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JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

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EL VERDADERO ESCONDEDERO 225<br />

<strong>Dios</strong> y atacarnos a los que estamos escondidos en Cristo. <strong>Una</strong> vez que aprendimos<br />

esa verdad, pudimos relajarnos y disfrutar <strong>de</strong> la vida, aun en medio <strong>de</strong><br />

una guerra. T<strong>al</strong> vez la razón por la cu<strong>al</strong> usted está tan tenso es que no tiene<br />

lugar don<strong>de</strong> escon<strong>de</strong>rse.<br />

En el mismo <strong>al</strong>iento en que David dice que <strong>Dios</strong> es su escon<strong>de</strong><strong>de</strong>ro, él<br />

afirma que <strong>Dios</strong> es su escudo. Piénselo. No sólo po<strong>de</strong>mos escon<strong>de</strong>rnos en<br />

<strong>Dios</strong>, también po<strong>de</strong>mos escon<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> El. Si <strong>Dios</strong> es nuestro escudo,<br />

el que quiera llegar a nosotros tendrá que vencer primero a <strong>Dios</strong>. ¡Yeso<br />

no va a pasar!<br />

<strong>Dios</strong> le enseñó esta verdad a Abram. Abram acababa <strong>de</strong> rescatar a su sobrino<br />

Lot <strong>de</strong> una confe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> reyes que habían capturado a Sodoma y<br />

Gomarra y habían tomado prisioneros. A su regreso <strong>de</strong> la bat<strong>al</strong>la en la cu<strong>al</strong><br />

liberó a Lot, Abram se encontró con un sacerdote llamado Melquise<strong>de</strong>c, a<br />

quien le entregó diezmos y adoró <strong>al</strong> <strong>Dios</strong> Altísimo. El rey <strong>de</strong> Sodoma ofreció<br />

a Abram el botín <strong>de</strong> la bat<strong>al</strong>la, pero Abram reconoció que todo lo que él<br />

necesitaba era a <strong>Dios</strong>. En este contexto, <strong>Dios</strong> le dijo: «Después<strong>de</strong> estas cosas<br />

vino lap<strong>al</strong>abra <strong>de</strong>Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas,Abram; yo soy tu<br />

escudo, y tu g<strong>al</strong>ardónserásobremanera gran<strong>de</strong>» (Gn. 15:1).<br />

David llegó a enten<strong>de</strong>r esta verdad a temprana edad. Es posible que estuviera<br />

pensando en su victoria sobre Goliat, registrada en 1 Samuel17, cuando<br />

escribió estas p<strong>al</strong>abras <strong>de</strong>l <strong>S<strong>al</strong>mo</strong> <strong>119</strong>:114. El había oioido las p<strong>al</strong>abras <strong>de</strong>l<br />

<strong>S<strong>al</strong>mo</strong> <strong>119</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> joven.<br />

Entonces dijo David <strong>al</strong>filisteo: Tú vienesa mícon espaday lanza yjab<strong>al</strong>ina;<br />

mas yo vengo a ti en el nombre <strong>de</strong> Jehová <strong>de</strong> los ejércitos, el <strong>Dios</strong> <strong>de</strong> los<br />

escuadrones <strong>de</strong>Israel, a quien tú hasprovocado. Jehová te entregará hoy en<br />

mi mano,y yo te venceré, y te cortaréla cabeza, y daré hoyloscuerpos <strong>de</strong> los<br />

filisteosa las aves <strong>de</strong>l cielo y a las bestias <strong>de</strong> la tierra;y tod<strong>al</strong>a tierra sabrá<br />

que hay <strong>Dios</strong> en Israel. Y sabrátoda estacongregación queJehová nos<strong>al</strong>va<br />

con espada y con lanza; porque <strong>de</strong>Jehová esla bat<strong>al</strong>la, y él osentregará en<br />

nuestras manos (1 S. 17:45-47).<br />

David se refugió en el Señor y <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> Él. Esto pudo hacerlo porque<br />

aun en su juventud había puesto su esperanza en la P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, y años<br />

más tar<strong>de</strong> escribiría: «Mi escon<strong>de</strong><strong>de</strong>ro y mi escudo eres UÍ; en tu p<strong>al</strong>abra he esperado»<br />

(S<strong>al</strong>. <strong>119</strong>:114). Con esta confianza, dijo: «Apartaos <strong>de</strong>mí, m<strong>al</strong>ignos, pues<br />

yo guardaré losmandamientos <strong>de</strong> mi <strong>Dios</strong>» (S<strong>al</strong>. <strong>119</strong>:115). Nuevamente, pareciera<br />

ser que todo lo que necesitamos apren<strong>de</strong>r, lo apren<strong>de</strong>mos en nuestra<br />

niñez. Esto es como el niño que dice: «Mi papá es más gran<strong>de</strong> que el tuyo».<br />

La diferencia es que en este caso sabemos que es cierto, porque esperamos<br />

en su P<strong>al</strong>abra.<br />

En sentido doctrin<strong>al</strong>, estos versículos tienen una aplicación profética tremenda<br />

en cuanto a Israel en la Tribulación que se avecina. A la mitad <strong>de</strong> la<br />

Tribulación, un remanente <strong>de</strong> judíos creyentes será escondido en la roca <strong>de</strong><br />

Petra para refugiarlo <strong>de</strong> los impíos seguidores <strong>de</strong>l Anticristo. Muchos s<strong>al</strong>mos<br />

tienen una aplicación profética similar a los judíos en el tiempo <strong>de</strong> la

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