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tarse a recibir diversas formas con el auxilio del calor; sucede, sin<br />
emharo'o a veces CI ue el metal adc(uiere maleahilidad y v .J ductilidad<br />
entre ciertos<br />
'<br />
límites de températura, y entonces se, puede salvar el<br />
inCOllYeniente.<br />
Hierros especiales.-Para fahricar ciertos hierros especiales,<br />
como los de sección de e, de T y de doble T, los de ángulo ó cantoneras,<br />
los carJ'iles, etc., se puerlen emplear martinetes, pero casi<br />
siempre se usan laminadores, dispuestos de modo que la sección de<br />
sus acanaladuras se vaya aproximando cada vez más á la definitiva<br />
del hierro. La figura 203 da idea del trazado de las acanaladuras para<br />
un laminador destinado á fahricar carriles de caheza doble.<br />
De ordinario las superficies de los hierros especiales, deben qnedar<br />
perfectamente terminadas, y los planos de las cabezas ser perpendiculares<br />
al eje de la pieza. Los cortes en sentido transversal se efectÚan<br />
por los medios indicados al hablar de los hierros usuales del comercio,<br />
y para la alisadura y afino de las superficies, se emplean métodos<br />
analogos a los que se siguen para la mayor parte de los hierros,<br />
que, aunque sea ligeramente, se (larán á conocer 111;'ISadelante.<br />
Excusado es decir que estos hierros, sometidos casi siempre á esfuerzos<br />
considerables, se tienen que preparar con paquetes de barras<br />
duras y muy resistentes en frio.<br />
Las dimensiones y los pesos de los hierros especiales varían segÚn<br />
las fabricas, á cuyos catalogos cQlwiene acudir cuando se redacta un<br />
proyecto, para no proponer piezas qne salgan fuera de las condiciones<br />
usuales. Al final de esta tercera sección se incluye una lista de<br />
varios estahlecimientos espaÜoles dedicados a la fabricación de metales<br />
y máquinas, lista que l)asta para que se comprenda que tan importantes<br />
industrias se van extendiendo por el país, haciendo concebir<br />
fundadas esperanzas de que no transcurran muchos aÜos sin que<br />
EspaÜa deje (le ser tributaria en materia de hierros, de naciones<br />
que, como Inglaterra, Alemania, Bélgica y Francia, la han surtido en<br />
absoluto hasta época muy reciente.<br />
La diversidad de dimensiones y pesos de los hierros especiales, en<br />
tan alto grado importantes en el servicio de Ohras pÚblicas, es, como<br />
se ha indicado ya, muy grande: cada fabrica tiene sus modelos<br />
particulares, y no hay duda alguna de que convendría mucho llegar á<br />
la unificación. Así se ha comprendido en Alemania, donde una comi-<br />
'BU<br />
sión ha redactado una colección de perfiles normales, que se han admitido<br />
por gran nÚmero de corporaciones oficiales y de fabricas. La<br />
colección de perfiles se ha publicado en i 881 por los Sres. Heinzerling<br />
é Intze, individuos de la comisión y profesores de la Escuela tecnológica<br />
de Aquisgran.<br />
Palastros.-El hierro se expende también en el comercio en<br />
forma de planchas mas ó menos gruesas, que reciben el nombre de<br />
chapas ó palast¡>os, reservándose comÚnmenteel Últimonombre para<br />
las placas que tienen más de 5 milímetros de espesor. Estas láminas<br />
de hierro se fabricaban hasta no hace muchos años con martinetes,<br />
pero hoy se preparan casi exclusivamente con laminadol'es. Se daran<br />
a conocer amlJos procedimientos.<br />
FABRICACIÓN CON~L\l\TINETEs.-Para emplear los martinetes es preciso<br />
extender primero el hierro poco a poco, estirandolo al mismo<br />
tiempo. Se usa para ello una herramienta llamada estaJnpct ó embutidem<br />
(fig. 209), que consiste en un cuchillo de hierro redondeado y<br />
grueso, provisto de un mango hastante largo. La embutidera se coloca<br />
sohre el hierro para recibir la percusión de la maza delmartinete,<br />
y se va moviendo a cada golpe de éste, corriendo tamhién la<br />
pieza de hierro. De esta manera se forman en aquella una serie de<br />
estrías, que se hacen desaparecer golpeandola directamente. Si de una<br />
sola vez no ha quedado reducido el material al espesor que se desee,<br />
se repite la operación; cuidando entonces de hacer las estrías en otro<br />
sentido. Después de adelgazado el hierro lo que fuere necesario, se<br />
estira é iguala su superficie sometiéndolo a la acción de otros martinetes<br />
de marcha más lenta y muy anchos, con ohjeto de aplanar<br />
y dejar hien lisas las caras de las planchas. Se comprende que de<br />
esta manera, por mucho cuidado y práctica qne se tenga, es muy<br />
difícil consegyir que los palastros queden con espesor uniforme, por<br />
cuya razón se prefiere trahajarlos en laminadores.<br />
FABRICACIÓN CONLA~nNADOItEs.-Enestos se lamina el hierro de una<br />
manera parec\da á la que ya se conoce, procurando desde luego darle<br />
todo el ancho que deba tener, para no cuidar después más que de<br />
estirado hasta que sel>eduzca al espesor necesario, tratando al mislilO<br />
tiempo de que no se produzcan grietas. Los laminado res destinados<br />
á fabricar palastros se componen de cilindros lisos; el superior<br />
debe tener un movimiento vertical, para que pueda disminuirse su