JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios
JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios
JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
224 SALMO <strong>119</strong>: UNA ODISEA AL CORAZÓN DE DIOS<br />
las personas crece hasta <strong>al</strong>canzar un mayor nivel <strong>de</strong> sofisticación, sus<br />
escon<strong>de</strong><strong>de</strong>ros no son más seguros que esas sábanas que usaron en su infancia.<br />
Usted pue<strong>de</strong> refugiarse en su educación superior, en su psicología, en su<br />
activismo político o en su ciencia.<br />
Los creyentes tenemos el mismo problema. Tenemos nuestros<br />
escon<strong>de</strong><strong>de</strong>ros <strong>de</strong> fantasía. Algunos intentan escon<strong>de</strong>rse en activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la<br />
iglesia. Algunos huyen <strong>de</strong> problemas en el hogar. Hay dulces señoras casadas<br />
con monstruos egoístas que corren a involucrarse en toda clase <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> la iglesia. Con ello no sólo logran pasar tiempo en la iglesia en<br />
lugar <strong>de</strong> estar en casa con un marido <strong>de</strong>sagradable, sino que lo hacen todo<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor y por ello se sienten bien <strong>al</strong> respecto. ¡Es uria gran<br />
excusa para escapar <strong>de</strong> sus responsabilida<strong>de</strong>s!<br />
Otros utilizan las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la iglesia como excusa para no hacer la<br />
verda<strong>de</strong>ra obra <strong>de</strong>l ministerio: ministrar la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> a otras personas.<br />
Tienen miedo <strong>de</strong> involucrarse con la Biblia o con gente, pero por otro lado<br />
<strong>de</strong>sean servir a <strong>Dios</strong>. ,Muchos han estado escondiéndose por años <strong>al</strong> manejar<br />
la consola <strong>de</strong> sonido, <strong>al</strong> trabajar en <strong>al</strong> cocina <strong>de</strong> la iglesia o <strong>al</strong> pasar el plato <strong>de</strong><br />
la ofrenda. Todas esas activida<strong>de</strong>s son importantes y constituyen necesida<strong>de</strong>s<br />
re<strong>al</strong>es en el cuerpo <strong>de</strong> Cristo. Sin embargo, ninguna <strong>de</strong> ellas es excusa<br />
para no ministrar la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> a otras personas.<br />
Hay aquellos que encuentran su seguridad en <strong>de</strong>sarrollar el ministerio<br />
verda<strong>de</strong>ramente bíblico <strong>de</strong> tomar la Biblia e inyectar su verdad en las vidas<br />
<strong>de</strong> otras personas. El problema con este tipo <strong>de</strong> 'creyente no es su ministerio,<br />
sino que usan su ministerio como refugio, como escon<strong>de</strong><strong>de</strong>ro. ¿Qué pasa si<br />
repentinamente ese ministerio les es quitado? Si <strong>al</strong>lí está su seguridad, entonces<br />
con frecuencia <strong>de</strong>scubren que su espiritu<strong>al</strong>idad también <strong>de</strong>saparece.<br />
Descubren <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong> que el hacer el ministerio no es excusa para no<br />
establecer una relación person<strong>al</strong> con <strong>Dios</strong> y con su P<strong>al</strong>abra.<br />
¿Dón<strong>de</strong> se escon<strong>de</strong> ustedcuando las cosas se ponen difíciles? ¿Dón<strong>de</strong> está<br />
su seguridad? Pablo nos da una verdad que <strong>de</strong>biera aclarar este asunto para<br />
siempre. «Porque habéismuerto, y vuestra 'vida estáescondida con Cristoen <strong>Dios</strong>»<br />
(Col. 3:3).<br />
Durante los años <strong>de</strong> guerra civil en El S<strong>al</strong>vador, los encuentros frecuentemente<br />
llegaron a ocurrir directamente frente a nuestra casa. Des<strong>de</strong> un punto<br />
<strong>de</strong> vista humano, hubo ocasiones en que nos sentimos <strong>de</strong>samparados.<br />
Nos acostábamos a dormir, sin saber si <strong>de</strong>spertaríamos en el Cielo o en el<br />
S<strong>al</strong>vador. Cuando las tensiones empezaron a aumentar, un miembro <strong>de</strong> la<br />
iglesia preocupado por nosotros me dio una pistola para proteger a mi familia<br />
contra los muchos ladrones que aprovechaban el caos. Miré con mucho<br />
aprecio su interés por mi seguridad, pero <strong>al</strong> encarnizarse la lucha le <strong>de</strong>volví<br />
la pistola. Si una banda <strong>de</strong> una docena <strong>de</strong> guerrilleros irrumpía por la puerta<br />
<strong>de</strong> mi casa portando armas automáticas, pistola hubiera resultado tan inútil<br />
como una pistola <strong>de</strong> agua.<br />
Fue en esos tiempos difíciles que mi familia aprendió que <strong>Dios</strong> es nuestro<br />
escon<strong>de</strong><strong>de</strong>ro. ¿Quién pue<strong>de</strong> irrumpir a través <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>? Nuestros cuerpos<br />
pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong>struidos, pero no hay ejército en la tierra que pueda sitiar a