Desarrollo
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174 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)<br />
los medios digitales o si existen brechas de acceso y de uso que impiden que<br />
una proporción significativa de la juventud aproveche las oportunidades<br />
que brindan estos medios en el ámbito de la cultura en la era digital. En<br />
la sección C se revisa el papel de los medios digitales en la promoción del<br />
acceso a la cultura y el desarrollo de nuevas formas de acceso a los bienes<br />
y servicios culturales. Por último, en la sección D se presentan algunos<br />
tipos de programas culturales ilustrativos y se describen algunas de las<br />
principales iniciativas impulsadas desde el Estado y la sociedad civil.<br />
A. Acceso a bienes culturales<br />
¿Cuáles son las características de los patrones de consumo cultural de los<br />
jóvenes y cómo se compara este consumo con el de los adultos? ¿Cuán<br />
desigual es el acceso a bienes culturales entre jóvenes de distintos países y<br />
regiones, y entre jóvenes de diferentes estratos sociales? Para abordar estas<br />
interrogantes es necesario tener en claro tres conceptos básicos.<br />
En primer lugar, hay que considerar que el consumo cultural se<br />
realiza en el denominado “tiempo libre”. Este se define como el tiempo que<br />
queda después de la carga de trabajo remunerado y no remunerado (CEPAL,<br />
2013), y en el caso de los jóvenes se incluye el estudio. El tiempo libre es<br />
limitado y contempla, entre otras, actividades escogidas libremente que<br />
contribuyen al bienestar de las personas y que se vinculan con el descanso,<br />
el ocio, las actividades recreativas y creativas, y la convivencia familiar y con<br />
amigos. El consumo cultural es central en el uso del tiempo libre.<br />
En segundo término, los patrones de consumo cultural no obedecen<br />
a diferencias arbitrarias en las preferencias de los individuos, sino que<br />
se relacionan con aspectos de la estructura de clases que inciden en la<br />
reproducción intergeneracional de los intereses culturales que afectan y<br />
moldean las preferencias estéticas (Palma y Aguado, 2010; DiMaggio y<br />
Useem, 1978b). El contexto familiar y la socialización temprana a través<br />
del arte pueden aumentar la frecuencia de la asistencia a actos culturales.<br />
El nivel de educación formal es otro factor que incide en la participación<br />
en actividades artísticas y culturales (DiMaggio y Useem, 1978a, pág. 64).<br />
Según Bourdieu, la estratificación socioeconómica y el patrón de consumo<br />
cultural tienen una relación directa. La participación de algunos grupos en<br />
ciertas actividades, como las bellas artes, es un signo de distinción social,<br />
una señal que indica y refuerza la pertenencia a un estatus socioeconómico<br />
(superior) (Bourdieu, 1984).<br />
Como tercer punto, como se ha señalado, hay que considerar que el<br />
consumo cultural supone el acceso a bienes culturales, pero dicho acceso<br />
no asegura la apropiación. Este requiere destrezas y habilidades que son<br />
adquiridas a través de la socialización familiar y la educación formal. Es