cuando los dioses hablan - Tesis Electrónicas UACh - Universidad ...
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Así <strong>los</strong> dogmas, preceptos de las religiones, garantizan un lineamiento donde se sabe de<br />
antemano el canon establecido para todos por igual. Nelson Aboy nos plantea que en el<br />
culto a <strong>los</strong> Orishas no se guarda esta relación, el autor expone:<br />
“En Santería no se prescriben normas conductuales para grupos de individuos, en<br />
función del criterio formulado por determinadas jerarquías, estereotipando<br />
comportamiento por convención, dejando de lado la solución a la problemática<br />
individual, específica; la preocupación de cada individuo, en su espiritualidad y<br />
cotidianeidad, sus frustraciones y dificultades ... en la Regla de Oshá, el objeto primero<br />
de preocupación y atención es la problemática personal en su individualidad, aislada,<br />
contextual y contemporánea... si se realiza una praxis consecuente por parte de <strong>los</strong><br />
iniciados al culto a <strong>los</strong> Orishas, se va comprendiendo que el código ético moral es<br />
personal, exclusivo para cada persona, único, que responde a <strong>los</strong> intereses de la<br />
individualidad contextual, exclusivo de cada persona , un acondicionamiento a <strong>los</strong><br />
individual.”<br />
Desde mi punto de vista el culto a <strong>los</strong> Orishas se perfila como una actividad religiosa<br />
para la mayor realización personal, como lo dicen <strong>los</strong> santeros frecuentemente en sus<br />
rezos en español: “salud, paz, tranquilidad y desenvolvimiento”.<br />
Se nota un ímpetu en su contenido y en su constante búsqueda de posibles soluciones<br />
que apuntan a lograr una mejor plenitud existencial.<br />
El código no es por tanto, la motivación de la iniciación del creyente, tampoco es una<br />
convicción o conversión a un credo asumido por convencionalismos sociales, sino que<br />
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