10.05.2013 Views

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

JEFFADAMS – Salmo 119 Una odisea al corazón de Dios

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

¿CÓMO PUEDO LLEGAR A SER LIMPIO? 43<br />

nesjuveniles». El s<strong>al</strong>mista ofrece un gran consejo <strong>al</strong> joven. La victoria sobre<br />

el pecado se logra «con guardar tu p<strong>al</strong>abra» (S<strong>al</strong>. <strong>119</strong>:9). Y, por supuesto,<br />

también vemos <strong>al</strong> frecuentemente citado versículo 11: «En mi <strong>corazón</strong> he<br />

guardado tus dichos, para no pecar contra ti». La P<strong>al</strong>abra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> nos protege<br />

<strong>de</strong> la tentación si tan solo le prestamos atención.<br />

Sin embargo, creo que hay otra aplicación que po<strong>de</strong>mos obtener <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo<br />

<strong>de</strong>l s<strong>al</strong>mista. Hemos observado que la pregunta en cuanto a con qué<br />

limpiar el camino específicamente menciona a «el joven». No crea que este<br />

pasaje no se aplica a usted sólo porque usted tiene cincuenta años <strong>de</strong> edad.<br />

Usted pue<strong>de</strong> ser anciano cronológicamente hablando, mas ser joven en el<br />

Señor.<br />

En nuestra iglesia el Señor nos ha permitido <strong>de</strong>sarrollar un ministerio <strong>de</strong><br />

discipulado fundamentado en el ejemplo que el SeñorJesucristo nos <strong>de</strong>jó <strong>al</strong><br />

llevar a sus discípulos a través <strong>de</strong> siete etapas distintas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo durante<br />

el proceso <strong>de</strong> su adiestramiento. De la Biblia apren<strong>de</strong>mos que los diversos<br />

términos que aparecen en el Nuevo Testamento <strong>de</strong>scribiendo a creyentes<br />

correspon<strong>de</strong>n muy elegantemente con estas siete etapas.<br />

Hay creyentes que son «niños» en Cristo (1 Ca. 3:1; He. 5:13). Son recién<br />

convertidos, y están aprendiendo las tremendas consecuencias <strong>de</strong>l arrepentimiento<br />

y la nueva vida que han recibido como resultado. Requieren<br />

cuidado constante y difícilmente sobrevivirían solos.<br />

Hay aquellos llamados «hijitos» (Gá. 4:19; 1 Jn. 2:1). Al igu<strong>al</strong> que sus<br />

equiv<strong>al</strong>entes físicos, apenas están aprendiendo las cosas básicas <strong>de</strong> la vida<br />

espiritu<strong>al</strong>: cómo andar, cómo hablar, cómo comportarse, cómo comer, etc.<br />

Otros sencillamente reciben el nombre <strong>de</strong> «hijos» (2 Ca. 6:13; 12:14).<br />

Los niños se han vuelto hábiles en los asuntos básicos, sin embargo aún<br />

carecen <strong>de</strong> cierta madurez y habilida<strong>de</strong>s. Pue<strong>de</strong>n hacerse cargo <strong>de</strong> ciertas<br />

responsabilida<strong>de</strong>s, pero requieren supervisión.<br />

El momento llega en que un niño se torna en un «joven» (Tit. 2:6; 1 Jn.<br />

2:13). La vida adquiere un matiz un tanto más serio. El adiestramiento intenso<br />

<strong>de</strong>sarrolla el carácter y el sentido <strong>de</strong> responsabilidad. Esta es una etapa<br />

maravillosa <strong>de</strong>l crecimiento, en la cu<strong>al</strong> el joven se prepara para la reproducción,<br />

el li<strong>de</strong>razgo y el futuro.<br />

Pronto, el joven se torna en adulto. En la Biblia h<strong>al</strong>lamos términos t<strong>al</strong>es<br />

como «hombres» o «padres» (1 Ca. 4:15; 2 Ti. 2:2). Las pruebas <strong>de</strong> la vida<br />

los han hecho triunfar o fracasar. Junto con los privilegios que pudieran<br />

disfrutar, han tenido que aceptar las responsabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la edad adulta.<br />

En las posiciones <strong>de</strong> li<strong>de</strong>razgo en el ministerio h<strong>al</strong>lamos a los llamados<br />

«ancianos», refiriéndose a su posición (1 Ti. 5:17; 1 P. 5:1). Esto implica<br />

cierta sabiduría, experiencia y madurez.<br />

Fin<strong>al</strong>mente, hay aquellos llamados «ancianos», refiriéndose a su edad (Tit.<br />

2:2; Flm. 9). Esto <strong>de</strong>scribe a una persona que ha entrado en la plenitud <strong>de</strong> la<br />

sabiduría y madurez, un mentor <strong>de</strong> lí<strong>de</strong>res, capaz <strong>de</strong> aconsejar y guiar por su<br />

ejemplo.<br />

He observado que la santidad se torna en un asunto <strong>de</strong> extrema importancia<br />

para aquellos que ingresan a la etapa <strong>de</strong> «jóvenes» en su adiestramiento

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!