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bliIIa igual á las que sostienen los ladrillos. la aplica á la superficie<br />
superior del que se va á sacar de la carretilla, y oprimiendo el ladrillo<br />
entre las dos tahlillas (fig. (¡5), lo pone de canto en la era, lo que no<br />
ofrece dificultad, tanto porque en Inglate1'l'a se hacen los ladrillos<br />
con pasta bastante espesa, cuanto porque su grueso es mayor (fUPel<br />
IIsado ordinariamente en Francia y en Espal1a.<br />
Cuando están ya en el suelo del secadero los ladrillos IJue callen<br />
en una carretilla, el<br />
Peón arre!:da , O'olpeando con una (le las tahlas<br />
'-, b . ,<br />
-<br />
-<br />
los ángulos ó las aristas que puedan haherse deformado, y vuel\"e al<br />
banco del moldeador con las tablillas, á recoger una nueva carga de<br />
~~W.<br />
e<br />
Todas estas operaciones marchan con mucha rapidez. Un huen taller.<br />
de moldeadores ingleses, compuesto de un operario que prepara<br />
la tierra, de un moldeador y de un aprendiz, puede prodncir' en quince<br />
horas de trabajo 4 ó 5.000 ladrillos, que equivalen en volumen<br />
á 5 ó 6.200 de los franceses y á 4.200 ó 5.200 de los espaÜoles.<br />
Se fahrican á veces eu Inglaterra ladrillos (Jue presentan en una de<br />
sus caras mayores una depresión poco profunda, que se ohtiene aÜadienclo<br />
á la gradilla ordinaria un fondo en relieve. Este fondo, formado<br />
de una lámina de palastro pulimentado como las paredes laterales<br />
de la gradilla, est~ fijo, por lo general, al banco cle moldear, y<br />
las operaciones se hacen exactamente del mismo moclo (Jue en el caso<br />
ordinario. El ohjeto del hueco es poder interponer más mortero ent¡'e<br />
los laclrilJos, dejando, sin embargo, tendeles muy pequeÜos al exterior.<br />
Estos ladrillos se emplean, sobre todo, para la r.(}nstrur.(~.jl.ÍlJ de<br />
depiÍsilos y acneductos.<br />
DESECACI0N.<br />
Objeto de la desecación.-La desecaciÓn tiene por objeto<br />
dar al ladrillo cierta solidez, quitándole la mayor parte del agua que<br />
encierra; de este modo, no sólo se economiza una cantidad notable<br />
de comhustible en la cochura, sino que (~stase regulariza y se evita<br />
que los ladrillos salgan porosos, agrietados y poco resistentes, como<br />
acontece cuando no se han secado de antemano.<br />
Condiciones del secadero.-El seccdeJ'o debe establecerse<br />
en ulla e1'a prJdma al tlIler de moldeo para no alargar inÚtilmente<br />
.<br />
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la distancia de transporte, y para disminuir las deformaciones que<br />
á veces se manifiestan, durante la conducción, en los la¡lrillos recién<br />
moldeados. El teneno á propósito para secadero no ha de ser<br />
hÚmedo ni estar demasiado asoleado; la acción del sol es muy il'l'eguIar,<br />
y produce con frecuencia una desecación brusca, que raja<br />
ó hiende la pasta. Esta ohsenación es tan importante, que cuando<br />
se eleva mucho la temperatura, los ladrilJeros inteligentes cuidan de<br />
resguardar los ladrillos, ya espolvoreándolos con arena, ya disponiendo<br />
con pértigas y esteras una especie de toldo '(Iue amortigÜe<br />
los efectos del sol, dejando al propio tiempo que el aire circule.<br />
Escogido el sitio para secadero, se quitan todas las hierbas con la<br />
azada y se regulariza el terreno para transforma do en una era tersa<br />
y consistente, que se cubre de una ligera capa de arena fina y seca.<br />
Para ohtener ladrilJos bien configurados, sin enc.orvaduras ni alabeos,<br />
es indispensahle que la era del secadero no se deforme, á cuyo fin<br />
dehe recomendarse tUl apisonamiento enérgico, que convendrá repetir<br />
al principiar cada campaÜa. También será muy oportuno, cuando<br />
las circunstancias lo exijan, sanear el terreno y dar salida á las<br />
aguas de lluvia, recogiéndolas en cunetas ahiertas en el perimetril<br />
de la era.<br />
Desecación previa.-Los peones encargados de transportar<br />
al secadero los ladrillos, los colocan de plano en el suelo, como se<br />
dijo al hahlar del moldeo; sin emhargo, si tuvieran suficiente grueso<br />
poddan ponerse desde luego de canto, COUlOse practica en Inglaterra.<br />
SiUlause los ladrillos unos al lado de otros, de manera que<br />
el conjunto ofrece el mismo aspecto que si se huhiere enladrilJado<br />
la era (fig. 64); no est~ de más echar sohre ellos uIJacapa delgada<br />
de arena, que se oponga á que la pasta se agriete; pero si ésta es<br />
hastante arenosa, puede prescindirse de dicha precaución.<br />
Se dejan los ladrillos de plano todo el tiempo qlle sea necesal'io<br />
para que adquieran alguna consistencia en la cara expuesta á Irl<br />
acción del aire; claro es que el periodo variará con la naturaleza de<br />
la pasta empleada, con la temperatura y con el estado higrométrico<br />
del ~mbiente; pero casi nunca excede de veinticuatro horas. Cuando<br />
se reconozca que el ladrillo opone cierta resistencia á la presiÚn del<br />
dedo; cuando es algo sonoro y de color uniforme, y cuando se<br />
puede sostener sil! romperse ni alabearse, descansando en una de las