29.01.2023 Views

Nosotros en la luna - Alice Kellen

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

oído—. Pero lo que ocurrió la última vez entre nosotros ya hizo que luego

las cosas fuesen raras. Así que vamos a intentar… marcar unas normas…

Ginger se apartó y me miró arrugando la nariz.

—Tranquilo, creo que podré mantener las manos lejos de ti sin

necesidad de fijar unas normas. Gracias por ser tan considerado y pensar en

todo.

—¿Estás segura? —Alcé las cejas.

—Esto del éxito se te ha subido un poco a la cabeza.

Me reí y ella me dio un manotazo antes de echar a andar otra vez y bajar

por la escalera de madera que habíamos recorrido esa misma tarde para ir a

la playa. Avanzamos por la arena en la oscuridad. Se escuchaba el susurro

de las olas a lo lejos. No sé en qué momento terminamos riéndonos de

nuevo por alguna tontería y tumbándonos en la arena sin pensar en nada

más. La luna brillaba en lo alto del cielo lleno de estrellas.

—Siguiente punto… «Bailar con los ojos cerrados».

—Eso es fácil. Pero quiero «bailar de verdad». Con la mente en blanco.

Sin que me importe hacer el ridículo o que la gente piense que estoy

chiflada.

—Me gusta. Siete. Cortarte el pelo o tintártelo de rosa.

—Ah, pero eso ahora no. Me gustaría hacerlo en algún momento

importante, ¿sabes? Durante uno de esos cambios que terminan siendo tanto

internos como físicos. Siempre he querido cortármelo al estilo de las chicas

francesas, esas melenas rectas.

—Te quedaría bien. Y ahora vamos a lo importante…

—No quiero ni que lo digas en voz alta.

—Punto ocho. «Montar una editorial pequeña».

—¿Podemos dejarlo para otro momento? En serio, prometo que no lo

evitaré cuando volvamos a hablarlo, pero ahora estoy borracha y feliz y,

¡mira!, ¡puedo hacer un angelito en la arena como si fuese nieve! —Empezó

a mover los brazos de lado a lado.

Yo dejé escapar una carcajada. Me dieron ganas de decirle que podía ser

que hubiese pasado muchas noches en la playa con chicas distintas, pero

ninguna como aquella. Ninguna teniendo al lado a alguien con quien

sencillamente podía «estar» y «ser», sin más, sin esconderme, sin

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!