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con imperfección, dejando un claro en el centro que impide se apoyen<br />
bien unos en otros, de lo que resulta siempre que alguno se coioca<br />
naturalmente en el centro, torciéndose por si solo, mientras los<br />
demás quedan enroscados en él: la cuerda hecha de este modo seria<br />
mala, porque el eje sustentaría sólo el peso ó esfuerzo, y no tendría<br />
buenas conrliciones de resistencia. Para remediar este defecto, los<br />
cordeleros acostumbran poner en el centro un ramal, llamado alma,<br />
al que se arrollan los demás, lo que tiene la ventaja de aumentar la<br />
fuerza de la cuerda, sin que crezca proporcionalmente su grueso; el<br />
alma tiene, por lo general, el mismo diámetro que los demás ramales.<br />
En lugar del cordón central se ha puesto algunas veces una alma de<br />
Iilástica de su mismo grueso, muy poco colchada; pero esto presenta<br />
elinconveniente de que por su propia flojedad la filástica absorbe agua,<br />
y la conserva mucho tiempo, por no estar inmediatamente expuesta<br />
al aire, siendo causa de que se pudran,<br />
males.<br />
tanto ella como los ra-<br />
Cuerdas embreadas.-Las cuerdas pueden §cr blancas y negras<br />
ó embreadas; todo lo que precede se refiere Úlas primeras:<br />
neO"ras ó embreadas se hacen del mismo modo<br />
las<br />
( v<br />
IUC las blancas, sin<br />
más diferencia que untar de brea ó alquitrán las filásticas, antes de<br />
formar los ramales, ó bien untar las cuerdas después de hechas. Ya<br />
sea de uno Ú otro modo, la operación se ha(~e metiéndolas en un caldero<br />
de alt[uitráll caliente, y pasándolas luego por agujeros practicados<br />
en una tabla, con objeto de cxprimirlas y quitar el exceso de liquido.<br />
El alquitrán tiene por objeto resguardar las cuerdas de la intemperie;<br />
pero no se logra enteramente, poi'que al cabo de poco tiempo<br />
pierden el bailo exterior. Los numerosos experimentos efectuados<br />
hasta el día, demuestran que las cuerdas embreadas ofrecen los siguientes<br />
incon venientes ~'especto á las blancas: 1.0, que el alquitrán<br />
destruye las fibras de las cnerdas y las inutiliza, ya se usen en parajes<br />
secos ó se conserven en almacenes; 2. o, que expuestas á las alternativas<br />
y variaciones del tiempo, duran menos que las hlancas; ::;.o,<br />
que se acen tÚa considerablemente su rigidez con el frío; 4.0, que<br />
con el alquitrán aumentan mucho de peso y de volumen; 5:, que<br />
como las puntas de las fibras del cáÜamo se quedan muy pegadas,<br />
los fabricantes validos de esta circunstancia, pueden emplear peor<br />
material. Á pesar de todo lo expuesto, es preciso embrear las<br />
3,\<br />
cuerdas cuando han de estar sometidas á la acción del agua y del aire<br />
hÚmedo y salitroso del mar, que inmediatamente las destruyen: esta<br />
es la razón de que la marina use siempre jarcias negras.<br />
Cuerdas forradas.-Cuando las cuerdas han de emplearse en<br />
seco, y se las quiere preservar de la influencia atmosférica, al mismo<br />
tiempo que de los roces que pudieran destruirlas, se forran con<br />
cuero de vaea remojado y hien cosido eonhramante.<br />
Cuerdas planas.-Se da este nombre á las formadas por varios<br />
cordones no colehados, sino yuxtapuestos y sujetos por ligaduras,<br />
constituyendo como una faja plana. Se usan en minería ~ara<br />
que, á pesar de sus considerables longitudes, no abulten demasIado<br />
cuando se arrollan en los tornos.<br />
Se componen regularmente de 4 ó Gcordones, y á cada lUlOse da<br />
1 1<br />
el grueso correspondiente al :4 ó (; de la carga total que haya de sos-<br />
tener la cuerda.<br />
Condiciones á que han de satisfacer las cuerdas.-<br />
Para que las cuerdas sean huenas, han de satisfacer á varias cond~ciones<br />
de calidad y construcción, que exigen se haga lUl reconOCImiento<br />
preliminar de ellas y de su resistencia. Para pr~ceder con<br />
orden se tomá un pedazo de la cuerda que se ha de exanunar, y se<br />
determina su longitud; se destuerce y se mide nuevamente para ver<br />
si está bastante torcida. Se observa si tiene un olor bueno y que no<br />
acuse vestigio de humedad; si su color es el natural del cáÜamo sin<br />
estar manchado, cuyo color puede ser por orden de hondad, argentino,<br />
gris-perla, verdoso ó amarillo, advirtiendo que se reconoce si es<br />
falso, frotando con un trapo blanco mojado. Debe exigirse que , la cuerda<br />
presente en sus extremos pocas puntas de las fibras del cañamo, porque<br />
es prueha de que éste tiene huena longitud. Se ve si los rama!es<br />
son lisos y de grueso UI)Íforme; si la torsión es igual, y en el sentIdo<br />
conveniente; y por último, si la cuerda es dura y flexihle, lo que<br />
probará que la torsi9n de la filástica está bien proporcionada<br />
los ramales y la de éstos á la de la cuerda.<br />
á la de<br />
Las cuerdas se ensayan también, reconociendo si presentan la resistencia<br />
correspondiente á sus dimensiones, detalles que se pasan por<br />
alto, pudiendo, sin embargo, consultarse el estado que va al final de<br />
este articulo, que contiene datos curiosos acerca de las cargas lIue