10.05.2013 Views

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

180 SALMO <strong>119</strong>: UNA omSEA AL CORAZÓN DE mos<br />

El principio <strong>de</strong> David: Abandonar el odre viejo<br />

Dé un paso atrás y consi<strong>de</strong>re este pasaje <strong>de</strong>tenidamente. Hay una gran<br />

verdad <strong>al</strong>lí, un principio que David nos enseña a través <strong>de</strong> su ejemplo. La<br />

ilustración que él usa en el versículo 83 acerca <strong>de</strong>l odre <strong>al</strong> humo también nos<br />

ilustra esta verdad. David estaba usando ese odre <strong>al</strong> humo para <strong>de</strong>cir que<br />

estaba vacío, <strong>de</strong>sgastado, agotado, seco. Ahora, <strong>Dios</strong> lo tiene justo en el punto<br />

don<strong>de</strong> El quiere. David ha llegado hasta el fin<strong>al</strong> <strong>de</strong>l yo. Ha llegado a reconocer<br />

que él nada v<strong>al</strong>e, t<strong>al</strong> como un viejo odre <strong>al</strong> humo, seco y agrietado por el<br />

humo y el c<strong>al</strong>or <strong>de</strong>l fuego.<br />

¡Cuánto nos toma apren<strong>de</strong>r esta lección! ¡Cuántas pruebas tenemos que<br />

experimentar antes que asimilemos esta verdad! Su vieja natur<strong>al</strong>eza es inservible.<br />

Es tan inútil como un odre o bota <strong>de</strong> cuero secada <strong>al</strong> fuego. Usted está<br />

<strong>al</strong> fin<strong>al</strong> <strong>de</strong> sus fuerzas. No parece haber vía <strong>de</strong> escape. ¿Cuánto más podrá<br />

soportar? ¿Cuándo experimentará el consuelo <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>? Usted necesita una<br />

inyección fresca <strong>de</strong> la gracia <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, para seguirse asiendo <strong>de</strong> la única cosa<br />

que es inmutable: la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<br />

Jesús dijo lo siguiente en cuanto a los odres: «Ni echan vino nuevo en odres<br />

viejos; <strong>de</strong> otra manera los odres se rompen, y el vino se <strong>de</strong>rrama, y los odres se<br />

pier<strong>de</strong>n; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se consenian<br />

juntamente» (Mt. 9:17).<br />

Es por ello que <strong>Dios</strong> nos ha dado una nueva natur<strong>al</strong>eza. La vieja natur<strong>al</strong>eza<br />

no pue<strong>de</strong> retener la vida nueva que recibimos <strong>al</strong> momento <strong>de</strong> nuestra<br />

conversión. Sólo una nueva natur<strong>al</strong>eza pue<strong>de</strong> retener esta nueva vida. Abandone<br />

el viejo hombre -ese odre viejo, gastado, vacío y seco- y déjelo secar<br />

<strong>al</strong> fuego. Esté asido <strong>de</strong> la gracia <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> y siga a<strong>de</strong>lante por Su po<strong>de</strong>r. Esto es<br />

lo que <strong>Dios</strong> quiere que aprendamos en todas nuestras aflicciones. Volvemos<br />

a la increíble verdad que David mencionó en el versículo 71: «Bueno me es<br />

haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos».<br />

¿Se i<strong>de</strong>ntifica usted con la situación <strong>de</strong> David? ¿Cree usted que casi está<br />

echado por tierra? ¿Qué hacer? Usted pue<strong>de</strong> orar, pidiéndole a <strong>Dios</strong> la gracia<br />

para permanecer asido <strong>de</strong> su P<strong>al</strong>abra. No hay otro soporte firme en esta<br />

vida resb<strong>al</strong>osa. Reconozca su vieja natur<strong>al</strong>eza, la cu<strong>al</strong> es tan inútil como una<br />

bota <strong>de</strong> cuero secada <strong>al</strong> humo. Usted pue<strong>de</strong> estar casi echado por tierra,<br />

pero mientras esté asido <strong>de</strong> la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, siempre será «casi».<br />

Este es el meollo <strong>de</strong>l asunto, expresado en las p<strong>al</strong>abras <strong>de</strong> Jeremías cuando<br />

éste se lamentaba por la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> Jerus<strong>al</strong>én. «Por la misericordia <strong>de</strong><br />

Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca <strong>de</strong>cayeron sus misericordias. Nuevas<br />

son cada mañana; gran<strong>de</strong> es tu fi<strong>de</strong>lidad. Mi porción esJehová, dijo mi <strong>al</strong>ma;<br />

por tanto, en él esperaré. Bueno esJeho'Uá a los que en él esperan, <strong>al</strong> <strong>al</strong>ma que le<br />

busca. Bueno es esperar en silencio la s<strong>al</strong>vación <strong>de</strong> Jehová» (Lm. 3:22-26).<br />

Sin la gracia <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, todos nos veríamos consumidos. Como creyentes,<br />

sólo es por la gracia <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> que casi somos consumidos, pero sólo casi.<br />

No somos nada más que odres vacíos y sin v<strong>al</strong>or. La vida que tenemos<br />

proviene <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. Pablo dijo: «Porque habéis muerto, y uuestra vida está escondida<br />

con Cristo en <strong>Dios</strong>» (Col. 3:3). Al ver que nuestra vida está escondida con<br />

Cristo en <strong>Dios</strong>, habrán ocasiones en que seremos casi consumidos, pero

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!