10.05.2013 Views

Curso de Economía Ecológica. Martínez Alier

Curso de Economía Ecológica. Martínez Alier

Curso de Economía Ecológica. Martínez Alier

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

A veces hay problemas <strong>de</strong> conmensurabilidad y comparabilidad incluso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una práctica o<br />

perspectiva particular, y eso ocurre a causa <strong>de</strong> la pluralidad interna a esa práctica. Consi<strong>de</strong>remos la<br />

evaluación estética <strong>de</strong> paisajes. Tal vez lo que valoro en un paisaje <strong>de</strong> montaña sean su calidad<br />

dramática mientras en un bosque valore la variedad y combinación <strong>de</strong> colores, el fuerte contraste<br />

<strong>de</strong> rojos en otoño y la sutil mezcla <strong>de</strong> ver<strong>de</strong>s en primavera. Al comparar los méritos estéticos <strong>de</strong> los<br />

paisajes, hay que reconocer la pluralidad <strong>de</strong> valores que existe, y la inexistencia <strong>de</strong> un super-valor<br />

según el cual pudiéramos elegir. Pero hay sin embargo un terreno común <strong>de</strong> comparaciones estéticas<br />

que po<strong>de</strong>mos usar sensatamente para clasificar los distintos paisajes. La evaluación tiene lugar<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mismo espacio comparativo. Por tanto, es posible, aunque no siempre sea el caso, que<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esa única perspectiva haya una comparabilidad fuerte.<br />

Al cambiar <strong>de</strong> prácticas y puntos <strong>de</strong> vista, cambiamos también <strong>de</strong> espacio comparativo. Consi<strong>de</strong>remos<br />

<strong>de</strong> nuevo la evaluación <strong>de</strong> un hábitat. Uno pue<strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> un hábitat hermoso, aunque eso<br />

no suele <strong>de</strong>cirse, y en cualquier caso la belleza es irrelevante para la evaluación <strong>de</strong>l hábitat en<br />

cuanto hábitat. Lo que hace falta es aquí otro conjunto <strong>de</strong> cualida<strong>de</strong>s y términos comparativos:<br />

riqueza <strong>de</strong> especies, grado <strong>de</strong> modificación por la acción humana, fragilidad, su historia particular,<br />

etc. Des<strong>de</strong> luego, las comparaciones aplicadas a un hábitat se refieren a una pluralidad <strong>de</strong> cualida<strong>de</strong>s,<br />

como en el caso <strong>de</strong> un paisaje, pero los términos comparativos que se aplican a los hábitat son<br />

distintos que los que se aplican a los paisajes. Todos los hábitat pertenecen al mismo espacio comparativo.<br />

Los paisajes y los hábitat no pertenecen al mismo espacio comparativo. Si un lugar es<br />

<strong>de</strong>scrito como hábitat, entonces requiere un lenguaje evaluativo distinto que si ese lugar es <strong>de</strong>scrito<br />

como un paisaje. Repitamos: po<strong>de</strong>mos hablar <strong>de</strong> un hábitat hermoso, pero eso es irrelevante como<br />

valoración <strong>de</strong>l hábitat en cuanto hábitat. Para las evaluaciones que atraviesan perspectivas o prácticas,<br />

todo lo que po<strong>de</strong>mos esperar es una comparabilidad débil.<br />

Supongamos dos lugares, A y B. Supongamos que:<br />

"El paisaje A es más hermoso que el paisaje B";<br />

"El hábitat B es más rico que el hábitat A",<br />

don<strong>de</strong> paisaje A y hábitat A son un mismo lugar, y paisaje B y hábitat B son asimismo otro mismo<br />

lugar. Supongamos que hemos <strong>de</strong> escoger entre ellos (en el sentido, por ejemplo, que hemos <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>cidir cuál sacrificar para construir un aeropuerto). ¿Qué hace falta para esa elección? Hay que<br />

saber que significación o importancia se da a los distintos tipos <strong>de</strong> valores en ese contexto. Po<strong>de</strong>mos<br />

suponer que los valores estéticos no son tan importantes como los valores como hábitat, o<br />

como la vida humana. Pero la elección <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> también <strong>de</strong>l grado en que A es más hermoso que<br />

B, y el grado en que B es más rico como hábitat que A. (Eso tal vez <strong>de</strong>penda <strong>de</strong> la rareza <strong>de</strong> ese<br />

hábitat, aunque no es la rareza en sí misma lo que es valorable ya que todo <strong>de</strong>viene raro bajo alguna<br />

<strong>de</strong>scripción; la rareza amplifica el valor, pues si un objeto tiene valor bajo alguna <strong>de</strong>scripción y<br />

es a<strong>de</strong>más raro bajo esa <strong>de</strong>scripción, su valor tiene mayor significación). Para po<strong>de</strong>r elegir, hemos<br />

<strong>de</strong> apelar a un juicio <strong>de</strong> más alto nivel, pero eso no implica apelar a otra escala <strong>de</strong> valor para juzgar<br />

la importancia relativa <strong>de</strong> ambos lugares. No se trata <strong>de</strong> hallar el super-valor sino más bien la cuestión<br />

es qué hacer, dados los distintos valores a los que se apela. Supongamos que se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> conservar<br />

A y sacrificar B. ¿Tiene sentido <strong>de</strong>cir que por tanto A vale más o es más valioso que B? Pienso<br />

que no. Repetimos: el paisaje A es más hermoso que B y que el hábitat B es más rico que A; y<br />

<strong>Curso</strong> <strong>de</strong> economía ecológica 73

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!