Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
698<br />
dinaria, de 4 á () centigralllos de carbonato cálcico, por litro; pero si<br />
encierra en disolución el anhidrido, necesita para saturarse dosis<br />
mucho más considerables. Para convencerse de ello experimentalmente,<br />
basta hacer llegar gas carbónico á una vasija con agna, que<br />
tenga en suspensión caliza muy dividida; se obserra que entonces el<br />
líquido disuelve con mucha facilidad de 80 centigramos<br />
de sal, por litro.<br />
á un gramo<br />
El carbonato de calcio disuelto en una agua potable puede, pues,<br />
considerarse dividido en dos partes: la primera, que no excede de<br />
1<br />
del peso del agua, está simplemente<br />
1G.000<br />
disuelta en el líquido y<br />
no tiende á precipitarse; la segunda se consena disuelta por la acción<br />
del anhidrido carbónico, se halla en estado de bicarbonato, y se<br />
precipita en cuanto no existe en el líquido bastante gas para mantenerIa<br />
en disolución. Y efectivamente, si se coloca en el vacío, ó se<br />
hace hervir algÚn tiempo, una agua que encierre más de 6 centigTamos<br />
de carbonato caJcico, se observa en seguida desprendimiento de<br />
anhidrido carbónico y precipitación de la sal. Todos estos fenómenos<br />
se apuntaron ya, pero se ha creído conveniente insistir, para facilitar<br />
la cabal inteligencia de lo que sigue.<br />
Se deduce inmediatamente de lo expuesto, que todas las circunstancias<br />
cIue favorezcan el desprendimiento del anhidrido carlJOnico<br />
del agua, tenderán á determinar depósitos ó incrustaciones de carhonato<br />
cálcico, y los producirán, en efecto, siempre que la proporción<br />
de gas que quede en el liquido no sea suficiente para eonservar<br />
disuelto el carbonato contenido en el agua"'.<br />
Las causas que contribuyen al desprendimiento del anhidrido car-<br />
Mnlco son varias, y explican satisfactoriamente la mayor parte de<br />
las incrustaciones que hasta ahora se han observado. Entre dichas<br />
causas pueden enumerarse las siguientes: 1.', la agitacion del líquido,<br />
que produee choc[ues reiterados del agua con los cuerpos sólidos<br />
de la proximidad; asi es que cerca de la puerta de algunas esclusas,<br />
agua-abajo de las ruedas de los molinos, cerca de las caídas de<br />
agua, etc., se encuentran con JJastante frecueneia incrustaciones calizas;<br />
2:, la diminución de la presión que sufre el líquido en algunas<br />
caiierias, como también su circulación en pequeiias masas por<br />
tubos ó aeueductos en que el aire puede renovarse, arrastrando sin<br />
699<br />
cesar el anhidrido carbónico, que tiende á desprenderse por el roce<br />
del agua eon las paredes más ó menos rugosas de aquellos; 5.', ciertos<br />
vegetales aeuáticos, cuyas partes verdes descomponen el anhidrido<br />
carbónico del agua, determinando á menudo abundantes incrustaciones;<br />
4:, acciones eléctricas, que producen el mismo resultado; así,<br />
por ejemplo, una placa de plata, puesta en contaeto eon un tubo de<br />
hierro fundido ó de plomo, en una agua que encierre bicarbonato<br />
eáIcico, se cubre rápidamente de una incrustación de carbonato neutro,<br />
dirigiéndose la molécula sobrante de gas carbónico al metal más<br />
eleetro-positivo: el cobre, el latón, las soldaduras, la misma heterogeneidad<br />
de las masas metálicas bastan para constituir pares eléetricos<br />
de mayor ó menor energía, que acusan con intensidad variable el<br />
mismo fenómeno; 5:, el diferente grado de temperatura, pues es sabido<br />
que el agua puede disolYer tanto más gas, cuanto menos elevada<br />
sea aquella.<br />
Por consiguiente, la formación del depósito calizo depende, no<br />
sólo de la eantidad absoluta de sal disuelta, sino muy en particular<br />
de la proporción de anhidrido earhónico que encierra el liquido, sobre<br />
la estrictamente necesaria para hacer soluble el carJJonato cálci..<br />
co en el agua que se considere. Si dicha proporción es nula ó muy pe-<br />
CjueI1a,el depósito empieza á formarse al menor desprendimiento de<br />
gas; si, al contrarío, es considerable, el agua puede estar en agitaeión<br />
más ó menos tiempo, antes de clue pierda J)astante anhidrido<br />
earhónico para que se manifiesten las incrustaciones. Se eoncibe, por<br />
tanto, la posibilidad de evitadas por completo, pues bastaría introdueir<br />
en las caiierías, de una manera continua y regular, el anhidrido<br />
carbónico necesario para impedir la precipitación del carbonato.<br />
En eiertos tubos de conduceión se observa que las concreeiones no<br />
son de carbonato eálcico puro. Esto sucede en algunas caI1erías de la<br />
distribución de aguas de París, en las que se llareconocido que las<br />
incrustaciones encierran de 5 á 6 por 100 de una materia orgánica<br />
nitrogenada, que forma eon la ealiza un aglomerado de gran compacidad<br />
y difícil de separar de las superficies á que está adherido.<br />
Incrustaciones en las calderas.-La alimentación de las<br />
ealderas da lugar á ohservaciones análogas. Cada kilogramo de vapor,<br />
que se escapa de una caldera, deja en ella una cantidad de materia<br />
sólida, igual al peso de las suhstancias disueltas en un litro del liqui-