10.05.2013 Views

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

160 SALMO <strong>119</strong>: UNA ODISEA AL CORAZÓN DE DIOS<br />

¿Cómo le ven las <strong>de</strong>más personas? ¿Es usted lo suficientemente honesto<br />

consigo mismo para respon<strong>de</strong>r?<br />

La dirección <strong>de</strong> un cristiano siempre <strong>de</strong>be ser hacia su exterior, nunca<br />

hacia su interior. Es por esto que muchos no pue<strong>de</strong>n h<strong>al</strong>lar el propósito que<br />

<strong>Dios</strong> tiene para sus vidas. Sólo quieren averiguar el propósito para cumplir<br />

sus propios planes. Luego, pue<strong>de</strong>n recostarse a admirar 10 bien planificada<br />

que está su vida. El saber dón<strong>de</strong> pertenecen les sirve para reorganizar sus<br />

vidas en torno a sus propios objetivos person<strong>al</strong>es. /<br />

El propósito <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> siempre va hacia afuera: el darle gloria a El y ser <strong>de</strong><br />

bendición a los <strong>de</strong>más. T<strong>al</strong> vez usted nunca sepa los motivos tras su aflicción.<br />

T<strong>al</strong> vez nunca llegue a saber la respuesta a sus preguntas. Eso no obstaculiza<br />

el que <strong>Dios</strong> le dé la respuesta a la pregunta: «¿Por qué estoy aquí?» Usted<br />

pue<strong>de</strong> saber que la vida v<strong>al</strong>e la pena vivirla. Pue<strong>de</strong> tener un propósito eterno<br />

en su vida.<br />

La convicción <strong>de</strong> nuestro propósito es nuestro refugio<br />

El tener un entendimiento maduro <strong>de</strong> su propósito sirvió para animar a<br />

David. El no precisaba conocer todos los <strong>de</strong>t<strong>al</strong>les, siempre y cuando pudiera<br />

enten<strong>de</strong>r la natur<strong>al</strong>eza <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. «Conozco, obJebová, que tusjuicios sonjustos, y<br />

que conforme a tu fi<strong>de</strong>lidad me afligiste» (S<strong>al</strong>. <strong>119</strong>:75).<br />

Esto nos lleva nuevamente a la verdad básica sobre la cu<strong>al</strong> se funda la<br />

Escuela <strong>de</strong> la Aflicción. «Bien has becbo con tu sieruo, ob Jebová, conforme a tu<br />

p<strong>al</strong>abra» (S<strong>al</strong>. <strong>119</strong>:65). A<strong>de</strong>más, «Bueno eres tú, y bienbecbor» (S<strong>al</strong>. <strong>119</strong>:68). Si<br />

estamos convencidos <strong>de</strong> que <strong>Dios</strong> es bueno, no tenemos <strong>al</strong>ternativa más que<br />

aceptar que lo que El hace es bueno, aun si no lo enten<strong>de</strong>mos por completo.<br />

Hay muchos creyentes que están enojados con <strong>Dios</strong>, pero no quieren<br />

reconocerlo. Se rebelan en contra <strong>de</strong> su aflicción. No quieren ver a <strong>Dios</strong> en<br />

medio <strong>de</strong> su aflicción. Muchos no se atreven a <strong>de</strong>sechar su máscara <strong>de</strong> piedad<br />

y continúan pidiendo oración. Se lamen sus heridas y claman contra la<br />

injusticia y lo terrible <strong>de</strong> su causa. No quieren ver que cuando rechazan las<br />

obras <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, también están rechazando su natur<strong>al</strong>eza. ¡Con razón se sienten<br />

miserables!<br />

¿Observó usted un hecho significativo en este versículo? El que aflige es<br />

el mismo que consuela. David sabe que lo que <strong>Dios</strong> ha hecho es justo. «Conozco,<br />

ob Jebová, que tus juicios son[ustos.» Y sabe que es el <strong>Dios</strong> que le ama<br />

quien le ha afligido: «yque conforme a tu fi<strong>de</strong>lidad me afligiste».<br />

<strong>Dios</strong> usa la familia como un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> esta verdad. El padre <strong>de</strong> familia<br />

que ama <strong>al</strong> hijo con todo su ser es el mismo padre que <strong>al</strong>gunas veces tiene<br />

que optar por una posición dura para corregir e instruir a ese hijo. El mismo<br />

padre que administra el castigo es quien mejor pue<strong>de</strong> administrar el consuelo<br />

y el amor inmediatamente <strong>de</strong>spués.<br />

T<strong>al</strong> como un niño h<strong>al</strong>la seguridad en la consistencia <strong>de</strong> la natur<strong>al</strong>eza <strong>de</strong><br />

sus padres, nosotros h<strong>al</strong>lamosseguridad en la natur<strong>al</strong>eza invariable <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<br />

Cuando <strong>Dios</strong> reprendía amargamente a Israel por sus fornicaciones, <strong>Dios</strong><br />

clamó: «10 osbe amado, diceJebová» (M<strong>al</strong>. 1:2). Ellos no podían compren<strong>de</strong>r<br />

el amor <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> en medio <strong>de</strong> la tribulación que vivían. «ydijisteis: ¿En qu«

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!