Desarrollo
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52 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)<br />
Recuadro I.3<br />
Jóvenes y discapacidad<br />
Los jóvenes con discapacidad se encuentran entre los más pobres y<br />
marginados de la población juvenil. Todos los desafíos que enfrenta la<br />
juventud, tales como el acceso a la educación, el empleo, la salud y los<br />
servicios sociales, también afectan a quienes tienen alguna discapacidad,<br />
pero de una manera mucho más compleja. El estigma y la discriminación<br />
hacen que para ellos sea mucho más difícil asistir a la escuela, encontrar<br />
trabajo o participar plenamente en la sociedad.<br />
Como señala la CEPAL (2014b), hasta hace poco tiempo, las personas<br />
jóvenes con discapacidad eran escondidas, objeto de burlas y, en muchos<br />
casos, víctimas de violencia. En cierta medida, y gracias a algunos cambios<br />
en la concepción de la discapacidad y a la ratificación de la Convención sobre<br />
los Derechos de las Personas con Discapacidad por parte de 23 países de la<br />
región, esta situación ha mejorado, pero aún falta mucho por hacer.<br />
La incorporación de los jóvenes con discapacidad en el ámbito escolar y en<br />
el mercado de trabajo, los dos ejes principales de la inclusión social, representa<br />
un gran desafío para todos los países de la región. Algunas estimaciones<br />
recientes permiten deducir que el 6% de la población de entre 13 y 19 años<br />
tiene al menos una discapacidad, lo que equivale a 6,5 millones de jóvenes en<br />
edad de recibir enseñanza secundaria. La mayoría de estos jóvenes tiene una<br />
discapacidad visual o de audición, seguido por dificultades de aprendizaje.<br />
La educación es fundamental para que los jóvenes puedan realizar<br />
su potencial. Sin embargo, los niños con discapacidad tienen una menor<br />
probabilidad de asistir a la escuela y enfrentan importantes desafíos para<br />
permanecer y avanzar en las instituciones de enseñanza (OMS/Banco<br />
Mundial, 2011). La información sobre el tiempo de asistencia a centros de<br />
enseñanza de las personas con discapacidad de entre 13 y 18 años en la<br />
región revela grandes disparidades según el país y el tipo de discapacidad.<br />
No obstante, a partir de la información disponible, el promedio en 2011 era<br />
de no más de tres años de estudio en América Latina y solo algo superior en<br />
los países del Caribe de habla inglesa (CEPAL, 2013). Los establecimientos<br />
educativos no son tan accesibles como deberían, carecen de instalaciones<br />
adecuadas y no proporcionan a los estudiantes con discapacidad los ajustes<br />
necesarios o dispositivos de asistencia. Las escuelas inclusivas y accesibles<br />
son una condición esencial para promover la inclusión social, la aceptación<br />
y la igualdad de oportunidades en escuelas y colegios para los jóvenes<br />
con discapacidad. Los programas de sensibilización y de capacitación son<br />
importantes para preparar a los docentes y al personal de la escuela y de<br />
la universidad, una carencia que a menudo da pie a la exclusión de jóvenes<br />
con discapacidad de ciertas actividades (OMS/Banco Mundial, 2011).<br />
Al no adquirir las habilidades y competencias necesarias para participar<br />
en el mercado laboral, las oportunidades de acceder a un trabajo decente<br />
e independizarse son muy limitadas para los jóvenes con discapacidad.<br />
Aunque los bajos logros educativos y la falta de habilidades pueden afectar<br />
su competitividad en el mercado laboral, las actitudes negativas acerca<br />
de la discapacidad y la discriminación son los principales obstáculos para<br />
conseguir un trabajo. Las percepciones negativas hacia las personas con<br />
discapacidad y las ideas erróneas por parte de los empleadores —como<br />
que son menos productivas que sus compañeros, que requieren demasiada<br />
ayuda, que van a afectar la imagen del empleador o la preocupación por<br />
los costos iniciales de contratación (por ejemplo, la construcción de<br />
rampas)— son barreras formidables para los jóvenes con discapacidad<br />
en busca de empleo, pese a estudios que demuestran que las personas<br />
con discapacidad son tan productivas y confiables como los trabajadores