Curso de Economía Ecológica. Martínez Alier
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alejarse <strong>de</strong>l punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l análisis económico que toma la satisfacción <strong>de</strong> las preferencias<br />
como base <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones.<br />
2) El peso que se adjudica a los intereses <strong>de</strong> las generaciones futuras y <strong>de</strong> los no-humanos a<br />
través <strong>de</strong> la representación indirecta <strong>de</strong> sus intereses por las preferencias actualmente existentes,<br />
es un peso inferior al que <strong>de</strong>bería ser. Aquí hay dos cuestiones relevantes. La primera es<br />
una continuación <strong>de</strong> la que recién hemos visto: los representantes vicarios <strong>de</strong> los intereses <strong>de</strong><br />
las futuras generaciones y <strong>de</strong> los no-humanos son mucho menos numerosos que aquellos putativamente<br />
representados. Así, en una sociedad como la nuestra, en que la mayoría no exhiben<br />
mucha preocupación ni por las generaciones futuras ni por los no-humanos en sus conductas<br />
cuando hacen compras, posiblemente esos intereses no tienen el peso que <strong>de</strong>berían tener.<br />
Los intereses <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las partes afectadas por una <strong>de</strong>terminada política -quienes pue<strong>de</strong>n<br />
expresar preferencias- seguramente tienen más peso que los <strong>de</strong> otras partes -quienes no<br />
pue<strong>de</strong>n presentar preferencias. La segunda cuestión tiene relevancia para la representación <strong>de</strong><br />
generaciones futuras: el <strong>de</strong>scuento <strong>de</strong>l futuro necesariamente implica que sus intereses reciben<br />
menos consi<strong>de</strong>ración. Veremos esto en el próximo módulo, pero antes aclaremos otro<br />
tema.<br />
Las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las generaciones futuras y <strong>de</strong> los animales que no son humanos<br />
La teoría económica ortodoxa estudia las preferencias reveladas por los individuos al<br />
hacer transacciones. Ese enfoque no tiene sentido para las generaciones futuras y los individuos <strong>de</strong><br />
otras especies. Dado que el análisis costo-beneficio habitual no da peso suficiente a los intereses <strong>de</strong><br />
aquellos que no pue<strong>de</strong>n expresarse, ¿cómo podríamos revisarlo? Un refinamiento sencillo sería<br />
incluir directamente las preferencias <strong>de</strong> quienes no pue<strong>de</strong>n expresarse, pues aunque no puedan<br />
expresarlas, sí podríamos tal vez imputárselas con alguna confianza. No po<strong>de</strong>mos saber las preferencias<br />
<strong>de</strong> las generaciones futuras, pero sabemos lo suficiente acerca <strong>de</strong> sus necesida<strong>de</strong>s como<br />
para atribuirles ciertas preferencias. Po<strong>de</strong>mos suponer que preferirán el aire sin contaminación, el<br />
agua limpia, y no enfrentarse con sustancias tóxicas -por ejemplo, residuos radioactivos.<br />
Análogamente, pudiera argumentarse que sería posible imputar ciertas preferencias a algunos animales.<br />
Se ha sugerido que los biólogos podrían construir un perfil <strong>de</strong> preferencias <strong>de</strong> un tipo <strong>de</strong><br />
ballenas, que hace una ruta a través <strong>de</strong>l mar <strong>de</strong> Beaufort, consume ciertos alimentos, etc. Y usando<br />
ese perfil <strong>de</strong> preferencias, podríamos entonces calcular una tasa <strong>de</strong> compensación equivalente al<br />
daño que un proyecto que interfiera con esas ballenas les causaría. El Centro Ramsey también ha<br />
sugerido que, en vez <strong>de</strong> representar las preferencias <strong>de</strong> los no-humanos indirectamente, las incluyamos<br />
directamente: "pensamos que es posible hablar <strong>de</strong> las `preferencias' <strong>de</strong> los animales, que es<br />
posible i<strong>de</strong>ntificarlas... Los <strong>de</strong>seos y preferencias pue<strong>de</strong>n localizarse en los instintos y otras pautas<br />
<strong>de</strong> conducta <strong>de</strong> los animales no-humanos, y por tanto podríamos i<strong>de</strong>ntificar sus intereses".<br />
Así, el informe Ramsey sostiene que las preferencias imputadas a los seres sensibles <strong>de</strong>ben entrar<br />
directamente en el análisis costo-beneficio. "En las <strong>de</strong>cisiones ambientales, todos los seres sensibles<br />
<strong>de</strong>berían recibir la misma consi<strong>de</strong>ración, y las entida<strong>de</strong>s no-sensibles, no <strong>de</strong>berían recibir (directamente)<br />
ninguna". Se proponen dos medidas para incluir las preferencias e intereses <strong>de</strong> los nohumanos.<br />
La primera, que quien <strong>de</strong>ba tomar las <strong>de</strong>cisiones, actúe como representante <strong>de</strong> los no-<br />
62 Textos básicos para la formación ambiental