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«El origen de los ladrillos es tan antiguo que se pierde en la noche<br />
de los tiempos; sin embargo, se puede afirmar que debieron emplearse<br />
posteriormente á la piedra, y que solo á consecuencia de las<br />
dificultades que se experimentarían en algunas comarcas para procurars~<br />
piedras o para labrarlas, se pensaría en fabricar otros materiales<br />
que sirvieran para el mismo uso. No es posible (!lIe se haya<br />
recurrido á piedras artificiales antes de experimentar la utilidad de<br />
las naturales.<br />
"Las formas de los ladrillo~mas antiguos que se conocen, confirman,<br />
en efecto, esta marcha de la industria humana, pues se aproximan<br />
mucho á las que recibían las piedras de construccion.<br />
"Los griegos conocían tres clases de ladrillos, que designaban<br />
con los nombres de didol'on, tetradol'on y pentadoron. Los primeros,<br />
que los usaron también los romanos, tenían, seg'ún Vitruvio, un<br />
pie antiguo o Om,296 de lado, por medio pie de espesor. Los de las<br />
otras clases eran cÚbicos, y debían tener de lado Om,592 los mÚs<br />
pequeiios y Oro,740 los mayores. Todos estos ladrillos y la mayor<br />
parte de los que se emplearon eu el Asia Menor y en Egipto, estaban<br />
formados de arcilla amasada con paja ,cortada,<br />
'Y simplemente<br />
;~cada al sol. Su dese~ació.n completa exigía mucho tiempo; Vitru-<br />
,lO recomendaba que<br />
~e dejasen tr,anscurrir dos años á lo menos, y<br />
lprohaba que los magIstrados de Utica no permitiesen utilizar los<br />
ldobes, sino después de cinco aiios de fabricados. Estos materiales<br />
¡resentaban, por otra parte, el inconveniente de no poder resistir á<br />
a accion deletérea de las lluvias prolongadas y de las heladas."<br />
Los adobes que hoy se usan no difieren de los antiguos sino en<br />
fue se hacen de las mismas dimensiones proximamente que los la-<br />
.rillo~ cocidos, con lo (Iue se consigue la notable ventaja de que la<br />
esecacion es mucho más rápida y no se necesita la larguísima<br />
.<br />
osicion al sol preconizada porVitruvio.<br />
ex-<br />
Los adobe~ se preparan con tierras semejantes a las que se emplean<br />
ara los ladl'lllos comunes, las cuales se amasan con acrua<br />
. o Ycon Pa-<br />
1o 1leno menu do, que aumenta su cohesión. A' veces cn lucrar de<br />
atir la arcilla, no se hace mas que recoger el barro de los caI~linos,<br />
ue ha experimentado cicrta tritlll'ació'n con el transito de los /veíeulos.<br />
.<br />
Para qne sean econc\micos los adohes, es preciso fabricarlos en el<br />
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mismo sitio en que se han de colocar en obra. Se cava la tierra hasta<br />
unos Om,50 de profundidad; en el deposito as! formado, cuyo fondo se<br />
remueve con la azada, se echa agua en cantidad suficiente para hacer<br />
una pasta o barro espeso, o JJiense llevan las tierras, purgadas de<br />
cuerpos extraiios, á una alberca o noque, donde se vierte el agua; la<br />
pasta se amasa con los piés o con una cahallería. Después de bien<br />
amasada se ai'lade la paja o heno cortado, y se moldean los adobes<br />
en gradillas, del mismo modo que se explicará para los ladrillos. Se<br />
dejan ptimero secar en la misma era en que se han moldeado; luego<br />
que están oreados, se les pone de canto, y más tarde pueden apilarse.<br />
Las estaciones favorables para<br />
ra y el otoiio.<br />
la fabricacion son la primave-<br />
Para unir los adobes se emplea la misma arcilla de que aquellos<br />
se componen,<br />
muy menuda.<br />
mezclada con estiércol de huey ó caballo o con paja<br />
Para que la fábrica de adobes resista á la intempetie, es preciso<br />
protegerla con un enlucido, que puede ser una encaladura, una mano<br />
de alquitrán o de pintura, ó un enfoscado de arcilla y paja, que<br />
se alisa y comprime con una tabla.<br />
Ladrillos cocidos. -ORIGE~ y DJ~IENSIONES. - Los ladrillos<br />
compuestos de arcilla cocida son los que se emplean con frecuencia<br />
suma en las construcciones: se aplican también desde tiempo inmemorial.<br />
Así se expresa Heynaud en su ya citada obra:<br />
"Los antiguos puehlos de Oriente conocían la cochura del ladrillo,<br />
pues la torre de Babel se construyo con ladrillos cocidos, según resulta<br />
del siguiente pasaje del Génesis: « Y se di/eron uno á otro: hagamos<br />
ladrillos y cozámoslos al fuego. Emplearon, pues, ladrillos en<br />
vez de piedras y betÚn para unirlos." Pero parece que los romanos<br />
no los usaron hasta 'una época relativamente proxima a nosotros; Vitruvio<br />
apenas habla de ellos, y no se encuentran restos de este material<br />
en ningÚn monumento, que se pueda asegurar sea anterior al<br />
panteón de Agrippa, que data del tiempo de Augusto. Desde esta<br />
época con ladrillos cocidos se construyeron la mayor parte de<br />
los edificios que levantaron los romanos en las diversas partes de su<br />
vasto imperio. Los muros de ladrillo los cubrían, por lo general,<br />
con un enlucido de estuco; á veces, con losas de mármol; en ocasiones,<br />
quedaba el material al descubierto. Los ladrillos de los romanos