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JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

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30 SALMO <strong>119</strong>: UNA ODISEA AL CORAZÓN DE DIOS<br />

andar en la ley <strong>de</strong> Jehová. Recuer<strong>de</strong> que a lo largo <strong>de</strong> este s<strong>al</strong>mo h<strong>al</strong>laremos<br />

diversos sinónimos <strong>de</strong> la Biblia. Aquí, los testimonios <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> son la misma<br />

cosa que su ley. La Biblia contiene los «testimonios» <strong>de</strong> la natur<strong>al</strong>eza <strong>de</strong><br />

<strong>Dios</strong>. La ley no es un conjunto <strong>de</strong> prohibiciones que <strong>Dios</strong> inventó en su<br />

tiempo libre para mantener a la humanidad ocupada. La leyes sencillamente<br />

la expresión <strong>de</strong> la santidad <strong>de</strong> la natur<strong>al</strong>eza <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<br />

La poesía hebrea sigue un concepto conocido como par<strong>al</strong>elismo, mientras<br />

que la poesía en castellano sigue la rima y el metro. El par<strong>al</strong>elismo consiste<br />

en expresar p<strong>al</strong>abras, frases o pensamientos par<strong>al</strong>elos uno junto <strong>al</strong> otro<br />

para contrastarlos, complementarlos e instruirnos. T<strong>al</strong> como los diferentes<br />

nombres que recibe <strong>Dios</strong> en la Biblia sirven para instruirnos en cuanto a las<br />

muchas facetas <strong>de</strong>l carácter <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, los nombres que recibe la Biblia en el<br />

<strong>S<strong>al</strong>mo</strong> <strong>119</strong> nos dan un entendimiento más amplio <strong>de</strong> la profundidad y la<br />

natur<strong>al</strong>eza <strong>de</strong> la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<br />

El «andar» en la leyes mucho más que el «hablar» <strong>de</strong> la ley y que el<br />

«conocer» acerca <strong>de</strong> la ley. Muchas personas tienen una mina intelectu<strong>al</strong> <strong>de</strong><br />

información sobre la Biblia. Algunos hasta disfrutan el hablar acerca <strong>de</strong> la<br />

Biblia. Pero son pocos los que verda<strong>de</strong>ramente viven lo que dice la Biblia.<br />

Este segundo versículo nos dice que la felicidad es resultado <strong>de</strong> guardar<br />

sus testimonios. Esto contradice la fibra <strong>de</strong>l pensamiento mo<strong>de</strong>rno. Consi<strong>de</strong>ramos<br />

que una vida mo<strong>de</strong>rada es <strong>de</strong>masiado limitante.<br />

Un método radic<strong>al</strong> y contemporáneo <strong>de</strong> crianza <strong>de</strong> los hijos enseña a los<br />

padres a poner a sus hijos pequeños en una habitación sin barreras, sin siquiera<br />

una cuna. Esta filosofía llega hasta el extremo <strong>de</strong> sugerir que el darle<br />

nombre a un recién nacido, sin esperar a que tenga suficiente edad para que<br />

escoja su propio nombre, es dañino a su tierna person<strong>al</strong>idad. El ser humano<br />

sencillamente no pue<strong>de</strong> ver la obvia conclusión que t<strong>al</strong> tipo <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as es la<br />

fuente <strong>de</strong> la anarquía que hoy vive nuestra sociedad.<br />

El verda<strong>de</strong>ro amor tiene fronteras y la verda<strong>de</strong>ra felicidad consiste en<br />

vivir <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las fronteras <strong>de</strong> ese amor. Jamás olvidaré la vez que estaba<br />

aconsejando a una joven en Wichita, Kansas, hace ya muchos años. Era la<br />

hija <strong>de</strong> un ofici<strong>al</strong> <strong>de</strong> la fuerza aérea que en su corta vida había vivido en<br />

muchos lugares. No importa en dón<strong>de</strong> estuviera, ella siempre lograba meterse<br />

en problemas serios. A la tierna edad <strong>de</strong> dieciocho años, ya no quedaban<br />

muchas cosas que ella no había intentado. Pocas veces he visto un espíritu<br />

tan rebel<strong>de</strong> como el <strong>de</strong> ella.<br />

En un momento <strong>de</strong> reflexión, le pregunté qué era lo que la motivaba a<br />

hacer t<strong>al</strong>es cosas. Ella me miró directo a los ojos y dijo: «Tan sólo una vez<br />

quisiera que mi papá me dijera: 'No'». Sus padres le habían provisto con<br />

bienes materi<strong>al</strong>es, pero ella nunca se había sentido segura <strong>de</strong> su amor. Ellos<br />

no se habían preocupado lo suficiente como para fijarle límites con el fin <strong>de</strong><br />

protegerla.<br />

Antes que conociéramos a Cristo, todos éramos esclavos <strong>de</strong>l pecado. Ahora,<br />

él nos ha libertado <strong>de</strong> la esclavitud <strong>de</strong>l pecado, <strong>de</strong> modo que tengamos la<br />

libertad <strong>de</strong> vivir una vida <strong>de</strong> obediencia a El ano 8:34-36). La verdad <strong>de</strong> la<br />

P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> no tiene carácter represivo, ni es limitante. ¡Es liberante!

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