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JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

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146 SALMO <strong>119</strong>: L'NA OmSEA AL CORAZÓN DE mos<br />

La mayor parte <strong>de</strong> nuestras aflicciones ocurren sencillamente porque vivimos<br />

en un mundo corrompido por el pecado. La muerte, el sufrimiento, el<br />

dolor y la <strong>de</strong>silusión nunca formaron parte <strong>de</strong>l plan origin<strong>al</strong> <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, sino<br />

que surgieron como consecuencia <strong>de</strong>l pecado <strong>de</strong>l hombre. Otro tipo <strong>de</strong> aflicción<br />

pue<strong>de</strong> ser resultado <strong>de</strong> nuestra ignorancia, <strong>de</strong> pecados específicos que<br />

hayamos cometido, o <strong>de</strong> que hayamos violado <strong>al</strong>gún principio fundament<strong>al</strong>.<br />

No po<strong>de</strong>mos culpar a <strong>Dios</strong> por estas cosas.<br />

En el libro <strong>de</strong> job se nos dice que <strong>Dios</strong> permitió que Satanás atacara ajob<br />

con aflicciones. T<strong>al</strong> como <strong>Dios</strong> nunca le dijo a job la razón <strong>de</strong> su aflicción, es<br />

necesario que reconozcamos la posibilidad <strong>de</strong> que nuestra aflicción pue<strong>de</strong><br />

ser resultado <strong>de</strong> la guerra espiritu<strong>al</strong> que ocurre a nuestro <strong>al</strong>re<strong>de</strong>dor sin que<br />

10 percibamos.<br />

Siempre que suframos aflicción, es necesario que volvamos a la misma<br />

verdad fundament<strong>al</strong>: <strong>Dios</strong> hace bien con sus siervos. Este versículo dice<br />

específicamente «tu sieroo», Por supuesto que <strong>Dios</strong> es paciente hacia los<br />

inconversos (2 P. 3:9). Sin embargo, el día <strong>de</strong>l juicio llegará en el cu<strong>al</strong> la ira<br />

<strong>de</strong> <strong>Dios</strong> será <strong>de</strong>rramada sobre los que se niegan a creer. Pero con sus siervos,<br />

aquellos que han puesto su fe en El y que se han comprometido a servirle,<br />

<strong>Dios</strong> hace bien.<br />

El preguntarse: «¿Qué he hecho para merecerme esto?» no es necesariamente<br />

m<strong>al</strong>o. Cuando usted se encuentre en el medio <strong>de</strong> la prueba y la aflicción,<br />

<strong>de</strong>biera hacerse una ev<strong>al</strong>uación honesta para <strong>de</strong>terminar si existe <strong>al</strong>gún<br />

pecado específico en su vida que haya sido la causa <strong>de</strong> su problema. Si lo hay,<br />

arregle el asunto. Responda <strong>de</strong> manera bíblica y permita que <strong>Dios</strong> restablezca<br />

las cosas en su vida. Si las circunstancias están verda<strong>de</strong>ramente fuera <strong>de</strong> su<br />

control, no permita que su <strong>corazón</strong> <strong>al</strong>bergue amargura. Recuer<strong>de</strong> que <strong>Dios</strong><br />

hace bien con sus siervos. Esta es la verdad fundament<strong>al</strong> para hacer frente a<br />

la aflicción.<br />

Es posible h<strong>al</strong>lar evi<strong>de</strong>ncia que apoya esta verdad en toda la Biblia. El<br />

apóstol Pablo dijo: «No osba sobrevenido ninguna tentacion quenosea humana;<br />

perofiel es<strong>Dios</strong>, que noos<strong>de</strong>jaráser tentados más <strong>de</strong>lo quepodéis resistir; sinoque<br />

dará también juntamente con la tentación la s<strong>al</strong>ida, para que podáis soport<strong>al</strong>"»<br />

(1 Ca. 10:13).<br />

Existe otro pasaje en los <strong>S<strong>al</strong>mo</strong>s que confirma esta verdad. <strong>Dios</strong> hace bien<br />

con sus siervos y jamás permite que pasemos por un fuego que no podamos<br />

soportar. El conoce nuestras limitaciones. «Como elpadrese compa<strong>de</strong>ce <strong>de</strong> los<br />

bijas, secompa<strong>de</strong>ce Jebová <strong>de</strong>los quele temen. Porque élconoce nuestracondicion; se<br />

acuerda <strong>de</strong> que somos polvo» (S<strong>al</strong>. 103:13, 14).<br />

<strong>Dios</strong> hace con sus siervos conforme a su P<strong>al</strong>abra<br />

<strong>Una</strong> segunda verdad, pero no menos importante, se encuentra en el versículo<br />

65: <strong>Dios</strong> hace bien con sus siervos «coniorme a» su P<strong>al</strong>abra. La manera<br />

en que <strong>Dios</strong> trata con todo asunto <strong>de</strong> su vida es conforme a su P<strong>al</strong>abra. Nada<br />

le ocurre a usted que no pueda explicarse con la verdad <strong>de</strong> la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong><br />

<strong>Dios</strong>. No existe situación a la cu<strong>al</strong> no se pueda respon<strong>de</strong>r conforme a la<br />

P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.

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