2 - Academia de la Llingua Asturiana

pensaciones, en dinero y especies, estipuladzs enlos contratos, sino también la de controlar moralmentea la población, lo que no era menos importante,como lo muestra un foro del siglo XIIIcitado por Tuero Bertrand, otorgado por el Abadde Vilannva, en el que, impone al forero, comoúnica carga material, el pago de un «un bon salmón.al año, pero comprometiéndole a él y a sussucesores «a buscar sempre ben al señor Abbade etaas demás cousas do Monesteyro» (Cfr. TueroBertrand, 1976 pg. 1001. En los foros del siglo XVIaparece claramente fijada la forma cómo se hade mantener la continuidad 'de la casepía. Se diceasí: «Aforamos a vos.. . y a vuestra mujer e hijose nietos que hubiéredes, y al cual vos nombrá.redesel día de vuestro falido, e no lo nombrandoque sea el primer fijo, y el fijo nombre el nieto,efallesciendo vos.. . sin hijo o hija, que sea para unapersona cual vos nombráredes~ .Esta fórmula apunta a una forma de transiciónfundamentalmente dependiente de la voluntadpaterna, garantizándo. eso sí, la primacía de1cs parientes consaguíneos. pero dejando abjertala posibilidad, si estos faltasen, de transmitir lacasa a un allegado. En los foros de! siglc XVII, enVilanova, la fórmula es la misma que en el sigloanterior, pero ya no se hace ninguna alusión apersonas allegadas de libre designación. En el casoen que el forero muera sin descendencia. el foroqueda libre, nudiendo el Monasterio pasar a djsponerde los hjenes correspondientes (Cfr DanielPaz González, o. c.).Quiero insistir en la preocupación del Monasterioen asegurarse el cumplimiento del contrato,y reinterpretar desde aquí la asociación que, confrecuencia, se hace entre casa, familia troncal yforma de herencia. El reconocimiento, en la escritura,de los foros, de la capacidad paterna paratransmitir los bienes aforados a un número muyamplio de personas, no es tanto un signo de respetoa los derechos paternos sobre la casa. cuantouna forma de asegurarse el cumplimiento de lasobligaciones contraídas por el forero cara al Monasterio.En este contexto la herencia a uno delos hijos no es necesariamente una muestra depredilección paterna, frente al resto ,de los hermanos,ni un don apetecible para los candidatos a he-redar. Se hereda ante todo una carga. Los consaguíneostienen ciertamente algunos derechos ainstalarse en las tierras cultivadas por sus padres,pero más claramente tienen la obligación de asumirlas responsabilidades de la casa. La herenciaal primogénito, en el caso de que los padres noresponsabilizasen antes de su muerte a ningunode los hijos es una condición del foratorio, parano quedar al 'descubierto, y no una exigencia delforero. Es significativo el cambio que experimentaen el siglo XVII la fórmula estereotipadade sucesión. respecto a la del siglo XVI:se supPime la alusión a los allegados comoposibles continuadores de1 contrato. Probablementese trataba 'de una situación aue. o no se daba-por ser éstos reticentes a asumir los compromisosque en el fwo se estinulaban- o que al aflojarselos vínculos de parentesco disminuía tambiénel poder del Monasterio para hacerles corresponsablesde compromisos establecidos conpersonas m&s alejadas. En esta situación el Monasterioprefiere dejar el foro libre.Pero por otra narte es cierto aile la sucesjónpodía tener determina'das ventajas. En un entornomontañoso y de difícil acceso como el de Vilanovala tierra cultivable no es abundante. Las pccibilidadesde suscribir un nuevo foro con el Monasterio,en condicjones más favorables que el que sepuede heredar de los padres, no son muchas Lasalternativas tienen sus costes: la soltería si permaneceen la casa; la emigración temporal o definitiva,si se va de ella, o el establecimiento comojornalero en otras casas o en algunos de los trabajosasalariados que existían en el Coto. En el Catastrode Ensenada y en el Censo de Floridablancaencontramos las huellas de estas alternativas. Amediados del XVIII -según .datos de Daniel PazGonzález- los varones solteros sobrepasaban el67% de la población; se da una descompensacióna favor de las mujeres entre los 15 y los 50 años yexistían 51 servidores domésticos (el 5,8% de lapoblación). Además, y esto no está especificado nien el Catastro de Ensenada ni en el Censo de Floridablanca,es de suponer que la importante Ferreríadel Monasterio diese ocupación a bastantesfamilias, no sólo a los herreros, que sí constan enel Catastro (141, sino a los encargados de subir