29.01.2023 Views

Nosotros en la luna - Alice Kellen

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Eres mi hijo, Rhys. Lo eres.

—Sí que lo soy —susurré.

Vi que meditaba lo que iba a decir.

—Tu padre, antes de pedirme que vinieses a verlo, me contó lo que te

dijo. No sé cómo consiguió guardárselo tanto tiempo, vivir con eso, pero

sabes lo orgulloso que es. Tú también lo eres. En eso os parecéis. Lo lleváis

todo por dentro…, con la de veces que te dije de pequeño que había que

expresar las emociones, que llorar es liberador… —Tomó aliento

mirándome—. Sabes que no lo sentía, ¿verdad?

Noté que empezaba a ahogarme un poco.

—Hablaré con él… —Quería salir de allí.

—Le rompiste el corazón al descubrir que te habías marchado en cuanto

te enteraste de que eras adoptado. Yo estaba en el hospital, él únicamente

podía apoyarse en ti, y cuando volviste estaba tan enfadado, tan

decepcionado… Nunca ha manejado bien el dolor quedándose de brazos

cruzados. Pero tu padre te ha querido más que a nadie, Rhys…

Atacar antes de que la punta del cuchillo roce algún órgano vital.

Conocía bien esa táctica de defensa. Y solo me había traído problemas,

errores, desengaños.

Intenté apartar a un lado eso, el daño, la sensación incómoda que me

oprimía el pecho al recordar las palabras que pronunció sobre las cosas que

van en la sangre. La rabia atravesándome aquel día que parecía tan lejano.

Sentirme como una planta que crece durante años, a veces recta, a veces

curvándose, pero que de repente alguien arranca de la tierra de un tirón, de

raíz, lanzándola a un lado. Todo ese dolor asentándose en algún rincón que

evité mirar desde entonces, porque sentía que me hacía débil, pequeño. Que

no era nadie. Que no me pertenecía ningún pedazo de mundo.

Miré a mi madre. Tan paciente. Tan sólida.

—Hubo algo más que él dijo… —Cogí aire—. Algo sobre que nunca

quiso adoptar, que solo lo hizo por ti, porque no quería verte tan infeliz…

—Es verdad. Era un poco reacio al principio, tenía dudas. Pero

desaparecieron todas en cuanto te cogió en brazos. Rhys, solo te dijo todo

aquello para hacerte daño. Es terrible, pero es así… Tú se lo hiciste a tu

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!