2 - Academia de la Llingua Asturiana

Algo parecido había ocurrido entre el catalány el occitano, cuya existencia como lenguasdiferentes y, por ello, independientes, hoy nadiediscute. En efecto, si comparamos las estructurasde estas dos lenguas. concluiremos que las diferenciasentre ambas no son excesivamente relevantes.Justamente esto es lo que hizo decir a W.Meyer-Lübke, ya en 1890 3, que .el catalán noera más que una variedad del provenzal trasladadaa España en el siglo VIII.. Ahora bien, mu:chos años más tarde, exactamente en 1925 4, trasuna larga estancia en Cataluña (y habiendo conocidode clerca y directamente el catalán), el propioromanista mo.dificó su opinión: ahora, afirmandoque catalán y occitano se hallaban unidos poruna gran afini,dad, Meyer-Lübke reconocía que,con todo, se trataba de dos lenguas distintas. Yesto es lo que hoy todo el mundo acepta y proclama.En todo caso, al asturiano le pue,de ocurrir locontrario de 10 que pasa con el sardo. Reconocidocomo una l'engua románica independiente, y conunas características notablemente distintivas(que, además, lo colocan en el fiel de la balanzaentre Romania Oriental y Romania Occi,dental),el sardo se ,encuentra hoy en la vía ,de la desaparicióncomo lengua. Sin codificación ortográfica ygramatical, fragmentada en hablas difíciles dereducir a un modelo único, sin literatura escrita,sin el apoyo de sus hablantes para lograr un usoescrito susoeptible ,de convertirse en punto de partidapasa una normalización, la lengua sarda puedellevar una existencia apagada, con grave riesgode 'desaparición, por más que ésta sea muy lejana,ya que -como diré más abajo- es muy difícilqu,e una lengua se mu,era. De todas formas, no hemos,de olvidar que estamos entrando en una era,la de los grandes medios de comunicación de masas,que tiene la llave del futuro de muchas lenguasamenazadas.Pero volvamos al asturiano. Este, como el ca-3. Wilhelm Meyer-Lübke, Gr~mmaire des langues romanes, vol.1, París 1890, pág. 14.4. Wilhelm Meyer-Lübke, Das Katalanische, Seine Stellung zumSpanischen und Prwsmalischen, sprachwissenschafíiich undhictorisch dargestellt, Heidelberg, 1925.talán en su relación con el occitano, y no como elcardo en su derrotero de perdición, subraya y defien'desu singularidad con unos apoyos significativos.Personalmente, a mí me parecen correctoslos planteamientos de la Academia de la LlinguaAsturiana. Después de todo, hay que constatarque si hoy, una docena de años después de lanzarsea la rehabilitación 'del asturiano -y habiendoempezado sin medios y ante muchos discrepante~y reticentes-, la tarea de la Academiapresenta un balance positivo, ello ha de animarlaa proseguir en el cometido iniciado. Pero que nose prometa un camino fácil. A continuación examinaremosvarias circunstancias que complicanlas cosas.En cuanto a los otros elementos de cohesiónque refuerzan la irdentidad nacional (E 21, entrelos que he mencionado una cultura, una literaturaescrita, una tradición, un derecho consuetudinario,una historia común, cveo que todos son favorablesal empeño de dignificación del asturiano.Pero, a esta lista de elementos, yo añadía todavíaotro, ahora de tipo sociolingüístico, al que concedíamucha importancia, que entraña una cierta incertirdumbresobre la suerte del asturiano, y quepor eso deseo comentar brevemente.En efecto, yo afirmaba, de momento, que tambiénrefuerza la identidad nacional