Desarrollo
4nnCHl
4nnCHl
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Juventud: realidades y retos para un desarrollo con igualdad 191<br />
para navegarlo, sino también más afinidad expresiva, pues “es en sus<br />
relatos e imágenes, en sus sonoridades, fragmentaciones y velocidades que<br />
encuentran su ritmo y su idioma” (Martín-Barbero, 1998, pág. 35).<br />
En este nuevo modo de acceso a la cultura posibilitado por Internet<br />
—un acceso mediado digitalmente que representa una alternativa a las<br />
formas tradicionales— también existe una brecha intergeneracional. Los<br />
jóvenes tienen mayores niveles de acceso a la cultura a través de Internet<br />
que las generaciones adultas y, por tanto, también ejercen el derecho de<br />
acceso y participación en la cultura a través de los medios digitales 11 .<br />
Si en el caso de los modos tradicionales de consumo cultural el acceso<br />
juvenil se encuentra asociado a los mayores niveles educativos logrados<br />
por esta población en las últimas décadas, en el nuevo modo de acceso<br />
este se encuentra asociado a una nueva forma de capital cultural, un<br />
“capital tecno-cultural” que existe en las actitudes y disposiciones de los<br />
individuos hacia la tecnología y, particularmente, en ciertas competencias,<br />
conocimientos y habilidades (O’Keeffe citada en Gayo, 2011, pág. 11).<br />
Las habilidades digitales son centrales para dicho capital tecnocultural<br />
y entre ellas hay dos que se destacan especialmente (Claro,<br />
2008). En primer lugar están las habilidades funcionales, generalmente<br />
conceptualizadas como “alfabetización digital”, que consideran un<br />
conjunto de competencias necesarias para utilizar algunas aplicaciones<br />
de estas tecnologías, entre las que se pueden señalar el procesador de<br />
palabras, la planilla de cálculo, el correo electrónico y el navegador de<br />
Internet. En segundo término tenemos las “habilidades digitales para el<br />
aprendizaje” que van más allá del manejo funcional de ciertas aplicaciones<br />
para referirse a un uso creativo de estas y que permiten la adquisición<br />
de nuevos conocimientos. Aquí se incluyen, entre otras, la habilidad<br />
para navegar, buscar, evaluar críticamente y dar sentido a la información<br />
obtenida a través de los medios digitales.<br />
El capital tecno-cultural conformado por estos dos tipos de habilidades<br />
digitales es fundamental para tener acceso y participar en actividades<br />
culturales a través de Internet. La juventud actual, cuya vida doméstica ha<br />
estado permeada por las nuevas tecnologías, se encuentra aquí en una clara<br />
posición de ventaja. Por otra parte, esto sugiere que la tendencia a utilizar<br />
Internet como un nuevo modo de acceso a la cultura —más incipiente en<br />
algunas actividades y más desarrollada en otras— abre la posibilidad de que<br />
participen jóvenes que antes no participaban por razones económicas, de<br />
distancia geográfica u otras y, por tanto, que los nuevos medios contribuyan<br />
a masificar el acceso a la cultura.<br />
11<br />
Cabe destacar que el porcentaje de adultos mayores que realiza actividades culturales por<br />
Internet es muy marginal en todas las actividades consideradas.