, y descripción de muerte espiritual.<br />

15. Homicida (anthröpoktonos). Un viejo compuesto (Eurípides), de anthröpos (hombre) y kteinö (matar); en el N.T. sólo aquí y en Juan 8:44 (de Satanás).<br />

Ningún (päs-ou). Conforme al corriente giro hebraico = oudeis como en 2:19, 21. Permanente (menousan). Participio presente predicado acusativo femenino de<br />

menö, «un poder continuado y un don comunicado» (Westcott).<br />

16. Hemos conocido (egnökamen). Perfecto de indicativo en voz activa, «hemos llegado a conocer y seguimos conociendo». Véase 2:3 para «en esto» (en<br />

toutöi). El amor (tën agapën). Él … por nosotros (ekeinos huper hëmön). Ekeinos como en 2:6; 3:3, 5, y huper sólo aquí en esta epístola, aunque es bien común<br />

en el Evangelio de Juan (10:11, 15; 11:50, etc.) y en 3 Juan 7. Puso su vida (tën psuchën autou ethëken). Primer aoristo de indicativo en voz activa de tithëmi, el<br />

mismo giro empleado por Jesús de sí mismo en Juan 10:11, 17s. Debemos (hëmeis opheilomen). Otra vez el enfático hëmeis. Para opheilö, véase 2:6. Naturalmente,<br />

nuestro acto de poner nuestras vidas por los hermanos no tiene valor expiatorio como sí lo tuvo en el de Cristo, pero es una prueba suprema del amor que<br />

se tiene (Jn. 13:37s.; 15:13), como frecuentemente sucede.<br />

17. El que tiene (hos an echëi). Cláusula relativa indefinida con el an modal con hos y el presente de subjuntivo en voz activa de echö. Bienes de este<br />

mundo (ton bion tou kosmou). «La vida o medio de vida (no zöë, el principio de vida, y véase 2:16 para bios) del mundo» (no en el sentido de malo o de malvado,<br />

sino simplemente de esta esfera mundana). Ve (theörei). Presente de subjuntivo en voz activa de theöreö, como echei justo antes. Tener necesidad (chreian<br />

echonta). «Teniendo necesidad» (participio presente en voz activa predicado de echö, concordando con adelphon). Véase la vívida descripción de un caso semejante<br />

en Santiago 2:15s. Cierra (kleisëi). Primer aoristo (efectivo) de subjuntivo en voz activa de kleiö, cerrar como de una puerta, cambiado a propósito de tiempo<br />

presente a aoristo (una gráfica descripción cerrar de golpe la puerta de la compasión, splagchna, común en la LXX y en el N.T. para las vísceras más nobles, el<br />

centro de las emociones, como en Fil. 2:11; Col. 3:12). Sólo aquí en Juan. ¿Cómo …? (pös). Pregunta retórica como la de Santiago 2:16 (¿A fin de qué …?). Es<br />

lo práctico, no lo especulativo, lo que cuenta en la hora de la necesidad.<br />

18. De palabra ni de lengua (logöi mëde tëi glössëi). Tanto el instrumental como el locativo dan sentido. Lo que Juan significa es «no meramente de palabra<br />

o de lengua». No condena las palabras amables que sirvan de consuelo y aliento, pero las palabras cálidas deben ir acompañadas de acciones correspondientes<br />

para hacerlo verdaderamente «de hecho y en verdad» (en ergöi kai alëtheiäi). Aquí tenemos un caso en el que las acciones hablan más fuerte que las<br />

palabras.<br />

19. Conocemos (gnösometha). Futuro de indicativo en voz media de ginöskö, en cualquier emergencia futura, sabremos en esto (en toutöi) «que somos de<br />

la verdad» (hoti ek tës alëtheias esmen). Delante de Él (emprosthen autou). En la misma presencia de Dios tendremos una certidumbre confiada (peisomen tën<br />

kardian hëmön, bien persuadiremos nuestros corazones o aseguraremos nuestros corazones) porque Dios nos comprende.<br />

20. Con respecto a cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene (BAS) (hoti ean kataginöskëi hëmön hë kardia). Una construcción como hoti<br />

an, cualquier cosa, en Juan 2:5; 14:13. Kataginöskö aparece sólo tres veces en el N.T., aquí, versículo 21, y Gálatas 2:11. Significa conocer algo contra alguien,<br />

condenar. Pues … mayor que nuestro corazón es Dios (hoti meizön estin tës kardias hëmön). El ablativo kardias después del comparativo meizön. Y conoce<br />

todas las cosas (kai ginöskei panta). Precisamente esto es lo que Pedro respondió a Jesús a pesar de sus anteriores negaciones (Jn. 21:17). La omnisciencia de<br />

Dios va ligada a su amor y simpatía. Dios conoce todos los secretos de nuestros corazones. Este difícil pasaje da en el mismo centro de la verdad cristiana<br />

(Brooke).<br />

21. Si nuestro corazón no nos reprocha (ean hë kardia më kataginöskëi). Condición de la tercera clase con ean më y presente de subjuntivo en voz activa.<br />

Lo inverso a lo precedente, pero no se trata de una pretensión de estar exento de pecado, sino de la consciencia de estar en comunión con Dios y en su<br />

presencia. Confianza ante Dios (parrësian pros ton theon). Incluso en oración (He. 4:16). Véase también 2:28.<br />

22. Lo que pidamos (ho ean aitömen). Cláusula relativa indefinida con an modal y el presente de subjuntivo en voz activa, como hoti ean kataginöskëi en<br />

el versículo 20. En cuanto a la forma no se establecen aquí limitaciones algunas, excepto la de una completa comunión con Dios, lo que significa una total rendición<br />

de nuestra voluntad a la de Dios nuestro Padre. Véase la clara enseñanza de Jesús acerca de esta cuestión en Marcos 11:24; Lucas 11:9; Juan 14:12s.;<br />

16:23 y su ejemplo (Mr. 14:36 = Mt. 26:39 = Lc. 22:42). La respuesta puede no venir siempre en la forma que esperamos, pero en tal caso será mejor.<br />

Lo recibimos de Él (lambanomen ap’ autou). Véase 1:5 para ap’ autou (de Él). Porque (hoti). Una razón doble por la que recibimos regularmente (lambanomen)<br />

la respuesta a nuestras oraciones: (1) «Guardamos» (tëroumen, para lo que véase 2:3) sus mandamientos, y (2) «hacemos» (poioumen, practicamos regularmente)<br />

«las cosas que son agradables» (ta aresta, un viejo adjetivo verbal proveniente de areskö, complacer, con el dativo en Jn. 8:29 con la misma frase;<br />

Hch. 12:3 e infinitivo en Hch. 6:2, pasajes en los que aparecen los únicos otros ejemplos en el N.T.), «delante de Él» (enöpion autou, una preposición vernacular<br />

común tardía, en papiros, LXX, y en el N.T., excepto en Mateo y Marcos, principalmente en Lucas y Apocalipsis), a ojos de Dios, como en Hebreos 13:21.<br />

23. Su mandamiento (hë entolë autou). Que (hina). Uso subfinal de hina en aposición con netolë (mandamiento) y explicativo de ello, como en Juan 15:12<br />

(entolë hina). Véase el sumario de Cristo de los mandamientos (Mr. 12:28–31 = Mt. 22:34–40). Así tenemos aquí estos dos puntos: (1) Que creamos (pisteusömen,<br />

primer aoristo de subjuntivo en voz activa, según B, K, L, aunque Aleph, A y C leen el presente de subjuntivo pisteuömen) bien en una crisis (aoristo) o el<br />

tenor continuo (presente) de nuestras vidas. El «nombre» de Jesucristo aquí denota todo lo que Él es, «un credo comprimido» (Westcott) como en 1:3. Nótese el<br />

dativo onomati aquí con pisteuö como en 5:10, aunque eis onoma (en el nombre) en 5:13; Juan 1:12; 2:23; 3:18. Pero: (2) «Que … nos amemos unos a otros»<br />

(agapömen allëlous), como ya nos ha apremiado antes (2:7s.; 3:11) y como repetirá (4:7, 11s.; 2 Jn. 5), como ya Jesús había hecho antes (Jn. 13:34; 15:12, 17).<br />

Hay frecuentes puntos de contacto entre esta Epístola y las palabras de Jesús en Juan 13 a 17.<br />

24. Y Dios en él (kai autos en autöi). Literalmente, «y Él en él», concretándose más en la traducción; cf. 4:15. Permanecemos en Dios y Dios permanece<br />

en nosotros por medio del Espíritu Santo (Jn. 14:10, 17, 23; 17:21). «Por ello, deja que Dios te sea hogar para ti, y sé tú el hogar de Dios: permanece en Dios, y<br />

deja que Dios permanezca en ti» (Beda). Por el Espíritu (ek tou pneumatos). Es así (por el Espíritu Santo, primera mención en esta Epístola, no empleándose<br />

«Santo» con «Espíritu» ni en esta Epístola ni en Apocalipsis) que sabemos que Dios permanece en nosotros. Que (hou). Caso ablativo por atracción del acusativo<br />

ho (objeto de edöken) para concordar con pneumatos como sucede frecuentemente, aunque no siempre.<br />

[p 693] CAPÍTULO 4

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