Filosofía
Libro de Tercer Semestre Bachillerato UANL
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más enfocada en la naturaleza humana y menos centrada en las explicaciones<br />
teológicas y en los dogmas religiosos. Esta transformación fue un proceso lento,<br />
que se inició con las aportaciones de los primeros teólogos cristianos que<br />
tuvieron influencia de los filósofos griegos, como San Agustín de Hipona, y fue<br />
continuada por los escolásticos posteriores, como Santo Tomás de Aquino y<br />
Guillermo de Ockham, entre muchos otros.<br />
San Agustín<br />
San Agustín de Hipona nace en África del Norte en 354 d. C., hijo de Patricio y<br />
Santa Mónica. Él tuvo un hermano y una hermana, y todos ellos recibieron una<br />
educación cristiana.<br />
Patricio, el padre de San Agustín fue pagano hasta poco antes de su muerte,<br />
lo cual fue una respuesta a las fervientes oraciones de su esposa, Santa<br />
Mónica, por su conversión. Ella también oró mucho por la conversión de su<br />
entonces caprichoso hijo, San Agustín. San Agustín dejó la escuela cuando<br />
tenía 16 años, y mientras se encontraba en esta situación se sumergió en ideas<br />
paganas, en el teatro, en su propio orgullo y en varios pecados de impureza,<br />
considerados así de acuerdo con su época.<br />
Cuando tenía 17 años inició una relación con una joven con quien vivió fuera<br />
del matrimonio durante aproximadamente 14 años. Un niño llamado Adeodatus<br />
nació de su unión, quien falleció cuando estaba próximo a los 20 años.<br />
San Agustín buscaba desde la juventud respuestas filosóficas, fue estudioso<br />
de literatura y de teatro, estudió filosofía desde los 19 años y se integró a<br />
varias escuelas filosóficas; enseñaba gramática y retórica en ese entonces, y<br />
era muy admirado y exitoso. Desde los 19 perteneció a la secta herética de los<br />
Maniqueos, que luego abandonó a los 28 años. En una continua búsqueda intelectual<br />
viajó a Roma, donde ejerció la docencia y tuvo su primer acercamiento<br />
con el cristianismo. A los pocos años se convirtió y se dedicó totalmente al<br />
estudio de éste. Entre otras cosas, creía en un dios del bien y en un dios del<br />
mal, y que sólo el espíritu del hombre era bueno, no el cuerpo, ni nada proveniente<br />
del mundo material.<br />
A su regreso a Tagaste, su ciudad de origen, establece un espacio donde lleva,<br />
junto con otros, una vida monacal. Poco tiempo después, en un viaje a la ciudad<br />
de Hipona, es invitado a convertirse en sacerdote y luego obispo de Hipona. De<br />
ahí en adelante, su trabajo filosófico estará enfocado a la producción de escritos y<br />
a la participación en concilios para defender la postura filosófica cristiana.<br />
En la época de San Agustín, la Iglesia cristiana vivía momentos complejos:<br />
por un lado, los romanos la culpaban de haberlos obligado a abandonar a sus<br />
dioses y, por otro, las invasiones de otros pueblos al Imperio, con sus culturas<br />
y religiones propias, amenazaban su estabilidad.<br />
El conocimiento de la época no se reducía al legado griego. En Alejandría,<br />
ciudad romana al norte de Egipto, confluían los saberes y creencias de los pueblos<br />
árabes y de los de Oriente; en Roma, la tradición mitológica de los pueblos<br />
bárbaros invasores también ejercía cierta influencia en la sociedad. En Constantinopla<br />
tenía lugar un importante intercambio cultural entre romanos y árabes.<br />
En ese entorno, para el cristianismo era fundamental establecer un orden<br />
de pensamiento racionalmente defendible y fue San Agustín quien le dio forma<br />
al sustento filosófico de la doctrina cristiana; su texto La ciudad de Dios<br />
es la expresión más amplia de esta encomienda, en el cual hace una apología<br />
del cristianismo.<br />
San Agustín tuvo contacto con textos de los neoplatónicos sobre la esencia<br />
de lo divino y la naturaleza del mal, lo que se observa en su afirmación “Dios<br />
es luz, sustancia espiritual de la que todo depende y que no depende de nada”,<br />
San Agustín de Hipona, uno de<br />
los considerados padres de la<br />
iglesia y creadores de la tradición<br />
patrística.<br />
Glosario<br />
Apología: discurso en el<br />
que se alaba, defiende o<br />
justifica a alguien o algo,<br />
generalmente de forma<br />
intensa o vehemente.<br />
Neoplatónicos: sistema<br />
filosófico representativo<br />
de la Escuela Alejandrina<br />
desde el siglo III hasta el<br />
siglo VI, afín al helenismo<br />
y que conjunta elementos<br />
del pensamiento de Platón,<br />
Pitágoras y de Aristóteles<br />
en menor medida, con<br />
algunos elementos de la<br />
mística oriental como el<br />
budismo y el zoroastrismo.<br />
Etapa 2. La filosofía renacentista 45