Filosofía
Libro de Tercer Semestre Bachillerato UANL
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En el siguiente enlace, lee una reseña<br />
sobre “10 películas inspiradas en la<br />
filosofía de Heidegger”:<br />
https://bit.ly/2JZCRMJ<br />
La confrontación con la<br />
mortalidad humana lleva a la<br />
angustia, pero también a adquirir<br />
un auténtico sentido del ser y de<br />
la libertad.<br />
Primer periodo<br />
Heidegger, en su obra Ser y tiempo, sostiene que el individuo está en peligro de<br />
ser sumergido en el mundo de los objetos, en la rutina diaria y en el convencional<br />
y superficial comportamiento de la multitud.<br />
El sentimiento de temor (Angst, en alemán) lleva al individuo a una confrontación<br />
con la muerte y al último sin sentido de la vida. Aunque sólo por<br />
este enfrentamiento puede adquirirse un auténtico sentido del ser y de la libertad.<br />
La idea del sin sentido de la existencia humana lo hizo ser considerado<br />
como parte de la corriente existencialista, precursora en gran medida de las<br />
ideas de filósofos como Jean Paul Sartre.<br />
En Ser y tiempo intenta “destapar” al ser, que desde su punto de vista ha<br />
sido tapado por la filosofía de Occidente. De acuerdo con Heidegger, la tarea<br />
de la filosofía consiste en determinar plena y completamente el sentido del<br />
ser, no de los entes. Este filósofo llama ente a todo lo que “es”, desde<br />
una cosa (como una silla) hasta una fórmula matemática (como una<br />
ecuación) todo “es”, de todo ello puede predicarse el término “es”, y en<br />
la medida en que ello ocurre, se trata de “entes”; así como “pudientes”<br />
es “el que puede”; “viviente”, lo que vive; “floreciente”, lo que florece;<br />
“amante”, el que ama; “lo que es”, se llama “ente”. A lo que hace que los<br />
entes sean, se lo llama ser. Los entes, por tanto, son porque participan<br />
del ser tal como el pudiente participa del poder; lo viviente, del vivir,<br />
etc., es decir, el ser es todo aquello que instala y mantiene a los entes<br />
concretos en la existencia. La forma específica de ser que corresponde<br />
al hombre es el “ser-ahí”, lo anterior lo explica como que el hombre no es<br />
un qué sino un quién, una existencia.<br />
Estas categorías le sirven para comprender por dónde pasa la diferencia<br />
entre una vida auténtica, que reconozca el carácter de “caída” que tiene la existencia,<br />
es decir, la imposibilidad de dominar su fundamento (el ser), y una vida<br />
inauténtica o enajenada que olvide el ser en nombre de los entes concretos.<br />
Según este filósofo, estar en el mundo significa estar abierto a la comprensión<br />
del ser desde una situación, a encontrarse determinado y proyectado a un<br />
número indefinido de posibilidades. Lo que implícitamente alude al sentido de<br />
la trascendencia que conlleva una manera peculiar de la existencia humana: es<br />
el “ser-con”. Nos encontramos con otros entes, con otros “ser-ahí” presentes<br />
o coexistentes. Esto nos lleva a estar preocupados por o al cuidado de ellos.<br />
Para Heidegger los “ser-ahí” tienden a dos modalidades posibles de existencia:<br />
la existencia auténtica y la existencia inauténtica.<br />
Al reconocerse a sí mismo, el “ser-ahí” se advierte como una anticipación<br />
de sí, es decir, descubre como condición de sí mismo la futuridad, y en su<br />
horizonte ve también como evento irreparable la muerte. Frente a este hecho<br />
fundamental, la existencia inauténtica se caracteriza por la despreocupación,<br />
y comprende el vivir cotidiano, desvitalizado, en que priva la impersonalidad.<br />
El Dasein lleva una vida inauténtica y para salir de ello hay que escuchar la<br />
voz de la conciencia que permite al sujeto ver que es un ser finito, que se encamina<br />
lentamente a la muerte. Al ser liberado de la inautenticidad debe tener<br />
cuidado, pero ¿cuidado de qué? De no dejarse robar ese ser por los otros que<br />
convive con él en el mismo mundo. Ahora bien, la existencia auténtica es tener<br />
la conciencia de que se es un ser-para-la-muerte y esto se caracteriza por la<br />
angustia de es-estar en el mundo puesto que ahí se da el encuentro con algo<br />
que es (porque existe) y no es nada (porque el ser deja de existir), es decir, la<br />
muerte. El estar-en-el-mundo es la condición para poder ser (la existencia), y<br />
es la que adquiere distintas modalidades y formas para referirnos a la facticidad<br />
(estar-ya-en-el- mundo) y la caída (estar-en-medio-del-mundo), la cual posibilita<br />
la existencialidad (anticiparse-a-si).<br />
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Etapa 4. La filosofía contemporánea