JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios
JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios
JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
CÓMO EL HOMBRE COMÚN LLEGAA SER POCO COMÚN 255<br />
necesitamos crecer. Pedro advirtió: «Antes bien, creced en la gl-acia y el<br />
conocimiento <strong>de</strong>nuestro Señory S<strong>al</strong>uador[esucristo. A élsea gloria ahora y hastael<br />
día <strong>de</strong> la eternidad. Amén» (2 P. 3:18).<br />
¿Qué ha aprendido usted últimamente <strong>de</strong> la Biblia? Es una buena i<strong>de</strong>a el<br />
mantener un registro, o un diario, <strong>de</strong> lo que apren<strong>de</strong> <strong>de</strong> la Biblia. Algunas<br />
personas tienen facilidad para llevar un diario <strong>de</strong>t<strong>al</strong>lado. Otras podrían preferir<br />
un medio más simplificado <strong>de</strong> registrar lo que apren<strong>de</strong>n. Tengo un<br />
amigo que anima a los nuevos creyentes a leer una porción específica <strong>de</strong> la<br />
Biblia cada día. Luego, les dice que escriban la cosa más importante que<br />
<strong>Dios</strong> dijo a través <strong>de</strong> su P<strong>al</strong>abra en esa lectura diaria. De esta manera, la<br />
persona está continuamente consciente <strong>de</strong> su necesidad <strong>de</strong> estar «escuchando»<br />
a <strong>Dios</strong> mientras lee el Libro. Otro amigo mío escribe la fecha en los<br />
márgenes <strong>de</strong> su Biblia junto a versículos o pasajes y una pequeña nota indicando<br />
qué le enseñó <strong>Dios</strong> a través <strong>de</strong> ese versículo o pasaje. No importa cuál<br />
método utilice, el orar que <strong>Dios</strong> le enseñe su P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong>biera ser una petición<br />
diaria en su vida.<br />
Si usted consistentemente hace que estas siete peticiones <strong>de</strong> oración formen<br />
parte <strong>de</strong> su diario andar con <strong>Dios</strong>, su vida se verá transformada. Usted<br />
será un hombre común que ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> ser común <strong>al</strong> ser investido <strong>de</strong>l<br />
po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<br />
EL PRODUCTO DE UNA VIDA DE ORACIÓN (v. 136)<br />
«Rios <strong>de</strong> agua <strong>de</strong>scendieron <strong>de</strong> mis ojos, porque no guardaban tu ley»<br />
(S<strong>al</strong>. <strong>119</strong>:136).<br />
Esta estrofa nos ha llevado cara a cara con <strong>al</strong>gunos principios v<strong>al</strong>iosos<br />
para la vida. Hemos visto a través <strong>de</strong>l ejemplo <strong>de</strong> David <strong>al</strong>gunos patrones<br />
para nuestra vida <strong>de</strong> oración. El tipo <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> oración <strong>de</strong> David es lo que<br />
produce la tierna sensibilidad <strong>de</strong> <strong>corazón</strong> que sostiene su compasión. David<br />
no está llorando en el <strong>S<strong>al</strong>mo</strong> <strong>119</strong>:136 a causa <strong>de</strong> la opresión que ha sufrido.<br />
No es un problema person<strong>al</strong> el que lo lleva a <strong>de</strong>rramar lágrimas, sino la<br />
violación <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<br />
En una ocasión anterior utilicé la familia <strong>de</strong> Corrie ten Boom para ilustrar<br />
a creyentes que reclamaron para sí la gracia <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> en tiempos <strong>de</strong> presión<br />
terrible durante la segunda guerra mundi<strong>al</strong>. Mientras escribía este<br />
capítulo tuve la oportunidad <strong>de</strong> visitar la ciudad <strong>de</strong> Amsterdam, Holanda,<br />
para participar en una conferencia. Tuve el gusto <strong>de</strong> visitar la resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />
la familia ten Boom en la ciudad vecina <strong>de</strong> Haarlem, en don<strong>de</strong> nuevamente<br />
escuché la historia <strong>de</strong> esta notable familia, cuyo testimonio continúa aun<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte. Recordé cómo, mientras se encontraban prisioneras,<br />
Corrie y su hermana vieron a un guardia Nazi que golpeaba violentamente<br />
a una prisionera. Las hermanas se pusieron a orar. Corrie repentinamente se<br />
dio cuenta que su hermana no estaba orando por la víctima, sino por el<br />
opresor Nazi. Sólo <strong>Dios</strong> pue<strong>de</strong> producir t<strong>al</strong> grado <strong>de</strong> compasión.<br />
El Señor Jesucristo fue movido a expresar su dolor por la f<strong>al</strong>ta <strong>de</strong> arrepentimiento<br />
que h<strong>al</strong>ló en Jerus<strong>al</strong>én. La violación <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> por parte<br />
<strong>de</strong> los lí<strong>de</strong>res religiosos llevó a Cristo a exclamar: