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frecuentemente á la inmersión ó á la aspersión, por emplearse cales<br />
hidráulicas procedentes de grandes fábricas, que envasan y exportan<br />
sus productos apagados en polvo. No obstante, Vicat consid~ra<br />
preferihle la extinción seca para los morteros de cal grasa, funuandose<br />
en que si bien resulta un aumento notable en el gasto de cal,<br />
se acrece en unos dos tercios, la cohesión de las argamasas; por el<br />
contrario, para las de cales hidráulicas, se inclinaba al apagamiento<br />
en balsas, que, segÚn el, da un incremento en la cohesión de las<br />
mezclas, que, aunque es de poca entidad cuando aquellas están expuestas<br />
al aire, llega á ser de 1/5 en el caso de inmersión constante.<br />
Estos resultados no parece que están suficientemente comprohados;<br />
sin embargo, es posible que el apagamiento por inmersión favorezca<br />
á los morteros de cal grasa, por la circunstancia de que la pasta<br />
preparada por aquel medio tiene, á igualdad de volumen, menor cantidad<br />
de agua y producirá menos contracción al secarse.<br />
Tercer método.-Apagamiento espontáneo.-EI apagamiento<br />
espontáneo preconizado por Vicat, consiste en abandonar<br />
la cal viva en terrón á la acción de la atmósfera; la humedad del<br />
aire acaba por apagarla al cabo de cierto tiempo, que no l¡aja de<br />
tres meses. Este método, que nunca se ha llevauo al terreno de la<br />
práctica, aparte de que exig'iría un acopio considerable de cal y vastos<br />
almacenes, no es verosímil que produjera buenos resultados, porque<br />
la cal no absorbería sólo agua, sino anhidrido carbónico. Por lo demás,<br />
aunque fuera aplicahle á cales grasas, no podría emplearse<br />
para las hidráulicas, por pequeño que fuese su índice, en atención á<br />
que al airearse se alLerarían sus propiedades.<br />
CONSERV ACION DE LAS CALES.<br />
Para conservar las cales grasas, el mejor método consiste en re-<br />
Illl/'.i1'l;¡s;í n;¡sta. , en albercas Ú hoyos poco permeables y cubrirlas<br />
1. .,.<br />
-<br />
, ~,<br />
-<br />
con una capa de 0111,50á Om,40 de arena ó tierra. A medida qlÍi:><br />
pasa tiempo la cal mejora; todos los granos se apagau por completo:<br />
(lesaparecen los grumos y la pasta se hace tau untuosa, que Albertl<br />
ha visto alguna, prepara(la siglos atrás,<br />
mente homogénea y suelta.<br />
que se conservaJJa perfecta-<br />
87<br />
Las ca!es gmsas pueden también guardarse vivas y en terrón, pero<br />
este slsten~a se aplica en especial á las hidraulicas, cuyas pastas<br />
no delJen batIrse hasta el momento de usarlas, para evitar que se<br />
cndurezcan. La cal en terrón es dificil de consenar en almacenes<br />
porque si no se hiciese mas que disponerla en 111ontones,absorberi~<br />
el agua y el anhidrido carbónico de la atmósfera, perdiendo sus cualidades,<br />
sobre todo si fuese hidráulica; además, á consecuencia de su<br />
extinción lent~ aumentaría de volumen ejerciendo empujes en los muros,<br />
ql~epodnan comprometer su estabilidad. Desaparecen estos iuconvementes<br />
apagando en polvo una cantidad suficiente de cal para<br />
formar, en la extensión del suelo del espacio cubierto de que se disponga,<br />
un lecho de ~m,15 á Om,2O de espesor, sobre el que se apilan los<br />
terrones de cal VIva, comprimiéndolos lJien para disminuir los llUecos;<br />
cuando el montón está terminado, se cubre por todas partes<br />
c?n una capa de cal en polvo, que se aloja en parte en los intersti-<br />
CIOSy.que protege toda la superficie exterior; se alisa con una pala<br />
la culHer.ta, que ha de tener unos Om,15 de grueso, á fin de evitar,<br />
e~llo posIble, la .entrada del aire hÚmedo, y sobre toda la pila se ext~enden<br />
lonas, SI hay oportunidad para ello. Resguardada así la cal<br />
VIva, puede conservarse sin alteración sensible cinco ó seis meses:<br />
la cal en po!vo no se carbonata más que en un espesor insignificante.<br />
Debe cI~ldarse de que los depósitos estén cubiertos y cerrados en<br />
todos s.entIdos, porque si llegase á penetrar algo de agua, pudiera<br />
ocaSIOnar un incendio. Conservada la cal como se lIa descrito no<br />
se apag~, si han tra~1scurrido algunos meses, con la energía y eferv~scencla<br />
~lue al salIr del horno; para formar la pasta suelen necesltars~<br />
vanas horas, y a veces un día entero de trabajo.<br />
. Guarcl~nse las cales apagadas en polvo, sin más precauciones que<br />
ll1trodUClrl~sen almacenes definitivos, ó en tinglados sencillos al pie<br />
de obra, cUIdando de comprimirIas perfectamente y de cubrirlas con<br />
lonas. Villeneuve cita el ejemplo de un acopio de 1.000 toneladas de<br />
cal destinada a las ohras de un viaducto cerca de AviIi.ón,(fUeno Dudo<br />
jemplearse hasta pasados más de dos aIi.os; la cal se había 'consel:vado<br />
bajo tinglados, y produjo morteros de cohesión notable. Sin embargo,<br />
por lo general, no parece prudente este sistema cuando se ha de o'uardar<br />
por. mucho tiempo la cal, siendo entonces preferible almace~1arJa<br />
en JJal1'Iles. Esta precaución es de todo punto indispensable si se tra-