11.05.2016 Views

Desarrollo

4nnCHl

4nnCHl

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

142 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)<br />

2. El factor tecnológico en la ecuación<br />

Como se analizará en mayor profundidad en el capítulo V, la era digital<br />

y el uso de Internet, en especial de las redes sociales, cada vez están más<br />

presentes en la vida cotidiana de las personas en la región, en particular<br />

en el caso de la población juvenil. Internet es una plataforma que abre un<br />

amplio abanico de posibilidades y oportunidades que dependen del lugar<br />

de acceso, la calidad de la conexión y las habilidades de quien la utiliza. Pese<br />

a la existencia de brechas muy relevantes, es difícil negar que adolescentes y<br />

jóvenes forman parte de un entorno con gran presencia tecnológica, que es<br />

reforzada en las escuelas y, en muchos de los casos, en los hogares.<br />

Inevitablemente, este contexto ha transformado de forma positiva,<br />

y también negativa, algunos elementos clave que afectan el proceso de<br />

desarrollo de los jóvenes. El aumento de la cantidad y disponibilidad de<br />

información desafía y transforma las maneras de aprender, así como las<br />

habilidades que hay que ir desarrollando para aprender mejor. También<br />

cambian las maneras de relacionarse, ya que permite, por ejemplo, la<br />

interacción con otros desde el anonimato, la accesibilidad a gran cantidad<br />

de personas, la comunicación inmediata, el establecimiento de comunidades<br />

virtuales y el archivado automático de la interacción (Pavez, 2014). Además,<br />

abre canales de participación antes inexistentes: Internet y las redes<br />

sociales han jugado un importante papel en muchos movimientos sociales,<br />

estudiantiles y juveniles en la región y en el mundo (véase el capítulo V).<br />

Estas transformaciones generan oportunidades y también riesgos<br />

en las vivencias de la adolescencia y juventud. Es relevante preguntarse<br />

por los límites y riesgos que involucra el uso de Internet, sobre todo en la<br />

población más joven debido a su limitada capacidad de autorregulación y<br />

susceptibilidad a la presión social (O’Keefee y Clarcke-Pearson, 2011, citado<br />

en Pavez, 2013). Algunos de los riesgos más conocidos y mediatizados son<br />

la captación de niños para fines sexuales (grooming), el acecho de adultos<br />

hacia menores de edad con fines sexuales y el ciberacoso. Este último<br />

se describe como un tipo de acoso, ya sea en la forma de hostigamiento,<br />

persecución, denigración, violación de intimidad, exclusión o suplantación<br />

de identidad a través de Internet u otros medios electrónicos, por un grupo<br />

o un individuo de forma repetida contra una persona que no se puede<br />

defender (Smith y otros, 2008, citado en Pavez, 2014). Si bien, como se<br />

revisaba en las secciones anteriores, la violencia y los abusos de todo tipo<br />

no son novedad en el contexto escolar, sí lo es la forma que van tomando,<br />

especialmente gracias a Internet. Esto se debe a que la velocidad de<br />

expansión del mensaje, la amplitud de la audiencia y su difusión forman<br />

parte de un fenómeno sin precedentes que pone en jaque a los sistemas<br />

educativos que no están preparados para enfrentarlos y que convierten a<br />

las plataformas en línea en elementos “contundente(s) en la destrucción<br />

emocional” (UNICEF, 2011, citado en Pavez, 2014).

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!