JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios
JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios
JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
264 SALMO <strong>119</strong>: UNA ODISEA AL CORAZÓN DE DIOS<br />
blanco <strong>de</strong> los ataques verb<strong>al</strong>es más fuertes <strong>de</strong> Cristo. Y en este versículo el<br />
Señor nos dice que nuestra justicia <strong>de</strong>berá ser mayor que la <strong>de</strong> ellos para<br />
entrar en el reino <strong>de</strong> los cielos. Si ellosno cumplían con las normas <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>,<br />
¿cómo podremos hacerlo nosotros?<br />
Para empeorar las cosas, consi<strong>de</strong>re lo que Pablo dijo a los romanos. «Como<br />
está escrito: No hay justo, ni aun uno» (Ro. 3:1O). Si esto es cierto (y sabemos<br />
que lo es), ¿cómo pue<strong>de</strong> ser justo <strong>Dios</strong> <strong>al</strong> <strong>de</strong>mandar que nosotros seamos<br />
justos?<br />
Empecemos a aclarar <strong>al</strong>gunos <strong>de</strong> estos temas difíciles. El significado <strong>de</strong><br />
las p<strong>al</strong>abras «justo» y «justicia» no es difícil <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r. Tienen que ver<br />
con la c<strong>al</strong>idad <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho o razón.<br />
Noé es el primer hombre que en la Biblia es llamado justo. «Dijo luego<br />
Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo <strong>de</strong>lante<br />
<strong>de</strong> mí en esta generación» (Gn. 7:1). <strong>Dios</strong> vio a Noé justo. ¿Qué quiere <strong>de</strong>cir<br />
esto? Para muchos, la respuesta a esta pregunta se h<strong>al</strong>la en Génesis 6:22. «y<br />
lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que <strong>Dios</strong> le mandó» (Gn. 6:22). La conclusión<br />
a la que llegan es que la justicia consiste en sencillamente hacer todo<br />
lo que <strong>Dios</strong> man<strong>de</strong>.<br />
Muchas iglesias crean un conjunto <strong>de</strong> normas que incluyen todo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
forma <strong>de</strong> vestir hasta el tipo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s que se consi<strong>de</strong>ran «piadosas».<br />
Estas «normas» usu<strong>al</strong>mente se <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> <strong>al</strong>gún pasaje <strong>de</strong> las Escrituras,<br />
tomado <strong>de</strong>ntro o fuera <strong>de</strong> su <strong>de</strong>bido contexto. En estas iglesias, a mayor<br />
norma que se cumpla, mayor es la espiritu<strong>al</strong>idad lograda. En lugar <strong>de</strong> <strong>al</strong>imentar<br />
y nutrir a su redil, el pastor golpea a sus ovejas para que se conformen<br />
exteriormente a estas normas. Todo esto parece bueno y espiritu<strong>al</strong>, pero<br />
sencillamente no es bíblico. Es resultado <strong>de</strong> ignorar el contexto en el cu<strong>al</strong> se<br />
h<strong>al</strong>lan estas p<strong>al</strong>abras. Sólo toma en cuenta parte <strong>de</strong> la historia. Veamos qué<br />
es lo que dice la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> <strong>al</strong> respecto.<br />
Los primeros siete versículos <strong>de</strong> Génesis 6 nos cuentan cómo <strong>Dios</strong> <strong>de</strong>ci<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>struir <strong>al</strong> hombre por su m<strong>al</strong>dad. <strong>Dios</strong> ve que el hombre no tiene justicia<br />
en sí mismo. En medio <strong>de</strong> esta triste situación, había un hombre que era<br />
diferente. Pero no era diferente por lo que hacía, ni porque se había conformado<br />
a las normas <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. Era diferente como resultado <strong>de</strong> la gracia <strong>de</strong><br />
<strong>Dios</strong>. «Pero Noé h<strong>al</strong>ló gracia ante los ojos<strong>de</strong> Jehová» (Gn. 6:8).<br />
La gracia <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> siempre estuvo disponible. Los otros hombres no la<br />
buscaron y por lo tanto no la h<strong>al</strong>laron. Noé h<strong>al</strong>ló la gracia <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> y se asió<br />
<strong>de</strong> ella. Se apropió <strong>de</strong> ella como si fuera suya. No fue porque se conformó a<br />
las normas <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. Fue porque la gracia <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> estaba disponible para<br />
quien la buscara, iY él la h<strong>al</strong>ló! Fue la gracia <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> lo que hizo diferente a<br />
Noé, no sus obras. Debido a que Noé h<strong>al</strong>ló gracia ante los ojos <strong>de</strong>l Señor, el<br />
Señor estableció un pacto con Noé. «Has establecerémipacto contigo,y entrarás<br />
en el arca tú, tus hijos, tu mujer; y las mujeres <strong>de</strong> tus hijos contigo» (Gn. 6:18).<br />
Noé hizo todo lo que <strong>Dios</strong> le mandó porque había reclamado la gracia <strong>de</strong><br />
<strong>Dios</strong> para sí. <strong>Dios</strong> había establecido un pacto con Noé.<br />
El comentario divino sobre esta historia lo h<strong>al</strong>lamos en Hebreos 11:7.<br />
«Por la fe Noé, cuando fue advertido por <strong>Dios</strong> acerca <strong>de</strong> cosas que aún no se veían,