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JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

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UNA LUZ EN LA NIEBLA 209<br />

diente para esquiar bajo un cielo azul <strong>de</strong>spejado, y por otro una ciudad en<br />

don<strong>de</strong> casi no podía distinguirse para dón<strong>de</strong> quedaba el cielo.<br />

Así es la vida. Gran parte <strong>de</strong>l tiempo estamos bajo una niebla, sin i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />

hacia dón<strong>de</strong> ir. Otras veces <strong>al</strong>go nos eleva por encima <strong>de</strong> las nubes ya1canzamos<br />

a ver las cosas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. Todo está claro y brillante.<br />

En cuanto a nuestra posición, sabemos que estamos sentados en los lugares<br />

celesti<strong>al</strong>es con Cristo Jesús (Ef. 2:6). En cuanto a la práctica, pasamos la<br />

mayoría <strong>de</strong> nuestro tiempo aquí en la tierra sumidos en una niebla.<br />

Paradójicamente, parecería que cuanto más avanza nuestra tecnología<br />

mo<strong>de</strong>rna, más se pier<strong>de</strong>n nuestras gran<strong>de</strong>s ciuda<strong>de</strong>s en el smog: Los Angeles,<br />

Londres, Nueva York, y tantas otras que podríamos mencionar. El smog<br />

es un símbolo maravilloso <strong>de</strong> cuán perdido está el hombre. Cuanto más avanzamos,<br />

menos <strong>al</strong>canzamos a ver.<br />

Como creyentes en el Señor Jesucristo compren<strong>de</strong>mos que nuestra<br />

ciudadanía está en los cielos. La re<strong>al</strong>idad <strong>de</strong>l asunto es que estamos sobre<br />

esta tierra por un lapso que sólo el Señor conoce. T<strong>al</strong> vez usted tiene la<br />

bendición <strong>de</strong> vivir en una zona rur<strong>al</strong>, en don<strong>de</strong> el smog no representa<br />

problema <strong>al</strong>guno. Aún así, pue<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r mi an<strong>al</strong>ogía porque<br />

probablemente sabe 10 que es estar en un bosque <strong>de</strong>nso en una noche sin<br />

luna, o el caminar en una caverna tot<strong>al</strong>mente oscura. De uno u otro modo,<br />

todos sabemos la ansiedad que produce el no po<strong>de</strong>r ver con claridad 10 que<br />

hay <strong>de</strong>lante nuestro. ¿Qué hacer en esos momentos que parece que estamos<br />

perdidos en la niebla?<br />

David era un gran rey, pero era no menos humano que el resto <strong>de</strong> nosotros.<br />

No tuvo que enfrentar la m<strong>al</strong>dición <strong>de</strong>l smog, pero vivió momentos<br />

que parecieron terriblemente oscuros. Aprendió a abrirse camino en la oscuridad<br />

y aquí nos 10 <strong>de</strong>scribe en la <strong>de</strong>cimocuarta estrofa <strong>de</strong>l <strong>S<strong>al</strong>mo</strong> <strong>119</strong>.<br />

Cinco p<strong>al</strong>abras <strong>de</strong>scriben lo que él h<strong>al</strong>ló: instrumento, integridad, iluminación,<br />

inversión e inclinación.<br />

EL INSTRUMENTO DE LA PALABRA DE DIOS (v. 105)<br />

«Lámpara es a mispies tu p<strong>al</strong>abra, y lumbrera a mi camino» (S<strong>al</strong>. <strong>119</strong>:105).<br />

La Biblia es el instrumento que <strong>Dios</strong> le ha dado para <strong>al</strong>umbrar su camino.<br />

El vivir la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> contribuye a guardar sus pies en el camino <strong>de</strong><br />

<strong>Dios</strong>.<br />

<strong>Una</strong> gran regla <strong>de</strong> estudio bíblico es el recordar que las dos p<strong>al</strong>abras más<br />

importantes <strong>de</strong> la Biblia son «así» y «como». <strong>Dios</strong> nos enseña con el uso<br />

constante <strong>de</strong> comparaciones. Compren<strong>de</strong>mos una verdad teológicamente<br />

profunda porque es «como» otra cosa que nos es familiar. Es por ello que la<br />

Biblia es un libro que se <strong>de</strong>fine a sí mismo.<br />

Hay una adición a esa regla. El verbo «ser» en las Escrituras es otra <strong>de</strong> esas<br />

«p<strong>al</strong>abritas» importantes. El verbo «ser» prece<strong>de</strong> <strong>al</strong> predicado nomin<strong>al</strong>. Para<br />

nosotros los que necesitamos repasar la gramática, el predicado nomin<strong>al</strong> consiste<br />

en un sustantivo o adjetivo que equiv<strong>al</strong>e <strong>al</strong> sujeto <strong>de</strong> la oración. Aquí, por<br />

ejemplo, el s<strong>al</strong>mista no dice que la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> es «como» una lámpara.<br />

Declara que la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> esuna lámpara a sus pies.

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