10.05.2013 Views

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

MUCHA PAZ 295<br />

escondieron para mísu red en un hoyo; sin causa cavaronhoyo para mi <strong>al</strong>ma» (S<strong>al</strong>.<br />

35:7). «lVO se<strong>al</strong>egren<strong>de</strong>mílosque sin causa sonmis enemigos, ni losque aborrecen<br />

sin causa guiiien el ojo» (S<strong>al</strong>. 35:19). «Se han aumentado más que los cabellos <strong>de</strong><br />

mi cabeza losque me aborrecen sin causa; se han hecho po<strong>de</strong>rosos mis enemigos, los<br />

que me <strong>de</strong>struyen sin tener por qué. ¿Y he <strong>de</strong> pagar lo que no robé?» (S<strong>al</strong>. 69:4).<br />

«Con p<strong>al</strong>abras <strong>de</strong> odio me han ro<strong>de</strong>ado, y pelearon contra misin causa» (S<strong>al</strong>. 109:3).<br />

La primera vez que aparece esta frase,en las Escrituras también se refiere<br />

a David como tipo profético <strong>de</strong> Cristo. El está siendo perseguido por el Rey<br />

Saú1 y Jonatán se levanta en su <strong>de</strong>fensa. «Pues él tomó su vida en su mano, y<br />

mató <strong>al</strong>filisteo,y Jehová diogran s<strong>al</strong>vación a todo Israel. Tú loviste,y te <strong>al</strong>egraste;<br />

¿pOlo qué, pues,pecaráscontra la sangre inocente, matando a David sin causa?» (1<br />

S. 19:5).<br />

Aquí, en el <strong>S<strong>al</strong>mo</strong> <strong>119</strong>:161, el s<strong>al</strong>mista clama: «Príncipesme han perseguido<br />

sin causa». Esto también apunta en sentido profético a Cristo, siendo que<br />

tanto Hero<strong>de</strong>s como Pi1ato tomaron acción contra El «sin causa».<br />

En el mismo contexto <strong>de</strong>l versículoJuan 15:25 que vimos antes, Jesús dijo<br />

a sus discípulos: «Acordaos <strong>de</strong> la p<strong>al</strong>abra queyo oshe dicho: El siervo no esmayor<br />

que su señor: Si a míme han perseguido, también a vosotros osperseguirán;si han<br />

guardado mip<strong>al</strong>abra, también guardarán la vuestra» (jn. 15:20).<br />

Los creyentes también seremos perseguidos «sin causa». Inclusive habrán<br />

ocasiones en las cu<strong>al</strong>es seremos perseguidos por «principes». En este caso me<br />

refiero a príncipes <strong>de</strong> origen sobrenatur<strong>al</strong>. «Porque no tenernos lucha contra<br />

sangrey carne, sino contraprincipados, contrapotesta<strong>de</strong>s, contr<strong>al</strong>osgobernadores <strong>de</strong><br />

las tinieblas<strong>de</strong> este siglo, contra huestesespiritu<strong>al</strong>es <strong>de</strong> m<strong>al</strong>dad en las regiones celestes»<br />

(Ef. 6:12).<br />

La persecución inmerecida es un hecho que hemos <strong>de</strong> enfrentar si vivimos<br />

por la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. No es posible evitarla, pero po<strong>de</strong>mos escoger<br />

cómo respon<strong>de</strong>remos a ella. Esta es la parte <strong>de</strong> este pasaje que nos sirve <strong>de</strong><br />

instrucción.<br />

El enfoque <strong>de</strong>l perseguido sin causa<br />

«Príncipesme han perseguido sin causa, peromi <strong>corazón</strong> tuvo temor <strong>de</strong> tusp<strong>al</strong>abras.<br />

Me regocijo en tu p<strong>al</strong>abra como el que h<strong>al</strong>la muchos <strong>de</strong>spojos. La mentira<br />

aborrezco y abomino; tu ley amo. Siete veces <strong>al</strong> día te <strong>al</strong>abo a causa <strong>de</strong> tus justos<br />

juicios» (S<strong>al</strong>. <strong>119</strong>:161-164).<br />

La persecución es un hecho en la vida <strong>de</strong>l creyente. La única incógnita es<br />

cómo escogeremos respon<strong>de</strong>r a esa persecución. Po<strong>de</strong>mos escoger enfocarnos<br />

en nuestros problemas, 10cu<strong>al</strong> sólo aumentará/nuestra <strong>de</strong>sdicha. La otra<br />

<strong>al</strong>ternativa consiste en hacer 10 que David hizo. El escogió enfocarse en la<br />

P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> en lugar <strong>de</strong> hacerlo en su persecución. Esta fue una elección<br />

que produjo una actitud <strong>de</strong> temor. «Principesme han perseguido sin causa, pero<br />

mi <strong>corazón</strong> tuvo temor <strong>de</strong> tus p<strong>al</strong>abras» (S<strong>al</strong>. <strong>119</strong>:161, énfasis <strong>de</strong>l autor).<br />

Muchos escogen obsesionarse con sus problemas. No pue<strong>de</strong>n hablar <strong>de</strong><br />

otra cosa. Sus problemas absorben sus pensamientos y emociones continuamente.<br />

No sólo se sienten <strong>de</strong>sdichados, sino que hacen que todos a su <strong>al</strong>re<strong>de</strong>dor<br />

se sientan igu<strong>al</strong>.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!