10.05.2013 Views

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

SACÁNDOLE EL MÁXIMO PROVECHO A LA VIDA 65<br />

testimonios. Esto no es un amuleto <strong>de</strong> la buena suerte para los supersticiosos.<br />

Esto sólo funciona si usted ha guardado sus testimonios. <strong>Una</strong> vez que usted<br />

apren<strong>de</strong> a apoyarse en la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, pue<strong>de</strong> hacerlo aun mientras siente<br />

el ardor <strong>de</strong>l oprobio y el menosprecio. ¿Cuál es el oprobio que lleva?<br />

Por cuarenta años los israelitas vagaron por el <strong>de</strong>sierto, con<strong>de</strong>nados por<br />

su pecado <strong>de</strong> incredulidad. No era gente «perdida»; eran «creyentes incrédulos».<br />

Esa nación, con más <strong>de</strong> dos millones <strong>de</strong> habitantes, no tuvo suficiente<br />

confianza en <strong>Dios</strong> como para cruzar un río. Por cuarenta años llevaron el<br />

oprobio <strong>de</strong>l pecado. Las naciones a su <strong>al</strong>re<strong>de</strong>dor legítimamente dudaron <strong>de</strong><br />

la re<strong>al</strong>idad <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong>l <strong>Dios</strong> <strong>de</strong> los israelitas.<br />

Los hijos <strong>de</strong> Israel también sabían cómo hablar. Tenían toda la información<br />

pertinente. Habían recibido las p<strong>al</strong>abras <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. Habían hecho un<br />

compromiso público <strong>de</strong> obe<strong>de</strong>cer la P<strong>al</strong>abra, pero la re<strong>al</strong>idad <strong>de</strong> su experiencia<br />

contra<strong>de</strong>cía su sinceridad. A la hora <strong>de</strong> la hora, ellos no habían aprendido<br />

a apoyarse en la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<br />

El libro <strong>de</strong> Josué nos cuenta la maravillosa historia <strong>de</strong>l cruce <strong>de</strong>l río Jordán.<br />

<strong>Una</strong> nueva generación fin<strong>al</strong>mente había cruzado para entrar en la tierra prometida.<br />

josué les mandó: «Subid <strong>de</strong>lJordán» Gas. 4:17b), lo cu<strong>al</strong> nos da un<br />

cuadro <strong>de</strong> un creyente que entra en la plenitud y el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la resurrección<br />

<strong>de</strong> Cristo. Ellos ganaron la promesa <strong>al</strong> permanecer en las promesas.<br />

El primer campamento lo establecieron en un lugar llamado «Gilg<strong>al</strong>»<br />

Gas. 4: 19). El nombre Gilg<strong>al</strong> significa «quitado». Josué 5:9 nos explica: «y<br />

Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado <strong>de</strong> vosotros el oprobio <strong>de</strong> Egipto; por lo cu<strong>al</strong>el<br />

nombre <strong>de</strong> aquellugar esGilg<strong>al</strong>, hasta hoy».<br />

Cuando usted se compromete a apren<strong>de</strong>r la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, cuando su<br />

<strong>corazón</strong> siempre ar<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos por conocer el Libro que <strong>Dios</strong> nos <strong>de</strong>jó,<br />

cuando usted genuinamente pue<strong>de</strong> apoyarse en la Biblia ante cu<strong>al</strong>quier circunstancia,<br />

verá que su Padre Celesti<strong>al</strong> también pue<strong>de</strong> quitar el oprobio y<br />

menosprecio que haya en supropia vida. Esto no ocurrirá sencillamente porque<br />

lo «<strong>de</strong>sea», sino porque usted ha guardado sus testimonios. Su vida está<br />

limpia y firmemente establecida sobre la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<br />

Encarando a príncipes<br />

Esto es bueno para los problemas <strong>de</strong> la vida cotidiana. ¿Qué po<strong>de</strong>mos<br />

hacer si nos metemos en problemas re<strong>al</strong>mente serios? ¿Qué hacemos si el<br />

jefe está enojado con nosotros porque nos comprometimos a seguir a <strong>Dios</strong>?<br />

¿Qué hacer si nuestro trabajo está en juego? Escuche lo que dice el s<strong>al</strong>mista.<br />

«Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí» (S<strong>al</strong>. <strong>119</strong>:23).<br />

La p<strong>al</strong>abra «príncipes» se refiere a aquellas personas en posiciones <strong>de</strong><br />

autoridad. Podría tratarse <strong>de</strong> cu<strong>al</strong>quier persona. El hecho que estos príncipes<br />

se sientan es indicativo que, estaban en una posición <strong>de</strong> emitir juicio.<br />

David no fue presa <strong>de</strong>l pánico. El se puso a meditar en la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<br />

Cuando vimos el <strong>S<strong>al</strong>mo</strong> <strong>119</strong>: 15 aprendimos que la meditación produce en<br />

nosotros un respeto por los caminos <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. Al meditar en la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong><br />

<strong>Dios</strong>, David aprendió cuál <strong>de</strong> los caminos <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> <strong>de</strong>bía seguir en una situación<br />

semejante.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!