29.01.2023 Views

Nosotros en la luna - Alice Kellen

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

79

GINGER

Kate y Dona chocaron sus copas con la mía. Mi hermana acababa de

terminar su turno de trabajo y estaba algo achispada, porque la semana

anterior había roto con Amanda, así que se había pasado toda la noche

bebiendo algún que otro chupito detrás de la barra e ignorando las miradas

de su jefa, que, a decir verdad, era encantadora y de lo más comprensiva.

También seguía ofreciéndole una de las paredes del pub para colgar sus

pinturas, pero últimamente Dona apenas tocaba los pinceles.

—¡Por nosotras! —gritó en alto.

Kate alzó las cejas antes de reír.

—¿No habíamos brindado ya por eso?

—¿Y qué importa? ¡Por nosotras otra vez!

—¡Y por los armarios de la oficina! —añadió Kate.

—¡Y por la planta de la cocina que murió ayer!

—¡Ah! ¡Y por los exnovios que la hacen a una madrina, no nos

olvidemos de eso! —añadió Dona mirándome. Yo me tapé la cara con las

manos y me eché a reír. Lo cierto era que no había podido negarme cuando

Stella me lo propuso, porque la chica no podía caerme mejor y apenas tenía

familia, y porque el bebé que habían tenido era tan sumamente adorable que

quería comérmelo a besos cada vez que lo veía—. ¡Hay que pedir más!

—Yo creo… que has bebido suficiente… —objeté.

—Oh, vamos, Ginger, no seas aburrida.

Las dos me ignoraron antes de pedir otra ronda. En ese momento, noté

que vibraba el móvil y me lo saqué del bolsillo. Iba cómoda, no me había

molestado en arreglarme para celebrar la noche de fin de año; llevaba unos

vaqueros ajustados y una sudadera. Contuve el aliento al leer el nombre en

la pantalla. Rhys.

—¿Quién era? —preguntó Kate.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!