10.05.2013 Views

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

RESUMIÉNDOLO TODO 309<br />

establece el fundamento doctrin<strong>al</strong> para la victoria sobre el pecado <strong>al</strong><br />

mostrarnos cómo el bautismo es un cuadro <strong>de</strong> nuestra i<strong>de</strong>ntificación con<br />

Cristo en su muerte y en su resurrección. Él llega a la conclusión doctrin<strong>al</strong><br />

en el versículo 6. «Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado<br />

juntamente con él, para que el CUe1pO <strong>de</strong>l pecado sea <strong>de</strong>struido, a fin <strong>de</strong> que no<br />

sirvamos más <strong>al</strong> pecado» (Ro. 6:6).<br />

La pregunta que natur<strong>al</strong>mente surge es: «Si mi viejo hombre fue crucificado<br />

juntamente con él para que el cuerpo <strong>de</strong>l pecado sea <strong>de</strong>struido, ¿por<br />

qué todavía tengo tanta lucha con el pecado?» Esta es la antigua bat<strong>al</strong>la<br />

sostenida entre el hecho <strong>de</strong> nuestra posición y la re<strong>al</strong>idad práctica.<br />

En primer lugar, necesitamos enten<strong>de</strong>r que en la Biblia la «muerte» siempre<br />

significa separación. Nunca significa aniquilación ni el <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> existir.<br />

La muerte física es la separación <strong>de</strong>l <strong>al</strong>ma <strong>de</strong>l cuerpo, no el fin <strong>de</strong> la existencia.<br />

La muerte espiritu<strong>al</strong> es la separación <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, no el <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> existir.<br />

Cuando dice que nuestro viejo hombre está muerto, esto no quiere <strong>de</strong>cir<br />

que ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> existir. Significa que hemos sido separados <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r que<br />

éste antes tenía sobre nosotros. Ya no tenemos que pecar. Pecamos porque<br />

escogemos ce<strong>de</strong>r a nuestra natur<strong>al</strong>eza pecaminosa.<br />

Para que esta verdad doctrin<strong>al</strong> se torne en una re<strong>al</strong>idad práctica, tenemos<br />

que apren<strong>de</strong>r la lección que Pablo enseña.<br />

Asítambién vosotros consi<strong>de</strong>raos muertos <strong>al</strong>pecado, perovivospara <strong>Dios</strong>en<br />

CristoJesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo<br />

mort<strong>al</strong>, <strong>de</strong> modo que lo obe<strong>de</strong>zcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéisvuestrosmiembros<br />

<strong>al</strong> pecado como instrumentos <strong>de</strong> iniquidad, sino<br />

presentaos vosotros mismos a <strong>Dios</strong> como vivos <strong>de</strong> entre los muertos,y vuestrosmiembrosa<br />

<strong>Dios</strong> como instrumentos <strong>de</strong>justicia. Porque elpecado nose<br />

enseñoreara <strong>de</strong> vosotros, pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia<br />

(Ro. 6:11-14).<br />

Cuando Cristo murió y resucitó <strong>de</strong> entre los muertos, nuestra victoria<br />

sobre el pecado quedó asegurada. La victoria fin<strong>al</strong> y completa tendrá lugar<br />

cuando Cristo regrese. En ese entonces, nuestro cuerpo mort<strong>al</strong> será glorificado<br />

y estaremos tot<strong>al</strong>mente separados <strong>de</strong> este cuerpo <strong>de</strong> pecado. Hasta que<br />

eso ocurra, po<strong>de</strong>mos tener victoria práctica en nuestro diario andar si consi<strong>de</strong>ramos'<br />

o actuamos, como si esto ya hubiese ocurrido, aunque no haya<br />

tenido lugar hasta este momento. Hemos <strong>de</strong> «consi<strong>de</strong>rar», o dar por hecho,<br />

que lo que <strong>Dios</strong> ha dicho es cierto. Esto es un acto <strong>de</strong> fe. ,<br />

Esto es lo que David está haciendo en el versículo 171. El ha pedido constantemente<br />

a <strong>Dios</strong> que le enseñe su P<strong>al</strong>abra. Aunque el cumplimiento fin<strong>al</strong><br />

<strong>de</strong> esto aún es futuro, y David jamás podría apren<strong>de</strong>r todo lo que la P<strong>al</strong>abra<br />

<strong>de</strong> <strong>Dios</strong> tiene que enseñar en esta vida, él se contenta con <strong>al</strong>abar a <strong>Dios</strong>,<br />

sabiendo que <strong>Dios</strong> seguramente contestará su oración.<br />

La p<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>al</strong>abanza que eleva David no es condicion<strong>al</strong> y no expresa<br />

duda. Es una consi<strong>de</strong>ración fiel <strong>de</strong> la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> porque él está convencido<br />

que <strong>Dios</strong> la cumplirá. El ya pue<strong>de</strong> ver por fe el cumplimiento en su

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!