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tiyas. Es preferible introducir las piezas en depósitos que contengan<br />
nna disolución preparada de sal comÚn en agua dulce, que<br />
verificar la inmersión en el mar, donde estarían expuestas á que las<br />
atacase la broma. En los arsenales suelen consel'Yarse las maderas,<br />
por algnnos af1OS,enterradas cerca del mar; pero ya se siga uno Ú<br />
otro sistema, es preciso dejadas secar antes de Usarlas.<br />
En la Carraca (Cádiz) se sumergen las piezas de rohle por tres<br />
meses en ap;ua salada; se conservan luego, hast.a que se van á utilizar,<br />
enterradas en fango ó arcilla (i), é inmediatamente antes de<br />
emplearlas se introducen en agua dulce algunas horas, para que desaparezcan<br />
las sales y substancias extraÜas que encierren. El olmo,<br />
el baya, el sahicÚ y el pino tea, se conservan en agua saturada de<br />
sal; el pino rojo, el pinahete, la caoha, el cedro, el palo santo y algunas<br />
otras maderas, en tingla[los por donde puede circular el aire.<br />
Diferente3 antiséptico3 que se emplean.-Terminada la<br />
digresión anterior, y antes de clasificar y describir los métodos de<br />
inyección, conviene enumerar las ventajas é inconvenientes de las<br />
diversas suhstancias antisépticas. No se hablará de todas éstas, que<br />
son en nÚmero crecidísimo, pero sí se indicaran las principales.<br />
PmOLIGNITOS DE HIERRO Y DE PL01IO.-E! piro/ignito de hierro es uno<br />
de los antisépticos usauos de más antiguo; se prepara macerando herrajes<br />
viejos en (¡cido piroleiioso, ó sea en el ¡'¡cidoacético impuro,<br />
que se ohtiene destilando las maderas. Es una suhstancia barata y<br />
cuyo efecto es hacel' insoluhles varias sales que no lo son: para demostrarlo<br />
experimentalmente, hasta tomar dos rajas de melun, mojar<br />
una de ellas en pirolognito y abanuonar á sí misma la otra; al cabo de<br />
algunos días se verá qne ésta se ha podrido y que aquella, aunque<br />
ennegrecidé1, se conserva entera. El pirolignito de hierro ha producido<br />
buen resultado en muchos casos, pero en ]a actualidad se prefieren<br />
otros cuerpos, que parece ohran con mcis energía.<br />
El pil'olignito de plomo se ha usado menos que el anterior y nunca<br />
tan vent.ajosamente.<br />
SUilLBIADOCORIIOSIVO.-El suUimado corrosivo ó cloruro mercÚrico<br />
(1) El robJe gana mucho estando enterrado, por Ja formación deJ tan ato<br />
de hierro, rcsuJtado dc la combinación deJ ácido tánic? de Ja madera con<br />
el óxido de hierro, que contienen Jas areiUas.<br />
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(H gel") forllla con las fibras de la madera una combinación insoluhle<br />
y exige, ÚcO:jsecuencia de ser un veneno violento, multitud de<br />
precauciones al someter las piezas á su acción. Aparte de la disposición<br />
especial que hay que dar á los depósitos, los operarios tienen<br />
que evitar todo contacto con la disoluci¡'m de sublimado y con lé1s<br />
piezas preparadas, y sobre todo guardarse muy bien de qne se introduzcan<br />
las menores partículas de sal en los órganos digestivos ó respiratorios.<br />
Debe prepararse la disolución en una vasija cerrada, que<br />
reciba primero el agua hirviendo y después la sal; si se hiciera al revés,<br />
el vapor arrastraría mecánicamente algo de sublimado; de todos<br />
modos, el operario que agite la mezcla debe taparse la boca con un<br />
obturador. La extracción de las piezas del bario salino es también<br />
lllUY delicada: hay que empezar por trasvasar el licluido con bomhas<br />
de madera á un depósito inmediato; para sacar luego las piezas<br />
tienen que usar los operarios guantes y capotones, cuidando ademÚs<br />
de lavarse con mucho cuidado, en particular antes de las comidas. Es<br />
cierto que muchas industrias requieren precauciones análogas, á que<br />
se acostumbra pronto el personal en una fabricación permanente;<br />
pero cuando se trata de instalaciones provisionales, en las que se utilizan<br />
los servicios de braceros de la localidad, que no comprenden<br />
que su vida pueda depender del cumplimiento de prescripciones que<br />
juzgan nimias y exageradas. es difícil alcanzar la prudencia indispensable<br />
para manipulaciones tan peligrosas. Á pesar de estos graves<br />
inconvenientes, el suhlimado corrosivo se emplea hoy en la inyección<br />
de maderas, usando, por lo general, disoluciones de 1 parte<br />
en peso de sal por 150 de agua.<br />
CLORUHO DEZlNC.-El eloruro de zinc forma, como el de mercurio,<br />
una combinación insoluble con las fibras vegetales; presenta las ventajas<br />
de que no rec[uiere precauciones especiales, de que las maderas<br />
impregnadas de esta sal se pueden emplear en seguida, y de que, después<br />
de secas, admiten pintura al óleo; pero las piezas que llevan<br />
pasadores u escarpias de hierro, en cuyo caso se hallan las traviesas<br />
de ferrocarriles, se pudren fá.cilmente. No obstante, el Ingeniero<br />
holandes I{entergein, que en 1376 escribiu una notable memoria sohre<br />
la inyección de traviesas, considera el cloruro de zinc como el<br />
mejor antiseptico, empleándolo en la disolución acuosa en la proporci¡'m<br />
en peso de 1 á 5 por i OO.