29.01.2023 Views

Nosotros en la luna - Alice Kellen

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

cagado, sí. Me había portado como un imbécil, un niño mimado huyendo de

casa cuando más lo necesitaban sus padres. Pero él…, él me había roto.

Él me había lanzado a la deriva.

Y seguía perdido en ese mar.

Y luego estaba el orgullo.

Orgullo. El suyo, el mío.

De ese que te ciega, que te llena de rabia, del que hace que te distancies

durante años porque esperas una disculpa, unas palabras de aliento de esa

persona, sin ser consciente de que la otra parte está aguardando

exactamente lo mismo. Y el tiempo pasa. Y nos había terminado pasando

por encima también a nosotros. Y ya estábamos abajo, enterrados en algún

lugar oscuro y hondo del que ya no sabíamos cómo salir.

Solo nos quedaba un punto de unión. Ella. Mi madre. Lo pensé mientras

la miraba, memorizando su rostro algo envejecido, cómo cortaba los

espaguetis porque no soportaba la idea de que el tomate le ensuciase la

comisura de los labios. Probablemente, siempre lo había sido. El nexo entre

mi padre y yo. La pieza central de todo aquello.

—Está bien, no hablaremos de eso si no quieres —cedió—. Pero al

menos cuéntame qué tal te van las cosas y con detalles, nada de tres

monosílabos, como haces a veces por teléfono. Quiero saber todo lo que

está pasando con esa canción.

—No esperábamos una acogida tan buena.

—Ya me imagino. ¿Y estás contento?

—Supongo. —Me encogí de hombros.

—No pareces muy alegre.

—No sé… —Moví la comida con el tenedor—. Es que estaba bien allí,

¿sabes? En Australia. Era un lugar tranquilo y vivía delante del mar y

pensé… que me quedaría más tiempo. Quería hacerlo. Creo que me

desconcierta verme obligado por primera vez a moverme de un sitio sin

decidirlo por mí mismo, ¿lo entiendes?

—Sí. —Sonrió—. Tú y las obligaciones.

—Y la vida en Los Ángeles es todo lo contrario. Rápida. Casi tanto que

no te das cuenta de que el tiempo pasa. Tendrías que venir alguna vez allí,

mamá, a pasar unos días. O una semana. Lo que quieras. Estaría bien.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!