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JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

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ACUÉRDATE DE ACORDARTE 129<br />

En el béisbol existe un lanzador muy especi<strong>al</strong> IIamado por <strong>al</strong>gunos un<br />

«cerrador». El es el que recibe el llamado a lanzar en la novena entrada <strong>de</strong><br />

un juego que su equipo está ganando por pocas carreras. Los hombres que<br />

se hacen a<strong>de</strong>ptos a esta especi<strong>al</strong>idad se han ganado un «nombre», Pue<strong>de</strong>n<br />

venir a lanzar por una o dos entradas y consistentemente retirar a los<br />

bateadores. <strong>Una</strong> vez que se ganan su «nombre», ya han ganado la mitad <strong>de</strong><br />

la bat<strong>al</strong>la. Al nivel <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s ligas, gran parte <strong>de</strong>l juego es <strong>de</strong> aspecto<br />

ment<strong>al</strong>. Todos los jugadores tienen t<strong>al</strong>ento suficiente para estar en las gran<strong>de</strong>s<br />

ligas, <strong>de</strong> lo contrario no estarían <strong>al</strong>lí. Pero el sólo mencionar el nombre<br />

<strong>de</strong> un lanzador «cerrador» es suficiente para sembrar duda en el <strong>corazón</strong> <strong>de</strong><br />

un bateador. Muchos <strong>de</strong> los «cerradores» fracasaron como «abridores» <strong>al</strong><br />

inicio <strong>de</strong> sus carreras porque carecían <strong>de</strong> lo necesario para ello. Pero aprendieron<br />

a enfocar su t<strong>al</strong>ento y energías <strong>de</strong> manera muy efectiva por una o dos<br />

entradas.<br />

<strong>Dios</strong> es cien por ciento efectivo. Su habilidad sigue siendo tan buena comp<br />

siempre, y con el paso <strong>de</strong> los siglos se ha ganado un «nombre». Cuando El<br />

entra <strong>al</strong> terreno <strong>de</strong> juego en las últimas entradas usted pue<strong>de</strong> estar seguro<br />

<strong>de</strong>l resultado <strong>de</strong>l partido.<br />

El nombre <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> es nuestro consuelo en las tinieblas. «Como <strong>de</strong> meollo)'<br />

<strong>de</strong> grosura será saciada mi <strong>al</strong>ma, )' con labios <strong>de</strong>júbilo te <strong>al</strong>abara mi boca, cuando<br />

me acuer<strong>de</strong> <strong>de</strong> ti en mi lecho, cuando medite en ti en las vigilias <strong>de</strong> la noche»<br />

(S<strong>al</strong>. 63:5, 6). El recordar el nombre <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> es recordar la fuente <strong>de</strong> su<br />

fort<strong>al</strong>eza. Es confesar su <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Él. Cuando esté en esos momentos<br />

oscuros y no pueda ver el camino <strong>de</strong>lante suyo, sólo hay un lugar <strong>al</strong> cu<strong>al</strong><br />

recurrir. Su única opción es confiar en el nombre <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> Todopo<strong>de</strong>roso.<br />

En Proverbios 18:10, 11 h<strong>al</strong>lamos un gran contraste: «TOrre fuerte es el<br />

nombre <strong>de</strong>Jehová; a él correráeljusto. )' será levantado. Las riquezas <strong>de</strong>l rico son su<br />

ciudad[ortijlcadacy como un muro <strong>al</strong>to en su imagiuacion.»<br />

Muchos han hecho <strong>de</strong>l dinero, los amigos o la fama su ciudad fortificada.<br />

Están con<strong>de</strong>nados <strong>al</strong> fracaso. Los justos compren<strong>de</strong>n que el nombre <strong>de</strong> <strong>Dios</strong><br />

es una torre fuerte. La diferencia está en la fuente <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y s<strong>al</strong>vación.<br />

El tiempo <strong>de</strong>l verbo h<strong>al</strong>lado en el versículo 56 nos indica que esto no era<br />

un juego para David, sino una re<strong>al</strong>idad: «Estas bendiciones tuve». La seguridad<br />

en las tinieblas era una re<strong>al</strong>idad presente y no una posibilidad <strong>de</strong>seada.<br />

David así lo contaba, porque había obe<strong>de</strong>cido los preceptos <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> y porque<br />

el nombre <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> era su refugio siempre presente,<br />

¿En qué confía cuando vienen las tinieblas? Muchos creyentes confían en<br />

cosas no más efectivas que el cubrirse hasta la cara con las sábanas como lo<br />

hacen los niños. Sencillamente es que son niños más sofisticados. No hay<br />

nada que pueda proveer paz y po<strong>de</strong>r en medio <strong>de</strong> la oscuridad aparte <strong>de</strong>l<br />

nombre <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<br />

Des<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista práctico, ¿cómo hace uno para recordar el nombre<br />

<strong>de</strong> <strong>Dios</strong>? Sólo es posible h<strong>al</strong>larlo en un lugar: en las páginas <strong>de</strong> la P<strong>al</strong>abra<br />

<strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. Es por eso que la Biblia es tan preciosa. Allí apren<strong>de</strong>mos quién es<br />

<strong>Dios</strong>.<br />

Nehemías 9:5 nos da un resumen magnífico <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong>

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