JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios
JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios
JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
EL PRECIO DEL PODER PARA CON DIOS 271<br />
s<strong>al</strong>vación sí tuvo un precio. Aunque a nosotros no nos costó nada, a <strong>Dios</strong>, el<br />
Dador, le costó todo.<br />
<strong>Una</strong> vez que el creyente recibe el don gratuito <strong>de</strong> la s<strong>al</strong>vación, tiene a su<br />
disposición po<strong>de</strong>r para con <strong>Dios</strong>. El po<strong>de</strong>r para con <strong>Dios</strong> es <strong>al</strong>go que no<br />
pue<strong>de</strong> comprarse a ningún precio. No pue<strong>de</strong> obtenerse por fama o por influencia.<br />
Sin embargo, también tiene un precio muy elevado.<br />
Esta estrofa muestra el precio que David pagó para tener po<strong>de</strong>r para con<br />
<strong>Dios</strong>. Vemos apenas un vistazo <strong>de</strong> la intensidad espiritu<strong>al</strong> que caracterizaba<br />
la vida <strong>de</strong> David. Vemos que su búsqueda no era un <strong>de</strong>seo inform<strong>al</strong>, era una<br />
obsesión.<br />
Hay cinco ingredientes en la vida <strong>de</strong>l s<strong>al</strong>mista que po<strong>de</strong>mos discernir <strong>al</strong><br />
leer este pasaje con <strong>de</strong>tenimiento. Veremos que él sabía cómo clamar a <strong>Dios</strong><br />
con tanto s}l <strong>corazón</strong> como su <strong>al</strong>ma. Veremos cómo buscaba a <strong>Dios</strong> <strong>de</strong> día y<br />
<strong>de</strong> noche. El aprendió a confiar en <strong>Dios</strong> <strong>al</strong> sentirse débil y <strong>al</strong> sentirse fuerte<br />
y a estar atento a <strong>Dios</strong> <strong>de</strong> cerca y <strong>de</strong> lejos. Por encima <strong>de</strong> todo, él estaba<br />
comprometido a creer la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> por siempre y para siempre.<br />
CLAMARA DIOS CON EL CORAZÓN Y EL ALMA (vv. 145, 146)<br />
«Clamécon todo mi <strong>corazón</strong>; respón<strong>de</strong>me, Jehová, y guardar'é tus estatutos. A ti<br />
clamé; sálvame, y guardaré tus testimonios» (S<strong>al</strong>. <strong>119</strong>: 145, 146).<br />
En el versiculo 145 vemos a David clamando con todo su <strong>corazón</strong>. Este<br />
no es un clamor person<strong>al</strong> y silencioso. Es un grito <strong>de</strong> gran intensidad. Esta<br />
expresión era una que los hebreos utilizaban para <strong>de</strong>scribir un clamor o grito<br />
que se originaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo profundo <strong>de</strong>l diafragma. Es la expresión que se<br />
usa en Génesis 39:14, cuando la esposa <strong>de</strong> Potifar acusa f<strong>al</strong>samente aJosé <strong>de</strong><br />
querer acostarse con ella y dice que da gran<strong>de</strong>s voces. «Llamó a los <strong>de</strong> casa, y<br />
les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla <strong>de</strong> nosotros.<br />
Vino él a mípara dormir conmigo, y yo di gran<strong>de</strong>s voces» (Gn. 39:14).<br />
Es el mismo tipo <strong>de</strong> expresión que se utiliza más a<strong>de</strong>lante para <strong>de</strong>scribir el<br />
anuncio <strong>de</strong> cuando José ascien<strong>de</strong> a ser el segundo en el po<strong>de</strong>r en Egipto. «y<br />
lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaTon <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> él:¡Doblad la rodilla'; y<br />
lo puso sobre toda la tierra <strong>de</strong> Egipto» (Gn. 41:43).<br />
1\1uchos <strong>de</strong> nosotros clamamos a <strong>Dios</strong> a medias. Deseamos su po<strong>de</strong>r, su<br />
protección y sus bendiciones. Lo que no queremos es pagar el precio que<br />
ello implica. N o queremos consagrar nuestro <strong>corazón</strong> a El por completo.<br />
Con razón hemos creado una subcultura completa <strong>de</strong> «consejeros cristianos»<br />
que luchan por reforzar nuestras inestabilida<strong>de</strong>s e insegurida<strong>de</strong>s. «El<br />
hombre <strong>de</strong> doble ánimo es inconstante en todossus caminos» (Stg. 1:8).<br />
Cuando estamos menos que completamente consagrados en nuestros corazones<br />
hacia <strong>Dios</strong>, manifestaremos una inconstancia <strong>al</strong> mismo grado en<br />
nuestras vidas. Nuestro Señor entendió la importancia <strong>de</strong> t<strong>al</strong> nivel <strong>de</strong> compromiso<br />
y consagración. Cuando fue/<strong>de</strong>safiado por un intérprete <strong>de</strong> la ley a<br />
citar el mandamiento más gran<strong>de</strong>, El respondió: «Jesús le dijo: Amarás <strong>al</strong><br />
Señor tu <strong>Dios</strong> con todo tu <strong>corazón</strong>, y con toda tu <strong>al</strong>ma, y con toda tu mente»<br />
(NIt.22:37).<br />
David clamó: «respon<strong>de</strong>me, Jebová». Este es el clamor <strong>de</strong> un niño para