JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios
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152 SALMO <strong>119</strong>: UNA OmSEA AL CORAZÓN DE mos<br />
<strong>de</strong> este capítulo mientras me encontraba <strong>de</strong> gira predicando en una conferencia<br />
bíblica en Bogotá, Colombia. Mientras me encontraba en Bogotá,<br />
empecé a sufrir un dolor <strong>de</strong> cabeza que se sentía como sinusitis y que se<br />
concentraba <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> mi ojo <strong>de</strong>recho. Al regresar a casa, mi ojo <strong>de</strong>recho<br />
estaba sufriendo <strong>de</strong> un caso avanzado <strong>de</strong> iritis, o inflamación <strong>de</strong>l iris. Había<br />
sufrido una afección similar en mi ojo izquierdo tres veces anteriores. Pero<br />
esta vez, era mi ojo <strong>de</strong>recho el afectado..Mi ojo <strong>de</strong>recho es mi ojo más fuerte,<br />
es el que uso princip<strong>al</strong>mente para leer. Ahora se encontraba tot<strong>al</strong>mente<br />
inmovilizado. Podía ver con suficiente claridad para caminar y <strong>de</strong>senvolverme,<br />
pero el leer y el escribir se tornaron en retos formidables.<br />
Debo confesar que sentí mucha frustración y angustia <strong>al</strong> inicio <strong>de</strong> esta aflicción.<br />
Mucho <strong>de</strong> lo que hago <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> leer y <strong>de</strong> escribir. Era fácil sentir lástima<br />
por mí mismo. Entonces recordé la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. Recordé el pasaje que<br />
estamos <strong>de</strong>sarrollando. <strong>Dios</strong> sencillamente estaba permitiendo que sufriera un<br />
poco <strong>de</strong> aflicción para que pudiera escribir con una convicción verda<strong>de</strong>ra. Yo<br />
tenía que <strong>de</strong>jar que esta aflicción me condujera a la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<br />
Aunque ya he estado predicando por un cuarto <strong>de</strong> siglo, continúo haciendo<br />
trabajos <strong>de</strong> posgrado en la Escuela <strong>de</strong> la Aflicción. Estoy aprendiendo<br />
que no importa cuál sea la aflicción que sufra, siempre habrá <strong>al</strong>go nuevo que<br />
apren<strong>de</strong>r. Mientras escribo estas p<strong>al</strong>abras, me duele el ojo y siento un dolor<br />
<strong>de</strong> cabeza constante. Me siento un tanto mareado y me gustaría acostarme y<br />
olvidarme <strong>de</strong>l mundo. Sin embargo, he <strong>de</strong> ser fiel a la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. He<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir nuevamente guardar sus preceptos <strong>de</strong> todo <strong>corazón</strong> y <strong>de</strong>leitarme<br />
en su ley por sobre todas las cosas. La aflicción no es nuestro enemigo, sino<br />
nuestro maestro. Esa es precisamente la transición que nos lleva <strong>al</strong> tema<br />
siguiente <strong>de</strong> nuestro estudio.<br />
LA META DEL PROGRAL\L."-. DE ESTUDIOS (v. 71)<br />
T<strong>al</strong> como toda escuela basa su programa <strong>de</strong> estudios en una verdad fundament<strong>al</strong>,<br />
su programa <strong>de</strong> estudios tiene una meta: un objetivo a <strong>al</strong>canzar o un<br />
cambio a producirse como resultado <strong>de</strong> culminar con éxito el programa <strong>de</strong><br />
estudios. En este versículo David i<strong>de</strong>ntifica la meta <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong> la Escuela<br />
<strong>de</strong> la Aflicción. «Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus<br />
estatutos» (S<strong>al</strong>. <strong>119</strong>:71).<br />
La mayoría <strong>de</strong> las personas se lamentan por su aflicción, participan <strong>de</strong><br />
autocompasión y buscan la solidaridad <strong>de</strong> sus semejantes, pero David <strong>de</strong>clara:<br />
«Bueno me es haber sido bumillado». ;Pue<strong>de</strong> usted <strong>de</strong>cir eso con sinceridad?<br />
Si no pue<strong>de</strong>, no está listo para graduarse.<br />
David vio la aflicción como una ayuda para apren<strong>de</strong>r la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<br />
Cuando la aflicción lo conduce a la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, usted apren<strong>de</strong>rá a aplicar<br />
la p<strong>al</strong>abra a su vida. Pero si usted permite que la aflicción <strong>de</strong>sarrolle<br />
amargura, <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> venganza, autocompasión y otras reacciones negativas,<br />
la aflicción se torna en un enemigo. Algunas personas m<strong>al</strong>gastan mucho<br />
tiempo tratando <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir si su aflicción proviene <strong>de</strong> Satanás o <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. ¿Y<br />
qué diferencia hace? Si la aflicción nos conduce hacia la Biblia, su resultado<br />
será el mismo, no importa cuál sea su causa.